Juego de ojos
El Senado de la República vive una indefinición por culpa de una fracción.
No sabe quién será su presidente durante el primer año de la próxima Legislatura, la LVIII, a iniciar el 1 de septiembre.
Desde 2000, cuando comenzó la alternancia, las principales fracciones asumieron el compromiso de rotarse la mesa directiva y correspondió a Diego Fernández de Cevallos ser el primero.
Manejaba a la principal bancada de entonces, la del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), y su contraparte priísta Enrique Jackson convino turnarse la presidencia.
La costumbre se mantuvo durante el calderonismo, aunque el priísta Manlio Fabio Beltrones tuvo el detalle de ceder ese cargo al perredista al ahora defenestrado dirigente Carlos Navarrete.
En la LII Legislatura, a punto de concluir, se instauró la equidad de priístas panistas y perredistas: se estrenó con el panista Ernesto Cordero, siguió con el priísta Raúl Cervantes y culmina con el perredista Miguel Barbosa.
En consecuencia, el turno es del PAN y en condiciones normales correspondería al coordinador Fernando Herrera.
Pero hay un problema: la designación la hace el presidente del partido y Ricardo Anaya necesita dar manotazos para marcar distancia con su antecesor Gustavo Madero.
Por ello ya se le han acercado varios senadores para pedirle hacer cambios y uno de ellos involucra a una de las instituciones más importantes del país: el Senado de la República, garante del pacto federal.
POLARIZACION AZUL EN DOS BANDOS
¿Quiénes son esos senadores?
Dos semanas atrás tuvieron una larga, larguísima comida con Anaya en el privado de un restaurante capitalino durante más de tres horas: José Rosas Aizpuro, Roberto Gil y Héctor Larios.
Estos nombres dan idea de la polarización imperante en el grupo senatorial del PAN.
De un lado, el coordinador Fernando Herrera y el colimense y su antecesor Jorge Luis Preciado.
Del otro quienes han acudido a Anaya para plantearle una disyuntiva:
–Herrera no debe tener dos posiciones. O es coordinador o es presidente de la mesa directiva. Más aún, las muestras de autonomía pasan por quitarle ambas posibilidades.
¿Porqué se han desbordado las ambiciones?
Simple, amén de la exposición y los recursos:
Dos de ellos buscan ser candidatos a gobernadores de sus respectivos estados el año próximo, Herrera en Aguascalientes y Rosas Aispuro en Durango, donde ya fue derrotado por Jorge Herrera.
Necesitan un foro para proyectarse nacionalmente y fortalecer sus aspiraciones en sus lugares de origen, una especie de pre campaña.
Gil y Larios presentan argumentos distintos para convencer a Anaya: no tienen ambiciones subsecuentes y por ello se ofrecen como conciliadores entre todos los grupos, amén de ser instrumentos para dar independencia al nuevo presidente.
EL PRI ACATARA PERO URGE ACUERDO
1.- El PRI sabrá respetar los acuerdos en el Senado, pero espera cordura y entendimiento en la bancada del PAN, ratificó el presidente de la Junta de Coordinación Política, Emilio Gamboa.
-Los compromisos son para cumplirse –dijo a su vez el vicepresidente, el también priísta Arturo Zamora, en espera de una decisión institucional azul.
2.- Los apoyos ordenados por el jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Mancera, incluirán a familiares de la colombiana asesinada en la colonia Narvarte, Mile Virginia Martin.
Esta decisión, aclaró ayer el procurador Fernando Ríos Garza, no suplantará jamás esfuerzos todas las líneas de investigación y sobre todo garantizar el trabajo periodístico.
3.- Un funcionario corrupto menos.
Emilio Lozoya ordenó denunciar y entregar toda la información de Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre Aroldo de Hoyos, quien desde Pemex Exploración y Producción era juez y parte en contratos a empresas suyas para suministrar tuberías.
Ya fue inhabilitado diez años.
4.- El priísta Juan Manuel Carreras ya recibe trato de gobernador.
La Unión Ganadera Regional lo invitó a clausurar su asamblea anual en Ciudad Valles y ofreció “trabajar de la mano” con el sector.