Teléfeno Rojo / José Ureña
· Elba Esther regresa a una vida casi normal desde el hospital
· Nunca ha recibido ofertas oficiales para negociar su libertad
· Peña pone orden en su gabinete: ninguna injerencia ante EU
-Está más repuestita –dice un ex colaborador.
-De buen humor –refiere otro.
-Y con mucho optimismo sobre su futuro –narra alguien más.
Debe ser.
Han cambiado las estrictas reglas a las cuales fue sometida Elba Esther Gordillo tras su detención el 26 de febrero de 2013 y hoy vive con relativa tranquilidad en un modesto hospital en una colonia céntrica de la ciudad de México.
No es el deseado por ella ni el solicitado por sus abogados, pero ahí recibe el tratamiento médico necesario y ahí permanecerá seguramente algún tiempo más porque así lo exigen sus condiciones de salud.
Cuenta con una vigilancia efectiva pero discreta, tiene algunas facilidades para recibir a sus visitantes –cada vez más, sin llegar a multitud- y puede platicar con libertad.
-No habla de política, no critica al gobierno, es discreta cuando da opinión y sobre todo escucha. Pregunta mucho y oye con atención los comentarios.
Por su actitud, se diría, no hay rencor contra el gobierno de Enrique Peña Nieto.
NINGUNA LIBERTAD A CAMBIO DE CULPA
Sus mayores sentimientos son hacia personas.
Muchos familiares la abandonaron, casi todos sus colaboradores de confianza la traicionaron, quienes recibieron favores hoy hablan mal de ella e inclusive declararon en su contra.
Así es la condición humana, interpreta ella, pero también hubo factores ajenos.
Celosas, las autoridades carcelarias capitalinas tenían una lista –real o elaborada por ellos mismos- sobre los visitantes autorizados para visitarla en el penal de Tepepan.
Sólo tenían permiso su médico particular, sus dos hijas –Mónica Arriola Gordillo ya murió-, su nieto René Fujiwara, su defensor Marco Antonio del Toro y alguno más.
Hasta a su antiguo secretario particular y hoy senador Manuel Cárdenas Fonseca le fue negado el acceso cuando, diputado local sinaloense, acudió “simplemente para saludarla”.
En el hospital ve más gente pero no del gobierno, como se ha especulado.
Este dato hunde al versión sobre supuestos mensajeros oficiales para pedirle se declare culpable de delitos graves a cambio de su prisión domiciliaria, asegura Del Toro.
En ese sentido su decisión es inalterable: seguirá la lucha jurídica y sólo por ella regresará a su casa.
PEÑA IMPONE PRUDENCIA AL GABINETE
1.- Lo decíamos ayer aquí: criticar con desmesura a Donald Trump, como lo han hecho secretarios de Estado y los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, perjudicará sensiblemente a México, gane o pierda el magnate.
Es abrir de par en par la puerta para la intervención injerencista para las elecciones presidenciales de 2018, cuando personajes como los ex mandatarios George & George Bush o William Clinton se sentirían con derecho a vetar a tl o cual candidato mexicano.
No lo apuntamos, pero el tema había llegado hasta el escritorio del presidente Enrique Peña Nieto y de la canciller Claudia Ruiz Massieu, por cierto molesta con las expresiones del magnate inmobiliario.
A falta de sensibilidad de miembros de su gabinete y políticos, Peña Nieto ordenó no interferir aunque la sociedad mexicana no esté de acuerdo.
¿A cambio de qué?
A lo dicho también aquí:
“Tampoco habremos de permitir que otra nación, ni Estados Unidos, ni otra, intervenga en los procesos internos electorales de nuestro país” .
Está servido el lector.
Y 2.- los procesos electorales han entrado en su fase final.
Ahora sí tendrán valor las encuestas, las acusaciones, las denuncias.
Los priístas, advirtió su dirigente Manlio Fabio Beltrones, será garante de la legalidad y no judicializará el proceso, pero defenderá sus triunfos en tribunales.