Al derecho y al revés

El metro de la ciudad de México
Solo los capitalinos o quienes habitan en la Ciudad de México sabrán que cuando hablamos del Metro, hablamos de un sinfín de historias y en últimas fechas tenemos que agregarle un ingrediente más: los pinchazos con jeringas que han recibido algunas usuarias.
Las acusaciones sobre los pinchazos en el Metro de la CDMX son preocupantes. A pesar de que existen 41 denuncias, sólo se han confirmado 14 casos, lo que genera dudas sobre la veracidad de algunas denuncias y la naturaleza de los incidentes reportados.
La mayoría de los casos se han mantenido en el anonimato, pero dos se hicieron virales: el de Areli Lorenzana, reportera de Milenio y el de Elisa García, a quien se le encontró alprazolam en su organismo.
Es importante destacar que la Fiscalía ha sido clara en que el porcentaje mayor de denuncias no han sido confirmadas, es decir, no se ha encontrado evidencia de la agresión y las pruebas toxicológicas han resultado negativas.
Esto no significa, de ninguna manera, que las personas que han denunciado estén mintiendo, pero se ha desatado una variedad de versiones de que incluso estos hechos son creados para atacar al gobierno capitalino. Qué terrible que se quiera politizar algo que nos afecta a todos.
Por cierto, la jefa de gobierno capitalino, Clara Brugada, reforzó la seguridad del Sistema de Transporte Colectivo por medio de elementos de la Policía Bancaria, Grupo Pantera, Protección Civil e incluso con "usuarios simulados", que buscan identificar a posibles agresores.
Las autoridades, hasta el momento, no han encontrado un patrón específico en las estaciones o líneas del Metro donde se reportan los incidentes, lo que dificulta identificar a posibles agresores o establecer un modus operandi.
Sin embargo sí ha habido detenciones: la de un hombre al que se le encontró una jeringa entre sus pertenencias y fue puesto a disposición de las autoridades. También fue detenido otro joven a quien se le encontraron palillos de madera.
Es crucial que las autoridades continúen investigando para aclarar la situación, además de brindar información transparente y comunicar a la población los resultados de las investigaciones y redoblar las medidas de seguridad para garantizar la seguridad de los usuarios.
Algo muy importante: las autoridades deben ser proactivas y tomar acciones contundentes para evitar que la situación se convierta en una psicosis colectiva. Es necesario mantener la calma, pero también la vigilancia y la exigencia de justicia en caso de que se confirmen las acusaciones.
Sobre todo es necesario no politizar el problema.
Entendamos que nuestra ciudad es un monstruo de mil cabezas que requiere tomar acciones precisas para que podamos vivir con tranquilidad y el Metro no está exento.