Libros de ayer y hoy
* Tlaxcala: lucha de tres mujeres y el padrinazgo de Felipe Calderón
* Ricardo Anaya le otorga Tlaxcala para frenar a Rafael Moreno Valle
* Vienen las peores horas para el veracruzano Javier Duarte de Ochoa
Nunca se había visto a tres mujeres en liza.
La lucha se dará en Tlaxcala.
Pudieron ser cuatro candidatas con la priísta Guadalupe Sánchez, pero el gobernador Mariano González Zarurhizo valer su amistad e influencias en los mandos políticos para impulsar a Marco Antonio Mena por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los resultados de junio dirán si fue una decisión acertada.
Por ahora importa centrar la información en cómo hay tres mujeres contendientes, algo imprevisible todavía hace un par de semanas.
Por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) va una ex priísta muy ligada a actividades sociales, dedicada desde siempre a apoyar a niñas y familias vulnerables.
Lorena Cuéllar Cisneros era priísta, recuperó la capital Tlaxcala para su partido y en 2012, fue ninguneada por el propio González Zarur:
-Tú no vas a nada –le dijo cuando buscaba ser senadora.
Desde ahí comenzó a reconstrurse, según me dice:
-Yo no me hubiera ido del PRI. Me sentía priísta, una priísta muy leal. Pero cuando se me cerraron todas las puertas, el PRD me invitó y empecé prácticamente de cero.
Agrega:
-El PRD no traía las tendencias y fue remontar y remontar. Hoy voy por la cosecha de cuanto he hecho, porque la gente me conoce. Me vio trabajar en la alcaldía de Tlaxcala en beneficio de la las colonias populares, sin guaruras, sin gastos superfluos, sin parafernalia.
-¿Y ahora? –le pregunto.
-Tengo a muchos priístas, panistas, petistas y hasta de Morena a mi lado. Será una especie de candidatura ciudadana y así gobernaré.
ADRIANA DAVILA Y LA INFLUENCIA DEL EX PRESIDENTE
Poco se ha dicho, pero Felipe Calderón tuvo la primera victoria panista en Tlaxcala.
Pragmático, se alió con el dirigente panista Ricardo Anaya para cerrar el paso a la precandidatura de Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, y el primer objetivo fue descarrilar la alianza tlaxcalteca con el PRD.
De esa manera quitaron a Agustín Basave la posibilidad de hacer un frente PAN-PRD tanto en Tlaxcala como en Puebla, aunque no ha desistido su interés.
Dávila era una mujer de manga ancha con el gobierno calderonista.
La suficiente para designar delegados federales, gestionar partidas, reorientar programas y hasta hacerle contrapeso al entonces gobernador panista Héctor Ortiz.
Con el apoyo del ex presidente fue candidata, aunque perdió con Mariano González Zarur.
La semana pasada Calderón le demostró una vez más su lealtad cuando se apareció por primera ocasión en la Comisión Permanente del PAN para apadrinar la postulación de Dávila.
Andaba festivo y Anaya no dudó en entregarle la plaza.
Dice el boletín del PAN:
“En un acto de sensibilidad, unidad y madurez política, José Alejandro Aguilar López y Adolfo Escobar Jardínez declinaron a favor de Adriana Dávila, quien el día de hoy encabeza todas las encuestas en Tlaxcala”.
En ese estado, decíamos, se enfrentarán tres mujeres.
La tercera es, para no variar, también una ex priísta: Martha Palafox, ahora apadrinada por Andrés Manuel López.
LAS HORAS MAS DIFICILES DE DUARTE DE OCHOA
1.- En las próximas horas la atención política estará concentrada en Veracruz y la suerte del aún gobernadorJavier Duarte de Ochoa.
Tiene muchos frentes abiertos:
De un lado está la molestia con que se le ve desde el poder central, al grado de analizar su remoción, como aquí adelantamos la semana anterior, y para lo cual será citado.
Adicionalmente están los crecientes reclamos del PAN y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para aclarar miles de millones de partidas federales supuestamente desviados.
Y por si fuera poco, ahí viene el candidato priísta Héctor Yunes, quien no tiene alternativa si quiere ganar: desde ahora debe comprometerse a procesar a Duarte de Ochoa y a quienes se supone han saquedo Veracruz.
Y 2.- el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Emilio Gamboa, tiene una propuesta interesante: incorporar a ese órgano legislativo a la vigilancia del gasto público.
Debe garantizarse, explicó, destinar el recorte a gasto corriente sin menoscabo de programas sociales, de seguridad y de grandes proyectos detonadores de empleo e inversión.