Números de escándalo
La situación grave de Michoacán y Dios
Los sufrimientos vienen por los pecados de los hombres. Dios baja a liberarlos pero es necesario convertirse y dar frutos de obras buenas.
En tu vida. La situación de los michoacanos y mexicanos es bien triste: miseria por la falta de fuentes de trabajo, enfermedades, violencia, desamparo de parte de los gobernantes.
Estos no ven la cruda realidad, “idos” en la nube de sus privilegios. Nosotros mismos no reflexionamos ni entendemos para encontrar la salida.
Dios habla.La Palabra de Dios nos da una luz divina para leer y comprender la situación que estamos viviendo.
El pueblo pobre sufre tanta miseria, desprecio, falta de oportunidades que tiene que emigrara otro país. Los poderosos lo oprimen.
Hay situaciones de terror entre nosotros, sufrimiento en uno de los países más violentos del planeta. Hay hermanos que terminan en la fosa clandestina, que caen en las balaceras. Hay sangre, duelo, dolor callado, decepción, indignación.
No podemos resignarnos a un solo muerto, tenemos que rebelarnos ante los crímenes. ¿Pero qué hacer sumergidos en el lodazal de tanto dolor?
Debemos escuchar el dolor de los que no tienen voz, con misericordia como Dios. “He visto la opresión de mi pueblo, he oído la queja contra los soberbios de las élites. He descendido para liberar a mi pueblo de la opresión de los egipcios”, dice el Señor.
Los que mueren no eran más culpables que los que quedamos, ni los asesinos son más criminales que otros que andan tranquilamente en la sociedad.
Dios se decide a intervenir para liberar a su pueblo. Realiza portentos en la salida de Egipto, es la pascua del Pueblo de Israel.
Pablo también recuerda esos mismos hechos grandiosos y terribles. El pecado no falta y algunos judíos, por rebelarse y hablar mal, perecen en el desierto, como recuerda la Carta a los Corintios
Dios interviene de manera definitiva en la persona de Jesucristo. Viene a la tierra del destierro.
Cristo nos guía. Nos guía con su enseñanza. Ayuda a los hombres a entender la gravedad del problema y tantos males que amenazan.
Hay muchas noticias tristes y vergonzosas: los cuarenta y tres normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. Hay tantos desaparecidos entre nosotros, la gente da razón de enfrentamientos entre grupos de criminales, hay muertos y se siembra el terror. Hay graves violaciones a la justicia, desvío de dinero, sueldos inmerecidos, despojo de los pobres, despilfarro de su dinero, desvío para asuntos frívolos.
Esos males nos pueden venir a nosotros que somos tan pecadores como ellos. Con nuestra conducta nos hacemos cómplices de la corrupción, la impunidad y tantos crímenes e injusticias que se cometen.
El secreto para acabar con esta situación de descomposición social nos lo da Cristo. Es secreto les falta a las reformas de Peña Nieto, por eso no salimos de la crisis.
Necesitamos reconocer nuestro pecado, arrepentirnos, cambiar. Cristo nos invita a la conversión. Es urgente. “si ustedes no se convierten igualmente perecerán”.
Convertirse en también dar una orientación de la vida para cumplir la Alianza con Dios, cambiar la manera de pensar, cambiar los valores dictados por las pasiones bajas del hombre y buscar los valores de Cristo, se necesita la conversión del corazón que es el motor de todo el hombre.
La cuaresma es para dejarnos alcanzar por Cristo y darle una orientación divina a nuestra vida.
Hay que invertir si quieres grandes ganancias. Dale tiempo a Dios: los ejercicios de cuaresma, la oración, el ayuno y los sacrificios como un medio para estar con Dios, purificarse y avanzar hacia la tierra prometida de la gloria.
Vive plenamente. ¿Qué vas a hacer para ajustar tu vida con la sabiduría y el ejemplo de Cristo con miras a librarte de este mundo de corrupción y crimen?
Para reflexionar en familia. La familia tiene muchos peligros, si no se arrepienten todos van a perder.