DÍPTICO

1ª. CARA: MAYOR PRESENCIA MILITAR EN EL ESTADO

Como muestra de respaldo del Ejecutivo Federal a la nueva administración estatal se anunció la llegada al estado de más elementos del ejército nacional, en una cantidad cercana a los cuatro mil elementos de tropa, más los mandos medios y superiores.

Con esta acción se muestra que el combate frontal contra la delincuencia organizada continuará por un buen tiempo y que, además, las llamadas policías municipales continuarán tal como están: entre azul y buenas noches.

Lo anterior, porque aun siendo demasiados jóvenes, muy tiernas, las nuevas administraciones municipales y la estatal, no hay muestras de que se vaya a intentar una renovación estructural en ellas ni se confirme la cuestión del llamado Mando Unificado y, finalmente, por otro lado, en muchos H. Ayuntamientos las anteriores administraciones no les dejaron ni para pagar la nómina, menos para intentar pagarles mejor a los policías.

Trae esta situación plural lo que desde la administración de Vicente Fox está y que se heredó a la de Felipe Calderón y aun no se hace efectiva en la actual de Peña Nieto, el caso-demanda-exigencia de la llamada certificación de las policías, que se inicia desde el nuevo perfil escolar hasta la formación, actualización, superación y capacitación de los elementos, jefes y mandos medios de todos los elementos de  las corporaciones policiales; eso es pura saliva y tinta; lo mismo los llamados estudios de control y de antidopaje para todas las autoridades municipales, y estatales, empezando con los presidentes municipales , subiendo al  gobernador y procurador general y secretario de seguridad pública, hasta el elemento más humilde y menos preparado.

Además, está el asunto de las llamadas autodefensas que lejos de estar solucionado – institucionalizado con la creación y fortalecimiento de las llamadas Fuerzas Rurales – que nadie sabe qué es y cómo funcionan -, está latente y un día sí y otro también son noticia, pero noticia de sangre y muerte por los enfrentamientos

Y si a lo anterior le incorporamos la cuestión financiera, el salario, prestaciones y compensaciones, el paquete financiero, académico y moral que significa la policía está muy lejos de resolverse. Ahora, aprovechando, sumemos la falta de coordinación y mando único en todas las policías municipales, estatales y federales, razón por la cual la presencia de las fuerzas federales debe ser bien aceptada por la sociedad y reconocerse la buena voluntad del gobierno de la República para enfrentar y ganarle a la delincuencia, organizada, o no.

Esta presencia, tendría una sólo consideración: el fortalecimiento de la presencia militar es indicativo de que la nueva estrategia ¿es,  únicamente, el fortalecimiento del músculo  o realmente se atacará a los grupos delincuenciales con inteligencia y con acciones de intervención financiera?

Además, no habrá mayor problema porque ni nuestra delincuencia organizada, ni la inherente a la misma sociedad,  son del Primer mundo que digamos; son muy, muy subdesarrolladas e impulsivas, de conflictos interfamiliares e interpersonales y no se requiere de una investigación científica muy protocolaria y de mucha ciencia, así que con el músculo habrá y sobrará.

Por lo pronto, bienvenidos la mayor presencia del Ejército Nacional en nuestro estado, pues esto, pese a los daños colaterales, es garantía de que habrá mayor seguridad en el estado.

2ª.CARA…

QUE NO CAUSE LÁSTIMA…

¡PÁGUENLE!

¡´POBRECITO!

“Tengo derecho a exigir un salario.  Trabajé dos años y medio al frente del Comité – por 90 mil al mes, más prestaciones  – y no se me ha pagado más de dos millones de pesos. Todo trabajador tiene derecho a c obrar un salario. Yo cumplí con mi trabajo…Bueno, a la vista de todos no es la justicia. Por eso no hay que litigar en los medios, sino en los tribunales. La autoridad laboral determinará lo conducente y acataré la resolución”…en síntesis esas son las palabras exigencias de Cuauhtémoc Cárdenas batel, ex titular del comité técnico del Fideicomiso del Teatro Mariano Matamoros.

Aunque la administración estatal que terminó, el pasado 30 de septiembre, a través de sus representantes jurídicos, declaró improcedente e infundada tal demanda…por favor… ¡Páguenle! ¡No sean gachos! Aunque sea por una suscripción popular…pero páguenle al pobrecito…tiene casi 30 meses sin su salario mínimo… ¡90 mil pesos mensuales! ¡Se está muriendo de hambre! Puede llegar a hasta ponerse en huelga de hambre hasta que le paguen… ¡Qué necesidad!

¿No les remuerde la conciencia que un cachorrillo de la revolución mexicana ande mendigando su raquítico salario?

¡No les da vergüenza!…que un heredero  – nieto de la revolución mexicana  -; que un cachorrito del fundador del Estado mexicano, del constructor del México posrevolucionario, creador de las instituciones nacionales, fortalecedor del nacionalismo revolucionario y del ahora partido revolucionario institucional…ande pidiendo limosna  y demandando al gobierno para que le paguen lo que se le debe… ¡tanto que trabajó!

¡No les da pena, ni vergüenza!…que un hijo del fundador del Frente Democrático Nacional, parte aguas de la política tripartidista nacional, fundador del partido de la revolución democrática y tres veces tres, candidato perdedor de ese partido a la presidencia de la República y, finalmente, primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal, exgobernador de este sufrido  estado y, como complemento, hermano de otro ex gobernador de este calvario que es Michoacán – y que nadie quiere gobernar – , ande causando lástima, lastimera y lastimosamente, generando lágrimas.

Por favor…no sean gachos…páguenle, sirve que informa lo que hizo, porque lo que no hizo… ¡ya se sabe!

¡Páguenle! ¡No hay que ser! ¡Pobrecito!