Apatzingán genera cohesión social

Tuve la oportunidad de reunirme en Apatzingán con docentes de diferentes estructuras educativas; de educación básica y educación media superior; con ellos, reflexionamos sobre la importancia de la participación de la sociedad y del compromiso magisterial de apoyar la convivencia, fraternidad y participación social para el impulso de proyectos que beneficien a la comunidad.
Existe un componente común a todos los que en dicha reunión participamos, todos somos docentes o trabajamos en áreas que promueven la educación y en conjuntos todos y todas estamos coadyuvando a formar las próximas generaciones que tomaran las acciones de gobernabilidad, pero también de gobernanza. Ese punto común es la Nueva Escuela Mexicana. Sí la NEM, que cuenta con un conjunto de principios que colaboran a la formación e información de las generaciones de estudiantes que se atienden en los centros escolares públicos y privados de la educación básica y educación media superior.
La NEM, al igual que el Programa Cohesión Social Apatzingán (principios: confianza, identidad, valores sólidos, convivencia, fraternidad, participación), donde participaron durante más de seis años prácticamente todas la estructuras sociales a través de procesos informativos, formativos, de capacitación, conversatorios y otros modelos de intervención: las infancias (formatos de infancias parlamentarias), juventudes, adultos, y adultos mayores, con temas vinculados con derechos humanos, perspectiva de género, igualdad y no discriminación, interculturalidad, cultura de paz, sostenibilidad, construcción de espacios para debate de ideas y que hoy son retomados por la NEM, de ahí la importancia de seguir impulsando los principios en cada uno de los centros escolares.
De esta manera, los principios de la NEM son: fomento de la identidad en nuestra comunidad, es decir, promover el amor a nuestra tierra, a la Patria, a Michoacán, a Apatzingán, el aprecio por nuestra cultura, el conocer nuestra historia y los valores ya escritos en la Constitución mexicana y la histórica de Apatzingán. Igualmente es importante la responsabilidad ciudadana, que implica la aceptación de derechos y obligaciones en lo personal y con la comunidad a través de conservar los valores de honestidad, respeto, justicia, solidaridad, reciprocidad, lealtad, libertad, equidad y gratuidad y es que la gente de la región son personas trabajadoras, comprometidas y que dan siempre la mano a quien llega y lo tratan con hospitalidad. En este sentido y de manera colaborativa con la Jurisdicción Sanitaria se realizaron actividades vinculadas con la prevención de adicciones, de la salud y el VIH/Sida, las cuestiones de Cáncer de mama, evitar el fumar, entre otros, como las fechas del orgullo de la diversidad.
En este sentido, la honestidad en Apatzingán se da por el cumplimiento de la responsabilidad social, que permite que la comuna se desarrolle con base en la confianza y la verdad de todas las acciones para permitir una sana relación entre las personas. Por otro lado, se encuentra la participación para la transformación de la sociedad, es decir, el sentido social de la educación implica una dimensión ética y política de la escuela, que en su conjunto ayuda a construir relaciones cercanas, sanas y solidarias, en su momento de prosociabilidad, de respeto y ayuda a la otredad.
Otro principio de la NEM es la importancia del respeto a la dignidad humana, con la intención de contribuir a un desarrollo integral del individuo, para que realice de manera plena y responsable todas sus capacidades, competencias y habilidades para la vida. De esta manera, se promueve el respeto a la dignidad y los derechos humanos de las personas, sustentado en la igualdad de todos los individuos en derechos, trato, pero también oportunidades. Que trascendente para la cohesión social de la comunidad el hablar desde la NEM de la interculturalidad, de la comprensión y aprecio por la diversidad cultural, social, étnica, lingüística, religiosa, dogmática, política, así como el diálogo y el intercambio intercultural sobre una base de equidad y respeto mutuo, el espacio de Apatzingán han llegado diferentes étnias para las tares agropecuarias de la región, ahí encontramos no solamente nuestras poblaciones originarias (Nahuas, Otomís, Mazahuas, Purépechas, Matlazincas, sino también personas de poblaciones originarias de Oaxaca, Guerrero, entre otros) .
En mi calidad de Embajador de la UNESCO, me toca promover y desarrollar acciones para la cultura, entendiendo conceptualmente a ésta como, una rica diversidad, que posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz, en la que hemos desarrollado tanto Emily Stephania, la maestra América Salazar, la maestra Hercinda Hernández, la maestra Maylet Salas, la maestra Brenda Osorio y otras docentes hombres y mujeres que han estado atentas al trabajo de promover la cultura de paz y la convivencia social y de generar las condiciones de la competencias y habilidades para la vida de la población, como es el caso de: Arcadio Pimentel, Rosa Miranda, Giovani Madrigal, Octavio Valencia, Jesús Torres, Nacho Núñez, Milagros Vargas, Javier Zúñiga. La diversidad cultural es una fuerza que promueve el desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino también una vida intelectual y emocional de las personas.
Otro elemento más que se ha desarrollado a través del trabajo docente y con enfoque de la NEM, es la trascendente tarea del respeto a la naturaleza y cuidado del medio ambiente. Hoy en cada centro escolar se promueve la ecoconciencia, o bien, la conciencia ambiental, o el biocentro, es decir la vida al centro y desde ahí la protección y conservación del entorno para la sociedad, la prevención del cambio climático y el desarrollo sostenible para la atención de los humanos, las plantas y los animales que en unicidad utilizan los elementos de la naturaleza: agua, luz, aire y los alimentos que nos brinda la tierra. En estos temas la sociedad tomó la decisión de desarrollar la caminata por la ecoconciencia, en donde las infancias hicieron la lona en manta y la pintaron con pintura vinílica y salieron a las calles principales promoviendo la sostenibilidad y la ecoconciencia.
Mi regreso a Apatzingán, me trae el recuerdo de los últimos seis años que de manera regular viene una y otra vez a trabajar el proyecto Cohesión Social Apatzingán con la talentosa y generosa Emily Stephani y otros perfiles que fueron imprescindibles y colaborativos para el desarrollo de dicho trabajo, como Alejandro Contreras, regidor en su momento, a quien también le agradeceré, como a la maestra América Salazar, la maestra Hercinda Hernández, la maestra Maylet Salas, la maestra Brenda Osorio, quienes dieron luz al proyecto, quienes determinaron la importancia de presentarlo en sus centros de trabajo de educación básica y media superior y superior y quienes participaron en distintas acciones como los niños y niñas parlamentarias del Congreso de Michoacán, el parlamento infantil, las caminatas para la creación y desarrollo de la ecoconciencia y otras acciones más.