Revela procurador detención de 4 autores de la matanza de normalistas
Caso Iguala: distorsiones y omisiones
Peña Nieto tiene razón: el caso Iguala es un tema que se ha distorsionado.
Lo han distorsionado el GIEI y grupos políticos nacionales que manipulan el presente para controlar el futuro.
Mienten de una manera pertinaz y abrumadora a fin de que en el siguiente sexenio se tome como una realidad eso de que “fue el Estado”, y sentar en el banquillo al Presidente actual.
Se trata de borrar una verdad para fabricar otra versión, y luego sobre esa versión castigar.
Pero el tema de los 43 normalistas también se ha distorsionado porque el gobierno lo ha permitido.
Abandonó el debate, dejó que cuestionaran su investigación sin defenderse y entregó el caso a un grupo, el GIEI, que tiene una agenda política.
No ha habido capacidad de respuesta ante la embestida y el gobierno se ha dejado envolver por expertos en manipular hechos.
Los golpes hoy son en los medios de comunicación, pero la idea es que mañana sea en tribunales internacionales.
En lugar de explicar una y otra vez su investigación, enseñar los presos y sus testimonios ante todo el mundo y ser él quien machaque sobre lo que pasó aquella noche en Iguala, el gobierno cedió la iniciativa a quienes lo quieren condenar por un crimen que no cometió.
Al gobierno, ingenuamente, lo mejor que le vino a la mente fue contratar a un Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) recomendado por Emilio Álvarez Icaza.
¿Alguien duda de la agenda política –buena o mala- y de las ligas políticas de Álvarez Icaza?
Los currículum de los integrantes del GIEI -que ahora empezamos a conocer-, ¿no los estudió el gobierno mexicano antes de contratarlos?
Decir la verdad no es suficiente en un tema tan delicado como el caso Iguala, sino que hay que defenderla todos los días, exponer, debatir, mostrar. Eso el gobierno no lo ha hecho.
La perversidad de unos y la pasividad de otros van a provocar que se olvide el hecho que los normalistas fueron secuestrados por la policía de Iguala y entregados a los sicarios de Guerreros Unidos–que gobernaban Iguala- quienes los desaparecieron.
Lo directivos de la Normal de Ayotzinapa, que mandaron a los jóvenes a Iguala (sin que ellos lo supieran) son de una facción de la izquierda. Y las autoridades de Iguala, que asociadas con los narcos torturaron y mataron a los 43, eran de otra facción de la izquierda.
¿Quién los secuestró y quién los mató? ¿Peña Nieto?
Los mandaron al matadero, y los mataron, autoridades que fueron empoderadas por la “izquierda”… y hoy se han puesto en la vanguardia para exigir “justicia” y acusar que “fue el Estado”.
Todo ese cinismo que gana terreno, dentro de unos años va a quedar como “la auténtica verdad histórica” porque el gobierno no ha sabido defender la suya.
El GIEI ha sacado conclusiones imposibles de probar (como que no hubo incendio en Cocula la noche de la matanza) que evidencian su mala fe.
Su experto estuvo 20 minutos en el basurero de Cocula y dictaminó que los 43 jóvenes no pudieron haber sido quemados.
O sea, libérense a los 130 detenidos porque todo fue un “montaje del gobierno”.
Y quieren entrevistar a los miembros del 27 Batallón del Ejército –que ya rindieron sus declaraciones ante un juez- para que algún soldado se enrede con las preguntas y fortalecer su objetivo: “fue el Estado”.