Teléfono rojo
Me apena mucho la situación que vive Argentina.
Hace menos de un mes pasé unos días maravillosos en la ciudad de Corrientes y en Buenos Aires con entrañables amigo y como siempre la pase muy bien, lindo país, maravillosa comida y mejor los vinos, sin embargo pude denotar que su economía es un caos.
La reciente decisión del gobierno argentino de no pagar a sus acreedores confirmó mi percepción. La inflación a todo lo que da, el mercado negro de dólares presente en las calles de Buenos Aires y gran descontento popular por la inestable situación económica y el alto índice de violencia.
Me recordó mucho la situación que vivimos en México de 1994 a 2000 en la época del Presidente Ernesto Zedillo.
La receta para mejorar la situación financiera que vive Argentina podría ser renegociar la deuda e incrementar sus exportaciones, entre otras.
Y en exportaciones Argentina tiene experiencia, especialmente de vinos de mesa.
Argentina produjo en 2013, más de 332 millones de litros de vino para exportación, lo que generó a la industria vitivinícola una ganancia de casi mil millones de dólares. No obstante, en los últimos meses las cosas no pintan bien, se registra ya una caída en las exportaciones debido al ritmo devaluatorio que vive el país.
Pero en Argentina existe un fuerte apoyo gubernamental a los empresarios vitivinícolas a través de diversos incentivos fiscales y facilidades para incrementar las hectáreas para su producción.
En México el consumo anual de vino pasó de 27 millones de litros en el 2000 a 70 millones en 2013.
En el país, de cada 10 botellas de vino que se consumen, tres son de vino mexicano. Según cifras de Consejo Mexicano Vitivinícola, no se consume más porque hay una gran limitación en hectáreas plantadas pues solamente se tienen tres mil 600 hectáreas en todo el país para la producción de uva.
Ante la falta de disponibilidad de hectáreas para abastecer el mercado doméstico, de la producción de vino mexicano se exporta apenas el 10 por ciento. Hoy son ya ocho los estados productores de vino: Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro y Zacatecas.
Con casi el 90% de la producción, la Entidad que acapara el mercado es Baja California, cuyas propiedades climáticas —conocidas como clima mediterráneo con inviernos húmedos y veranos secos y templados—, la convierten en el lugar idóneo para la producción de vino.
Si los empresarios mexicanos contaran con apoyos gubernamentales como en Argentina, seguro que México podría convertirse en una potencia exportadora de vino, ya que muchos de ellos han ganado premios internacionales.