Las campañas del año próximo podrían presentar una novedad:

La coalición de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).

Las pláticas están muy avanzadas entre las cúpulas de ambas fuerzas y cuentan con el aval de sus dirigentes nacionales, respectivamente César Camacho Quiroz y Gustavo Madero.

Y aunque en ellas participan representantes de distinto nivel e influencia, el compromiso de culminarlas recae en el priísta Manuel Andrade Díaz y el panista Mauricio Tabe.

Han partido de un marco muy simple: la coalición será sólo en el Distrito Federal y sin llegar a alianza para eludir la plataforma común y otros requisitos exigidos por la ley.

Tanto a tricolores como a azules los motiva el dominio ejercido durante 17 años, cuando Cuauhtémoc Cárdenas se hizo de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Desde 1997, argumentan, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha usado su hegemonía para imponer su agenda, utilizar los programas públicos con fines clientelares y aplastar a la oposición en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Ahora mismo trata de imponerse la legalización de la mariguana contra la voluntad de la ciudadanía y de la mayoría de las fuerzas políticas, PAN y PRI incluidos.

El objetivo también es elemental: propiciar la alternancia en la ciudad de México.

RUTA PARA BUSCAR 112 CARGOS DE ELECCION

La ruta también está fijada:

En principio habrá respeto mutuo.

Esto supone cuidar las áreas de influencia de ambos partidos: la delegación Benito Juárez para el PAN y la de Cuajimalpa para el PRI.

A mitad de año se levantarán encuestas para ver cuáles cuadros tienen posibilidades de victoria en las demás jurisdicciones.

La dupla Gustavo Madero-Mauricio Tabe ya reclama Miguel Hidalgo, mientras César Camacho y Manuel Andrade quieren Iztapalapa para uno de los suyos.

Y así…

Con ese esquema, más la alianza con grupos desertores del PRD y de otros partidos de izquierda, creen estar en condiciones de ganar al menos ocho delegaciones y competir en dos o tres más.

Pero no son sólo las delegaciones.

A reserva de esperar los trabajos de redistritación en la capital, estarán en juego 112 posiciones: 16 delegaciones, 30 diputaciones federales y 66 locales, 40 de ellas de mayoría.

Las condiciones se les acomodan: el PRD aparece dividido y debilitado, Andrés López no puede ir en alianza con ellos por impedimento de ley y eso fractura una fuerza sólida en las pasadas cinco elecciones, de 2000 a 2012.

La izquierda acudirá fragmentada al menos en dos: PRD –los votos de Movimiento Ciudadano (MC) y del Partido del Trabajo (PT) son simbólicos- y Morena.

COSSIO NO PRETENDE SUCEDER A SILVA MEZA

1.- El ministro José Ramón Cossío hizo saber a esta columna una decisión: no contenderá por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Está concentrado en sus labores de ministro y como miembro de El Colegio Nacional, a donde acaba de ingresar.

En consecuencia, dice, no enfrentará al ministro Luz María Aguilar y quienes se inscriban –otro prospecto con intenciones y posibilidades es Sergio Vals, como se anotó aquí el martes- para suceder a Juan Silva Meza.

Pero Vals debe atender primero su salud y después determinar si compite por el cargo de ministro presidente.

En todo caso, el único adversario posible de Luz María Aguilar sería Fernando Franco.

Y 2.- al menos de inicio se ve lógica la estrategia para elegir consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE).

El priísta Manlio Fabio Beltrones, el panista Luis Alberto Aguilar y el perredista Silvano Aureoles han convenido llevar un proceso con transparencia para no abrir espacios a la sospecha como en el pasado.

Beltrones puso un requisito político:

-Si queremos la confianza del electorado en sus instituciones, en su democracia, es necesario elegir a los mejores candidatos, haciendo a un lado cualquier tinte partidista.