Poder y dinero
Un equipo muy especial investiga a periodistas de élite.
Sobre todo a columnistas y con mayor interés si son críticos o manejan información confidencial o comprometedora.
¿Quién ha ordenado este trabajo?
Pocos lo saben.
Sí se sabe, en cambio, hacia dónde va el material recolectado.
No va a la oficina del presidente Enrique Peña Nieto, tampoco a la Coordinación de Comunicación Social, a cargo de David López Gutiérrezy, por lo investigado, ni a la Secretaría de Gobernación (Segob) de Miguel Angel Osorio Chong o el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de Eugenio Imaz.
Hay un norte.
Los propios recolectores de datos apuntan simplemente a la Oficina de la Presidencia de la República de Aurelio Nuño Mayer.
Los interrogatorios incluyen preguntas como las siguientes:
¿Quiénes son sus fuentes informativas?
¿Qué intereses tiene?
¿Cuál es su tendencia?
¿Cómo la lleva con zutano, mengano o perengano, regularmente líder político, gobernador o secretario de Estado?
Obvio, el cuestionario parte de un análisis previo muy meticuloso sobre temas tratados en sus artículos o columnas, enfoques y elogios o señalamientos a actores específicos.
EN BUSCA DEL PERFIL DEL COORDINADOR PRIISTA
Ya hay algunos resultados.
No pocos comunicadores han sido contactados por alguien del gobierno y, con suficiente tacto para no despertar suspicacias, se les da información confidencial y se les promete mayor contacto para el futuro.
No se sabe de ninguna advertencia.
Mientras se avanza en esta estrategia, continúan las revisiones curriculares para ver quiénes integrarán las listas de candidatos plurinominales de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM )a diputados federales por las cinco circunscripciones.
Irán, qué duda cabe, cuadros de confianza del presidente Enrique Peña Nieto porque integrarán la burbuja priísta de la próxima Legislatura y deberán apuntalar la segunda generación de reformas del régimen.
En este contexto se menciona precisamente a Aurelio Nuño Mayer, desde ya principal prospecto para coordinador de la bancada tricolor.
UN MIL USOS EN EL SISTEMA DE INVESTIGADORES
1.- Mario Miguel Carrillo Huerta es un diputado de baja monta en San Lázaro.
Tío del senador Mario Delgado.
Pero tiene una singularidad: es profesor de tiempo completo en varias universidades públicas y ha empatado esas labores docentes con otras como legislador y funcionario del Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Con su currículum académico hoy intenta incorporarse a las comisiones evaluadores del Sistema Nacional de Investigadores para influir en el desarrollo científico y, no pocos lo dudan, hacer campaña por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Contra el gobierno federal y el priísmo, pues.
Estos datos circulan en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) justo cuando estamos en víspera del cierre de las votaciones para integrar las comisiones del Consejo Nacional respectivo.
2.- A tono con la tendencia mundial, México se prepara para un largo período de bajos precios petroleros y las políticas se atacarán desde distintos flancos.
En ese sentido, una de las primeras decisiones fue reducir el presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en 62 mil millones de pesos, más de diez por ciento del presupuesto de 540 mil millones aprobado por la Cámara de Diputados.
En aras de no atenuar el impacto, el director Emilio Lozoya renegocia contratos con los principales proveedores de esa empresa, práctica calificada por el como “usual”.
Y 3.- Justo cuando en México se discute un Sistema Nacional Anticorrupción, el embajador estadunidense Anthony Wayne hizo una oferta en el foro senatorial México en el Mundo. Diagnóstico y perspectivas de las relaciones internacionales:
“Estados Unidos está dispuesto a colaborar con México (…) en la lucha contra la corrupción y la criminalidad. Nos gustaría definir nuestra colaboración para que tenga mayor impacto”.