Números de escándalo
Nadie podría alegrarse de haberse cumplido los pronósticos catastrofistas sobre el huracán Patricia. Los fenómenos naturales son impredecibles y, ciertamente, cuando ocurren desgracias es un deporte nacional fincar responsabilidades al gobierno por la acción de las fuerzas de la naturaleza ante las cuales ni la mejor coordinación institucional puede transformarse en un muro de contención que evite los daños.
El paso del“Patricia” que se degradó a tormenta y luego a depresión tropical,dejó inundaciones, deslaves, derrumbes ycaminos dañados; pero afortunadamente no hubo pérdida de vidas humanas.
Tampoco hubo situaciones comparables a las que se vivieron en 1988 con el huracán “Gilberto”, que devastó una amplia zona de Monterrey y dejó más de 200 muertos; ni con “Paulina” que en 1997 arrasó la zona habitacional, ubicada en las faldas montañosas cercanas a Acapulco, vialidades como la Costera Miguel Alemán y pasos a desnivel de la Autopista del Sol.
Nada comparable tampoco, con “Vilma” que afectó a la península de Yucatán en 2005, destruyendo la infraestructura turística de Cancún; ni con los recientes “Manuel” e “Ingrid” que se presentaron simultáneamente en 2013, uno en el Golfo y otro en el Pacífico, dejando 157 muertos y el mayor número de damnificados de que se tenga memoria en los tiempos recientes por un fenómeno climático.
“Manuel” afectó particularmente a Michoacán, la infraestructura carretera que fue destruida hace dos años, no ha sido totalmente reparada, la carretera Tztzio-Huetamo es un ejemplo en el que aún se muestran estragos de aquel fenómeno; fracturas en la cinta asfálticaobligan a los conductores a virar repentinamente exponiéndolos a accidentes.
Los daños causados por “Patricia” no fueron los anunciados, y debe ser motivo para celebrar que la desgracia no se haya enseñoreado del territorio mexicano. Aunque fue catalogado por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, como “el huracán más fuerte registrado en el hemisferio occidental”, la BBC de Londres informó con oportunidad en su sitio web: “eso no significa que vaya a ser el más destructivo, lo normal es que pierda fuerza al momento de tocar tierra y mucho dependerá de su trayectoria y las medidas tomadas por las autoridades mexicanas para reducir los riesgos.”
Pero de la oficina presidencial salió la versión de que estábamos ante el huracán más “terrible” de toda la historia; también de ser el más fuerte registrado en el hemisferio occidental pasó por decreto presidencial a ser el más peligroso del mundo. En su cuenta de Twitter, del presidente apareció el siguiente mensaje al mediodía del pasado 23 de octubre: “De acuerdo con la última información de @Conagua_MX, el #HuracánPatricia es el más peligroso que se haya registrado en el mundo.”
Poco tiempo después en entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga el presidente tuvo expresiones como: “lo que estamos enfrentando, sin duda, es un fenómeno extraordinario, altamente peligroso”,“queremos que la población tenga conciencia de que vamos a enfrentar un fenómeno de la naturaleza de una fuerza no antes vista”, “la máxima categoría que hay en la peligrosidad y fuerza de un huracán, que es cuando llegan a alcanzar 250 kilómetros o más. Si hubiese una categoría 6, éste sería uno de categoría 6, Joaquín.”
Mientras el presidente hablaba de los “los graves efectos” previstos para cuando el huracán tocara tierra; un amigo michoacano, médico de profesión,ampliamente conocido, que vacacionaba en Punta Mita, Nayarit, que se suponía sería una de las regiones más afectadas por el meteoro, el viernes a las 13:59 horas,reportó que la terrible “Patricia” no aparecía, escribió en su muro de Facebook: “Mar en calma. No hay oleaje agresivo. Ligera lluvia. Hotel con altura sobre el nivel del mar de casi 40 metros. Conclusión: Si el huracán fuera de la intensidad sensacionalista con la que los noticieros presentan la nota, aquí ya tuviéramos oleaje agresivo, en mar y en tierra fuertes vientos. No hay nada. ¿Qué pretenden? 300 o 400 kilómetros de velocidad no se pueden ocultar. Es más cruel la agresión del miedo sobre la población que lo que realmente hay, …ches políticos baratos y feos, ahora que se trata de ocultar o disfrazar. En fin, al rato lo sabremos.
Se creó una verdadera psicosis, todavía por la noche del viernes, el presidente de la República Enrique Peña Nieto apareció como encargado de la sección del pronóstico del tiempo en la televisión nacional advirtiendo que “la parte más peligrosa del huracán” estaba por adentrarse al país. Aún el sábado la televisión mexicana trataba de pintar un cuadro patético de lo ocurrido, López Dóriga en vivo recibía los reportes de las desgracias que había dejado “Patricia”.
Nunca están de sobra las previsiones que se tomen ante la amenaza de un fenómeno natural, pero sí quedó la impresión de que las autoridades mexicanas exageraron la nota y sembraron un clima de alarma y zozobra. ¿Por qué? El rumor de que se pagarán 4.16 pesos más por litro de gasolina ocupó el imaginario popular, pues el viernes se aprobó la miscelánea fiscal en la Cámara de Diputados para ser turnada al Senado. Sin embargo, no es verídico que en esa proporción se elevará el precio del combustible; se calcula que se incrementará ligeramente en 2016. Inicia la liberalización de los precios de la gasolina a partir del año entrante; ello representa la entrada de franquicias distintas a Pemex, por una parte y significaría también, en estricto sentido, que si los precios mundiales del petróleo están bajos, la gasolina se abarataría; pero no será así, para financiarse el gobierno incrementa el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios a los combustibles para que los mexicanos sigamos pagando gasolina más cara que en Estados Unidos.