Abanico
Son, por méritos propios, dos de los políticos más campeadores.
Xóchitl Gálvez por Acción Nacional (PAN) y Ricardo Monreal por donde ande, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC) o Morena.
Y desde ahora, a reserva de ver su desempeño como delegados respectivamente de Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, son los seguros candidatos a jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) en 2018.
Pero han escogido caminos distintos.
El zacatecano sigue fiel a su costumbre de choque, de crítica, de denuncia, y entrará con una sacudida a la delegación Cuauhtémoc como no se ha visto desde cuando la ciudad adoptó al perredismo.
Malos augurios para la administración iniciada hace casi tres años por Alejandro Fernández y terminada por Jimena Martín del Campo, a quienes busca documentarles uno y mil delitos de corrupción, omisión e ineficiencia.
Luego el objetivo de Monreal serán el presidente Enrique Peña y el jefe de Gobierno Miguel Mancera, a quienes les marcará jerarquía jurisdiccional en aras de ganar simpatizantes y votos para las elecciones de 2018.
Así fabricará su futuro con una lógica resumida por él en una frase:
-Me resultó más difícil ganar Cuauhtémoc que el Distrito Federal.
XOCHITL: DE OSORIO CHONG AL 2018
Xóchitl Gálvez va en camino distinto.
De sus choques con Miguel Angel Osorio Chong cuando pretendía sucederlo como gobernadora de Hidalgo en 2010 –“cada uno se quedó con su golpe, sólo que él llevaba un Suburban y yo un Vochito”-, ha pasado a la conciliación.
Lo ha constatado el delegado saliente de Miguel Hidalgo, Humberto Morgan, con quien ha convenido iniciar los trámites de relevo y subir la información a internet en tiempo real.
Es decir, será un traslado transparente.
Su equipo se encargará de revisar el desempeño de la dupla perredista Víctor Hugo Romo-Humberto Morgan y, de encontrarse anomalías, informar para tomar las medidas administrativas o jurídicas adecuadas.
Xóchitl resume su actitud en una frase:
-No habrá cacería de brujas, pero cuando tengamos la información no habrá perdón.
El mejor ejemplo será, por el escándalo alcanzado, la remodelación de un tramo de Presidente Masaryk, donde según sus cálculos se han gastado tres o más veces el costo real.
-Yo sé de construcción y sé de qué hablo –me dijo.
Si procede, el resultado será el mismo de Ricardo Monreal en la Cuauhtémoc y a la ciudadanía sólo le quedará comparar la administración de uno y otro delegado, su eficiencia, y ver cuál de ellos merecerá el voto en 2018.
Pero de momento ellos parten como seguros contendientes.
ANAYA Y UN BUEN DESTINO DEL 80%
1.- Lo dijimos desde el inicio de la campaña: Javier Corral no sería contendiente de cuidado para Ricardo Anaya salvo por su propósito de llevar la elección interna del PAN a los tribunales.
Para allá va el chihuahuense, en quien los panistas no vieron opción de cambio por sus afanes revanchistas, su cercanía con Andrés Manuel López y su escasa solvencia moral y política.
–Corral es un merolico de sí mismo –lo definió el ex vocero panista Juan Ignacio Zavala, aunque tampoco ve en Anaya al hombre capaz de modificar al partido para regresarlo a sus orígenes filosóficos y a su vocación de poder.
Mientras tanto, el queretano debe determinar qué hacer con más de 80 por ciento de los votos obtenidos en las votaciones de ayer, sobre todo si se independiza en definitiva de Gustavo Madero.
2.- El Senado de la República dará seguimiento a las medidas para aplicar la reforma educativa porque sólo así será posible formar mejor a niños y jóvenes para hacerlos competitivos y cristalizar las reformas, afirmó Emilio Gamboa.
Especial cuidado se dará a estados como Oaxaca, donde el gobierno federal tiene el respaldo de la mayoría de los senadores para hacer valer la ley, destacó el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Y 3.- el gobernador saliente de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, prepara su último informe con datos federales, en especial el de la reducción de la pobreza.
Según el Coneval, en esa entidad 144 mil 100 potosinos superaron la pobreza extrema en el período 2010-2014.