Política al margen
Les ganó la presidencia del partido.
Volvió a imponerse con su reelección.
Y ahora, aun antes de iniciarse los respectivos procesos, Gustavo Madero ya empieza a celebrar sus inminentes victorias sobre el grupo afín al ex presidente Felipe Calderón.
Por partes:
El de Chihuahua midió la debilidad del michoacano en diciembre de 2010, cuando éste todavía detentaba la Presidencia de la República y, se suponía, con suficiente ascendencia en Acción Nacional (PAN), al cual presidió.
Pero no.
Calderón no pudo imponer a su ex secretario particular Roberto Gil y Madero lo arrasó junto con Cecilia Romero, quien había retirado del Instituto Nacional de Migración (INM).
Perdida aquella batalla, vendría la de su relevo en mayo de 2014.
Madero manejó el partido a su gusto.
Encomendó la presidencia del PAN a Cecilia Romero y se fue a hacer campaña para enfrentar por segunda ocasión a otro calderonista:Ernesto Cordero, fallido aspirante a la candidatura presidencial ante Josefina Vázquez Mota.
Tras este segundo encumbramiento Madero ha ejercido un control de hierro sobre los órganos de partido y los ha usado contra quienes se identifican con el ex presidente Calderón.
Salvo pequeños casos.
LA RUTA MADERISTA TRAZADA DESDE 2014
Desde 2014 trazó su ruta en el PAN.
Cuando lo creyó conveniente, Gustavo Madero ideó un segundo interinato y encomendó el partido a Ricardo Anaya mientras él preparaba las candidaturas para diputados federales y gobernadores.
Una vez más les cerró el paso a los calderonistas, al grado de marginar a Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, para diputada.
En ese ambiente, Ernesto Cordero sintió como triunfos del grupo del ex mandatario la participación de cuatro senadores panistas en campañas estatales: Francisco Domínguez en Querétaro, Sonia Mendoza en San Luis Potosí, Carlos Mendoza en Baja California sur y por supuestoLuisa María Calderón en Michoacán.
Felipe Calderón intentó participar en muchas campañas pero encontró un vacío promovido desde el PAN y, desesperado, en plena contienda anunció la posibilidad de retirarse del partido y crear uno propio, al estilo de Andrés Manuel López.
-Hasta el 7 de junio soy panista y haré campaña por el PAN. Después no sé –declaró.
Con esos antecedentes, y sobre todo porque les están cerrados todos los espacios, Margarita Zavala sorprendió cuando anunció su intención de disputar la presidencia azul.
CANDIDATURA CIUDADANA DE MARGARITA
Apenas lo anunció, vino la avalancha en su contra.
Desde principios de año, cuando Gustavo Madero lo designó coordinador en San Lázaro, Ricardo Anaya estaba predestinado a llegar a la presidencia del PAN por la vía electoral.
-Es candidato único pero no de unidad –acotó Ernesto Cordero.
Será presidente, como Madero será coordinador parlamentario una vez más.
Margarita Zavala y el calderonismo sintieron nuevamente el control maderista y por ello la ex primera dama decidió anunciar su intención de ser candidata a la Presidencia.
Tal vez lo sea, pero no por el PAN.
Así lo entienden porque en redes sociales Margarita se promueve con un azul más intenso al del partido y con combinaciones blancas, antesala de una candidatura ciudadana.
Es la consecuencia de un calderonismo debilitado, con muchos considerados leales –Javier Lozano, quien sueña con la candidatura de Puebla y por eso se alía a Rafael Moreno Valle; Roberto Gil, Francisco Domínguez, Carlos Mendoza y otros- hasta hace poco.
Han capitulado y el maderismo dominará al PAN los próximos años.
La única duda es si cumplirá su promesa de no ir buscar la Presidencia de la República –“¡No me chingues!”, dijo a Ciro Gómez Leyva- y si mantendrá su aparente alianza con Moreno Valle.