Poder y dinero
Como ya había adelantado TUTTIFRUTTI en una pasada entrega, en 2015 saldrían a la luz pública nuevos escándalos que revelan el grado de corrupción y podredumbre que vive la clase política mexicana, especialmente de algunos miembros del PRI-el partido en el poder-de sus socios y parientes.
Curiosamente los promotores de divulgar las noticias que socavarán la poca credibilidad que aún le queda al Partido Revolucionario Institucional provienen del extranjero, si, de medios de comunicación internacionales, porque está claro que aquí los medios, salvo sus muy honrosas excepciones, son comparsa del poder.
El Wall Street Journal, el Financial Times y las revistas Newsweek y Time ya comenzaron a publicar artículos sobre los conflictos de intereses y corrupción que existen en las esferas más altas del poder en México.
Recientemente The New York Times, uno de los diarios más influyentes del mundo, comenzó a publicar diversos reportajes sobre el grado de corrupción que impera en México y cuyos actores principales son diversos personajes de la clase política mexicana.
Como muestra, tras una ardua investigación periodística de cuentas bancarias e inmobiliarias alrededor de todo el mundo, se descubrieron las cinco propiedades del exgobernador priista de Oaxaca, José MuratCasab, principalmente en Nueva York.
El citado diario-según me comentan algunos colegas del vecino país-continuará publicando en las próximas semanas, artículos sobre las propiedades y cuentas bancarias de personajes priistas principalmente, de familiares y hermanos incómodos. También habrá artículos dedicados a renombrados políticos y empresarios involucrados en conflictos de intereses.
Otra publicación en el mismo diario, dio a conocer las fortunas de políticos mexicanos que utilizaron al banco HSBC en Suiza para ocultar cientos de millones de dólares.
Como dato curioso, uno de los accionistas del periódico The New York Times es el mexicano Carlos Slim, a quien las “megareformas” promovidas por la actual administración federal no le han favorecido en lo absoluto.