Además de resucitar, Cuauhtémoc Cárdenas ha logrado dar vida a otros.
A dos en especial:
Al Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuya sangría hacia el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) no tenía pronóstico ni veía fin.
Y a Los Chuchos, la tribu de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, detentadora del aparato perredista y cuya hegemonía trata de ser demolida por Andrés López y por Marcelo Ebrard, aspirante éste de bajo peso a suceder a presidir ese partido.
El hálito les llegó cuando esa corriente enfrentaba los mayores embates.
El señor López se ha preparado desde hace casi un año y tiene casi listas sus movilizaciones para dos batallas cruciales: la oposición callejera a las reformas energética y hacendaria.
En ambos casos hay causas: la propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex) por parte del Estado y la oposición definitiva al Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos y medicinas.
Son banderas de hondo calado en la sociedad y a ellas apuesta para posicionar a Morena y reposicionarse él mismo en las elecciones federales de 2015, antesala de su tercera candidatura presidencial.
Iba bien cuando de repente reapareció Cárdenas con su prestigio moral y político para abanderar la defensa del petróleo y Los Chuchos, ayunos de apoyo, se adhirieron a él para sacar beneficio.
VENGANZA Y DEBILITAMIENTO DE AMLO
El liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas dio en varias bandas.
El PRD es hechura suya.
Es el fruto maduro del embrionario Frente Democrático Nacional (FDN) de 1988, cuando por primera vez el priísmo estuvo en jaque y se cuestionó la elección presidencial de Carlos Salinas.
El escenario actual, con la izquierda maciza de 2006 y 2012, sería inconcebible sin la visión y el carisma del hijo del expropiador Lázaro Cárdenas.
Su proyecto, además, es de mediano plazo.
El lo dijo: abandonará todas sus actividades para dedicarse de tiempo completo a impulsar una consulta nacional de aquí a 2015, justo el año de las elecciones intermedias del gobierno de Enrique Peña.
Su anuncio sumó a muchos nacionalistas y regresó a perredistas quienes, acaso desilusionados de Los Chuchos, se habían sumado al movimiento de Andrés López y no votarían por el PRD en 2015.
La hoja de ruta trazada por Cárdenas polariza a la izquierda y da de frente contra la agrupación del tabasqueño, pues ya no estará sola y verá a su espejo en el hijo del Tata con la campaña contra las reformas constitucionales.
Sólo él sabe si lo toma como venganza contra quien lo traicionó desde el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y lo desplazó del partido, pero ni Morena ni López tendrán el camino libre para la próxima contienda y quizá deban compartir los votos de la izquierda.
No muchos: históricamente en las intermedias el PRD, con Cuauhtémoc, Andrés y Los Chuchos, ha obtenido menos del 20 por ciento de los sufragios.
Ya en 2018 verán si van unidos, pero de momento Cárdenas ha detenido la sangría perredista por quienes ven en él liderazgo, causa y símbolo.
Víctima colateral es Marcelo Ebrard, quien quiso aprovechar la reforma energética para resurgir y ha sido desplazado por el michoacano.
MANCERA EN CAMPAÑA EN MAZATLAN
1.- Ayer fue día de anuncios.
El presidente Enrique Peña confirmó la inversión de ocho mil 631 millones de dólares en el sector turístico, fruto de las gestiones realizadas por varios secretarios y el director de Fonatur, Héctor Gómez Baraza, en China.
Luego el gobernador mexiquense Eruviel Avila certificó la canalización de 45 millones de dólares de la fábrica automotriz Daimler para impulsar proyectos como el tren México-Toluca y la carretera Naucalpan-Toluca.
La ampliación ha contribuido a otras cifras mexiquenses: 40 mil nuevos empleos en el año, dato del Seguro Social, y creación de siete mil negocios, de acuerdo al Inegi.
Y 2.- el jefe de Gobierno, Miguel Mancera, fue víctima del cierre del aeropuerto de Mazatlán por la visita presidencial.
Su salida estaba prevista para las 17:19 horas locales y el retraso fue de varias horas.
No desaprovechó el tiempo: decenas de personas se fotografiaron con él, repartió autógrafos y escuchó muchas peticiones.
Luego viajó a medio avión, en clase turista.