Itinerario político
Las recientes iniciativas presidenciales de Enrique Peña Nieto – una de reforma constitucional y otra de reforma del código civil – enviadas la semana pasada al H. Congreso de la Unión para que cualquier persona, sin distinguir sus preferencias sexuales, puedan casarse con quien le dé la gana y que goce de los beneficios que el Estado mexicano tenía reservados exclusivamente a los matrimonios entre hombres y mujeres y la legalidad de la adopción de niños, por esas mismas parejas – colocando TODO a rango constitucional -, ha levantado mucho polvo, tanto de un lado como del otro.
De acuerdo con la población Lésbico, Gay, Travesti, Transexual, transgénero e Intersexual, este derecho no tendrá retroceso y todos deberán respetar los derechos adquiridos y contemplar los principios de progresividad, que es la manera más útil de seguir luchando por una sociedad igualitaria.
Para las Iglesias Católica y Cristiana es una iniciativa que va contra natura; contra la biología, la fisiología y la mecánica, pues todos los organismos humanos estamos constituidos para complementarse uno con la otra o la otra con el uno; valga la expresión, el tornillo busca- espera su tuerca; jamás, en la mecánica, ni en la biología, se unen dos tornillo para ajustar una pieza ni dos tuercas, rondanas están reunidas para facilitar el movimiento o la rigidez de una pieza-artefacto; es un gran equívoco de la iniciativa presidencial el reconocer legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo; habiendo tantos problemas que tienen de rodilla al país, como la inseguridad y la pobreza, tiene como prioridad legislar sobre falsos derechos
Para los tradicionalistas, debe, permanentemente, prevalece el diseño; si se dan rupturas de diseño, el resultante es un armatoste inoperable e inservible, cuya deficiencia generará desajustes y descompostura y para los científicos sociales – algunos – esta acción – una fuerza social – generará otra fuerza de la misma magnitud, pero en sentido inverso, contrario. Para otros científicos sociales es una acción cuyos efectos sociales son desconocidos porque afectarán a individuos, bajísimos porcentajes en comparación con el todo social, pero que en los detalles individuales serán sumamente sensibles, en su momento y para esto y eso, no estamos tomando nota de lo necesario para atenderlos y resolverlos.
Pocos, ven en esta iniciativa una acción de reconstruir su tan bajísima aceptación social y, los más aventados, lo ven como una inversión electoral. Aunque pudiera ser que no esté tan lejana esta posibilidad, que u7nida con la iniciativa de legalizar con fines médicos, no lúdicos, el consumo de la mariguana, son iniciativas que levantaron ámpula, que era u o de los objetivos de este grupo de iniciativas y, que, finalmente, nadie sabe lo que sucederá en diez, quince años.
Para poquisísimas personas, adultas serias, de superior formación académica, generalmente bien informadas, afirman que este grupo de iniciativas son muestra de que algo anda mal – o está mal – en la cúpula política y su sensibilidad socio-política está o muy adelantada o muy descarburada o desean ofrecer condiciones para que las personalidades escondidas salgan del closet y sean típicamente normales las no tan nuevas y ni tan nacientes las nuevas formas de configuración-conformación familiar.
Llama la atención que la presidencia de la República presente una iniciativa para legislar un derecho – entre comillas – que demanda una cantidad absoluta NANOMÍNIMA y relativamente insignificante, mucho muy inferior al 1% de la población nacional. A la presidencia de la República – y hasta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación – se le olvida que sobre los derechos individuales, sobre los derechos humanos, están los derechos de la sociedad y que esa institución, la presidencia de la República – y la Suprema Corte de Justicia de la Nación – tiene la obligación y responsabilidad social de proteger y cuidar la salud de la institución social.
Por otro lado, NO son cuestiones de biología-fisiología-anatomía de una demandante y exigente población que nació con ambos aparatos reproductores. NO. Son sujetos, individuos sociales, que por placer, hedonismo y hasta eudemonismo – que no están satisfechos del determinismo biológico (lesbianas, homosexuales, travesti, transexual, transgénero e intersexuales )y aspiran a cambiar de sexo, de placer y de responsabilidad y, con el suceder del tiempo social, generar problemas de ajuste conductual-comportamiento de ellos mismos y de los nuevos individuos – , quieren que se les reconozca un “derecho “ ya existente en las leyes de establecer contratos de convivencia para, por derechos de ambos, ejercer derechos civiles.
En los casos de la adopción, con todo y que deben aplicarse criterios que ofrezcan condiciones necesarias para su cuidado y desarrollo y representen su mejor opción de vida, con total independencia de la orientación sexual, en muy poquísimos casos se ajustarán a estas recomendaciones, a estos criterios y se autorizarán todas: de todas, todas, sin importar que la mente del adoptado vea la diferencia entre su familia y las familias de sus compañeros, condiscípulos y amigos del barrio: Siempre será visto como un “Atípico”. Sus efectos en la naciente personalidad del adoptado dejarán chiquita a la literatura.
Es deseable que las instituciones superiores del país no se equivoquen y salga peor el remedio que la enfermedad y/ o más caro el caldo que las albóndigas y, que dentro de una llamada-deseada sociedad igualitaria estemos colocando las bases de mayores problemas sociales.
Comentario al canto y ajeno a estas nuevas formas familiares del siglo XXI, la llamada feria estatal del estado terminó el pasado domingo 23 del presente y seguramente habrá datos, números, cantidades, palabras e imágenes que circularán hasta por el cyberespacio que dirán que fue un éxito tremendo, insuperable – crearán nuevas palabras como en “1984” – para ensalzar esta actividad recientemente terminada.
Sean los números, las imágenes y las palabras que sean y vayan a ser, lo cierto es que la feria dejó de ser un espectáculo, una diversión y un destino para la recreación de la familia: desde el momento que se debe trasladar fuera de la ciudad, paga su ingreso y todo cuesta mucho más que en el comercio formal y establecido.
Ya no es un escaparate para mostrar el grado-nivel de desarrollo y progreso de nuestro estado, de nuestra industria y servicios o de la infraestructura agropecuaria: Es un negocio para el gobierno y lo mismo sucede con el parque-zoológico Benito Juárez: sirven para que haya ingresos para el gobierno, estar en contra de la economía popular y para justificar derroches.