Seguramente la mayoría de los mexicanos está muy contento con el desempeño del presidente Enrique Peña Nieto; aunque la economía esté paralizada, la delincuencia galopante y la corrupción gubernamental  a todo lo que da, miles de mexicanos decidieron votar por el PRI, quien mantendrá  con sus aliados la mayoría en el Congreso de la Unión.

Quienes pensábamos que los votantes podrían cambiar la historia de éste país nos equivocamos, sigue siendo más poderosa que la razón la compra y coerción del voto, especialmente en las amplias regiones donde existe pobreza e ignorancia.

Sin duda, lo más rescatable del pasado proceso electoral fueron los triunfos de los candidatos independientes; ellos son reflejo del hartazgo ciudadano a los partidos y sus actores y quienes demostraron que no es necesario dilapidar los recursos de los mexicanos en campañas políticas que sólo beneficia a sus dirigentes y sus amigos.

El ejemplo más claro es el de Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “ El Bronco”, que ganó la gubernatura de Nuevo León con el 48.9 % de los votos. Manuel Clouthier obtuvo una diputación federal por Culiacán, Sinaloa, al lograr el 42.3 % de los sufragios.

El candidato independiente César Valdés será alcalde de García, Nuevo León, con 41 % de los votos así como Pedro Kumamoto quien ganó la alcaldía de Zapopan, Jalisco quien obtuvo el 37.6 % de la votación.

Otros candidatos independientes que ganaron alcaldías son Alberto Méndez, quien al obtener el 29.3 % de los sufragios, será el próximo presidente municipal de Comonfort, Guanajuato y desde luego Alfonso Martínez, quien ganó la alcaldía de Morelia alcanzando 75 mil 380 votos de los morelianos.

En la elección federal para renovar la Cámara de Diputados, tomando los resultados que obtuvieron en sus distritos 22 aspirantes independientes, su promedio de votación fue de 9.24%.

Sin duda ésta es una clara señal a los partidos políticos a renovarse, de no hacerlo, el próximo presidente de la República bien podría ser un ciudadano independiente. Al tiempo.