El plan alterno se preparó en secreto.

Si la izquierda hubiese intentado complicar la discusión y aprobación de la polémica Ley General del Servicio Profesional Docente en la Cámara de Diputados, no habría logrado su objetivo.
Desde la víspera un grupo de diputados y guardias habían ocupado varios balcones del salón de plenos para entregarlos al panista Ricardo Anaya, quien desde ahí hubiese dirigido la sesión.
Justo como hizo el priísta Jesús Murillo Karam hace casi un año cuando, todavía en el gobierno de Felipe Calderón, perredistas, petistas y otros radicales asaltaron la tribuna para intentar detener la reforma laboral.
El domingo no fue necesario por muchas razones: la vigilancia externa fue impecable, se dialogó con Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para hacer algunos ajustes al dictamen y ello desactivó la rebelión de opositores a la ley, en especial perredistas.
Eso fue el domingo, pero tiene vigencia para este martes.
Los senadores se aprestan a culminar hoy, de preferencia temprano, la reforma educativa con la única norma reglamentaria pendiente.
Dicho en lenguaje llano, el poder está dispuesto a actuar y a no ceder más.
Por eso la vigilancia jamás vista en el Senado, murallas de metal incluidas.
AYALA NO HACE CERA Y PABILO DE GORDILLO
Ver para creer:
Joel Ayala Almeida, el odiado adversario de Elba Esther Gordillo, no ha sacado ventaja del encarcelamiento de la ex dirigente magisterial.
Su animadversión tiene mucha historia:
En 2001 Ayala debía dejar la secretaría general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) yGordillo aspiraba a dirigir el organismo máximo de la burocracia mexicana.
Con el apoyo de Vicente Fox quería sumarla a su enorme parcela de poder, entonces compuesta por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), el ISSSTE, la Lotería Nacional (Lotenal), el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP)…
Ayala le madrugó: convocó a un congreso de la FSTSE, reformó los estatutos, creó la presidencia para zanjar la reelección prohibida y dejó a Gordillo con un palmo de narices.
En respuesta, La Maestra sacó a SNTE de la FSTSE y, siempre con la complacencia de Fox, creó su propia organización de trabajadores federales, la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp).
Después formó su Partido Nueva Alianza (Panal).
El encarcelamiento de la señora Gordillo era oportunidad de Ayala para tratar de recuperar algunos gremios adheridos a la Fedessp.
No lo ha hecho.
-Ni lo haré –sostiene.
ACUERDO PARA LA BUROCRACIA CAPITALINA
Oportunidades ha habido.
Algunos dirigentes gremiales se han acercado a la FSTSE en busca de cobijo y lo reciben sin condicionamientos.
Es el caso del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), cuyo comité ve con optimismo el fin de tres lustros de abandono.
Algunos datos:
Los empleados del gobierno capitalino son los peor pagados, fruto del mal trato recibido desde tiempos de Cuauhtémoc Cárdenasporque ni Andrés López ni Marcelo Ebrard concedieron aumentos salariales dignos ni dieron base al personal.
Hoy esos trabajadores perciben hasta 30 por ciento menos de paga por sus servicios y más de 45 por ciento –algo así como 50 mil- está en calidad de eventual.
Los de limpia, por ejemplo.
Joel Ayala lo ha tomado como  reto personal y ya consiguió un incremento salarial -3.9 por ciento más ayuda alimentaria y otros bonos- y negocia con Luis Videgaray Miguel Mancera la incorporación de esos 50 mil trabajadores al ISSSTE.
Es un proyecto de cientos de millones de pesos bajo negociación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y acuerdos de la FSTSE y el SUTGDF con los gobiernos federal y capitalino.
-Jamás habíamos estado tan bien –dice Juan Ayala Rivero, dirigente de ese sindicato.