Voz ausente sobre el crimen de Luis Donaldo Colosio ha sido la de Ernesto Zedillo.
No ha intervenido a pesar de señalamientos.
Los colosistas, casi en su totalidad marginados por él del gobierno, lo acusan de haber odiado al ex candidato presidencial a pesar de ser el usufructuario del crimen de Lomas Taurinas.
Esos mismos colosistas le atribuyen a Zedillo el epíteto de su descalificación:
–Las viudas de Colosio.
Cuando miembros del equipo zedillista se lanzaron contra Manuel Camacho y lo acusaron de haber enturbiado el ambiente durante la breve campaña presidencial del sonorense, el ex jefe del Departamento del Distrito Federal (DDF) recurrió a una frase sin respuesta:
-Yo no fui beneficiario de su muerte.
De ese pleito político hay víctimas.
Dos paradigmáticos: el propio Camacho, a quien orillaron a abandonar el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Alfonso Durazo, a quien culparon de la filtración de la carta de Zedillo del 19 de marzo de 1994, donde lo aconsejaba Colosio ser disciplinado con Carlos Salinas.
En corto, sin embargo, sí hay pistas del pensamiento de Zedillo.
“NO SOPORTARIA VER EL VIDEO”: ZEDILLO
Sucedió en la ciudad de Chihuahua a mediados de julio, un mes antes de la elección.
Empezaban las últimas actos de campaña, luego llamados cierres regionales.
Terminadas sus mítines en Chihuahua, Zedillo acudió a cenar a una taquería llamada Chano y Chonacompañado de su esposa Nilda Patricia Velasco, Liébano Sáinz y el general Roberto Miranda.
Este se puso a distancia.
En la plática pregunté al candidato sobre los avances de la investigación.
-Yo no he visto el video. No quiero verlo –y bajó el rostro mientras lo cubría con la mano derecha.
-¿Por qué? –le insistí.
-Mi amigo… No lo soportaría –y casi lloró.
Intenté saber más sobre la averiguación del fiscal Miguel Montes.
Repuesto del trance, Zedillo extrajo una carpeta colocada en la banca del gabinete entre él y Nilda Patricia y me mostró unos párrafos de una carta firmada por Fidel Castro.
Decía más o menos lo siguiente (cito de memoria):
-Después de revisar todos los atentados en mi contra y de ver 20 veces el video del asesinato de Luis Donaldo Colosio, concluyo que fue realizado por un megalómano con afanes de notoriedad.
Remataba: “Un asesino solitario”.
Zedillo retiró la carta.
-¿Ves? Fue un asesino solitario. No le demos vuelta. Eso es lo que hay que decir.
Un par de días después, el 18 de julio, el fiscal Montes salió a fijar la conclusión histórica: fue un asesino solitario.
Me parece ver una operación de Estado.
TELMEX, TELCEL, SU DOMINANCIA Y THE ECONOMIST
1.- En víspera de conocerse las leyes reglamentarias de telecomunicaciones, la operación de los actores es evidente.
The Economist difundió informaciones a favor de Teléfonos de México (Telmex) y Telcel donde se califica de falsa la pérdida de bienestar en México por alta concentración, malos servicios y precios elevados en telecomunicaciones, como señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) .
Los editores no se quedaron con esta versión y recurrieron a ese organismo para concluir: la metodología de la OCDE es correcta y muestra la realidad del sector dominado por los consorcios de Carlos Slim.
2.- La pelea por la presidencia de Acción Nacional (PAN) entre Ernesto Cordero y Gustavo Maderoya incluye lo adelantado aquí, las denuncias por corrupción.
Con un error: el grupo calderonita-yunquista quiso golpear a Manlio Fabio Beltrones con el tema de los moches y les salió el tiro al revés.
El alcalde de Celaya, Ismael Pérez Ordaz, salió a desmentir la información.
Pero habrá nuevos escándalos.
Y 3.- la Secretaría de Turismo (Sectur) promociona las estimaciones del Consejo Mundial de Viajes de Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), en los cuales se prevé un crecimiento marcado para México.
Gracias a las políticas de impulso, dice el WTTC, el aumento de la afluencia será muy elevado en 2014.
Entre esas políticas impulsadas por la titular Claudia Ruiz Massieu se encuentra la facilitación o sustitución de visados, ejemplo a seguir por muchos países, recomienda el organismo.