La opción
Hace tres semanas estaba listo el operativo.
-Es muy selectivo y estrictamente legal –aseguró una fuente acreditada.
Se trataría de actuar contra quienes, de pasado criminal o actos documentados contra el Estado y la sociedad, participan e instigan con miras a generar violencia.
Pero se pasó el tiempo.
Ahora la apuesta es por la negociación, dice y por ahí seguirá el discurso oficial.
El gobierno no cambiará de actitud, a ver cuándo se cansan los maestros y no maestros con las autopistas, las casetas, la ciudad de México y el país entero a su merced.
El problema tiene dos frentes.
Ya no es sólo la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y sus crecientes aliados, sino la actitud sospechosa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y su dirigencia encabezada por Juan Díaz de la Torre.
Partamos de algunos registros:
¿Había escuchado usted, hasta la semana pasada, alguna condena del SNTE y/o Díaz de la Torre al movimiento adverso a la profesionalización de la enseñanza?
¿Alguien ha visto a Díaz de la Torre en labores de base para aglutinar al SNTE y frenar el resquebrajamiento del gremio al cual supuestamente se debe y por el cual no responde?
O, ¿hay registro de denuncias de Díaz de la Torre en contra de su antigua mentora Elba Esther Gordillo –hoy su mentor es le gobierno- por los desvíos de recursos magisteriales?
Tampoco lo hay de la CNTE, pero el jalisciense no es ni denunciante ni testigo ni líder ni nada.
A ver si no pasa de misterioso a indiciado.
LLAMADO DE ATENCION Y REACCION DE CNTE
La sospecha, decíamos arriba, es beneficioso para Elba Esther Gordillo.
¿Por qué?
Porque se ha generalizado una idea:
-Con ella no pasaba esto. Debieron sacar la reforma educativa y luego detenerla.
De aquel juicio se pasa a un deseo:
-El movimiento ha desbordado al gobierno y sólo puede detenerlo La Maestra.
Intencional o no, Juan Díaz de la Torre ha contribuido a generar esas especulaciones cuyo fin sería orillar al gobierno de Enrique Peña Nieto a excarcelar a la señora Gordillo.
Quién sabe si tal certidumbre motivó al alto mando político a llamarlo a la Secretaría de Gobernación (Segob) para pedirle acción, control, operación porque el SNTE se pulveriza.
Díaz de la Torre fue y, ¿qué cree usted?
De inmediato citó el sábado pasado a miembros del Consejo del sindicato y juntos decidieron convocar al pleno y en éste, reunido en un hotel del sur de la ciudad de México, los secretarios seccionales tuvieron un reclamo generalizado:
-¿Por qué no nos dejan actuar? Nuestra militancia se está yendo…
La misma sospecha del gobierno ante la pasividad de su dirigente formal.
Díaz de la Torre no dio respuesta y, en lugar de ello, convocó a una conferencia de prensa en otro hotel para decir una mentira:
-95 por ciento de los maestros está en las aulas.
Extraoficialmente se habla de un paro de 15 a 20 por ciento, unos 300 mil.
SIN CANDIDATOS PARA EL RELEVO DEL SNTE
Si la conducta del SNTE y de Juan Díaz de la Torre crea recelo, también la de la CNTE.
He aquí la reflexión oficial:
-¿Por qué durante semanas el magisterio disidente se había abstenido de criticar al SNTE, a Juan Díaz de la Torre y a Elba Esther Gordillo?
Y, para documentar la suspicacia, ¿por qué después de haber sido citado Díaz de la Torre la CNTE se manifestó frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y las oficinas centrales del SNTE?
Justo después de la llamada de atención y de una forma muy tenue.
Violentos como son, como los vimos ayer ante la fuerza pública del Distrito Federal, el martes los maestros no exhibieron furia semejante a cuando quemaban la puerta principal, rompían vidrios y saqueaban las instalaciones del sindicato.
Antes no dejaban en paz –y menos la Sección 22- a La Maestra, cuya efigie paseaban y quemaban en las plazas de sus manifestaciones para proyectarla como causante de sus desgracias supuestas o reales.
Todo esto, decíamos arriba, preocupa a las autoridades, pero también a los maestros.
Era cuestión de ver los rostros de los dirigentes seccionales del SNTE en las reuniones de fin y de principio de semana.
Acaso la más ilustradora era la de Carlos Moreira, dirigente en Coahuila y quien, dicho sea de paso, incrementa su aceptación en el gremio aunque no por ello sea viable su postulación para sucesor de Díaz de la Torre.
Lástima: en el apellido lleva su sentencia.