Última llamada
Pedí audiencia al Diputado Federal de Celaya, Felipe Arturo Camarena y me la concedió.
R- ¡Guau!, ¿de verdad te dio cita el Diputado Camarena, mi Santias?
S- ¡Sí!, y llevamos dos de tres, ya que el Chelís Oliveros, diputado por Apaseo, también tuvo la gentileza de escuchar una voz ciudadana; con el que sí me atoré fue con el Senador, antes, y hoy diputado, Luis Alberto Villarreal, pero es entendible, en esas fechas lo traían asoleado los medios al ligar a su familia con permisos de casinos en Guanajuato; y ahora que te digo, mi Rufo, el diputado es “caca grande” como para reunirse con un ciudadano de a pie; él es líder de su bancada y aspirante a gobernador en Guanajuato por el grupúsculo de “La Loma”, además de un innovador parlamentario, ya que en lugar de respetar el voto de sus pares, cual “maistro” marchista de la CNTE, propone tomar las calles para “exhibir” a quienes no piensan como él.
R- Grrr, ¿qué el voto no es libre y se respeta en el Congreso de los humanos, mi Santias?
S- No mí Rufo, para empezar el voto no se respeta, quienes pierden una votación, gritan como verduleras para hacerse notar y victimizarse, y la mayoría de las veces no son libres, por varias razones: La primera, porque muchos diputados son estúpidos, es decir, no tienen capacidad de discernir, muchos llegan a una curul por “arreglitos” con las cúpulas de sus partidos, por disciplinados y agachones y porque Dios es grande, no por capacidad personal. Segundo, por corrupción, muchos llegan para servirse cobrando “favores” o “servicios parlamentarios”, es decir, coyotaje. Tercero, por dependencia, muchos saben que su futuro político depende de “Su Partido”, de que no los bloquen, de que, con el apoyo de sus “líderes” y no del pueblo, puedan ser candidatos en el siguiente proceso electoral.
R- Auuu ¿Ton´s, si el voto no es libre para que reunirte con Camarena? ¿No es perder el tiempo?
S- Como en todo, mi Rufo, hay excepciones y si bien discrepo con Camarena en que admira a Carlos Salinas de Gortari y comparto la expresión de hartazgo de mi cuate Pepe Aizcorbe respecto a políticos y gobernantes, hasta por salud mental tengo que confiar en que todavía haya gente decente en la política y darles un voto de confianza a quienes no les conozco actos de corrupción, la alternativa es revolución o darnos un tiro… Pero no soy ingenuo, perro, se de los “arreglos” que se dan en el Congreso y en los gobiernos; un caso, para ejemplificar, es el del Presidente mentiroso.
R- Guarf, guarf, guarf. No me hagas reír, mi Santias, que tengo mis perrunos labios partidos. Para empezar, Felipe Calderón ya no es Presidente…
S- Eso ya lo sé. Y no estoy hablando del, hoy empleado de los güeros, el que dijo no saber nada del contrabando de armas de funcionarios gringos y que permitió que los caras pálidas se metieran hasta la cocina… ¡Sí!, no me refiero al mismo que hoy se queja como plañidera de que lo espiaron sus “amigous”… ¡No!, del que estoy hablando, es del que prometió impuestos justos y ya incumplió, del que le tembló la mano para poner un IVA generalizado y para que paguen los comerciantes “ilegales”, lo que permitiría a todos los mexicanos ser ciudadanos completos en hecho y derecho al cooperar con la República ¡No!, no hablo de Felipe ni de Chente, del que estoy hablando es del que juró servir a México y busca, en mi opinión, ofertar el petróleo, del que trató de embaucarnos mostrándose como cardenista, del que prometió traer justicia y acabar con la impunidad y del que cubre con su manto “presidencial” a Robero Deschamps, hablo del mismo que calló respecto a las tropelías de su mentor político, Arturo Montiel; de ese hablo, del que promete, no cumple y busca, con el show de firmar sus “compromisos”, dar valor a una palabra que no tiene.
R- Guau, en eso te doy la razón, démosles un voto de confianza a todos, hasta que, como Enrique Peña Nieto, con sus acciones lo pierdan.
S- Ese es el tema, mi Rufo, y la razón de pedir audiencia a diputados con los que hay expectativa de hacer las cosas bien, es que si tu interlocutor, como en el caso de EPN, es mentiroso: o eres estúpido al escuchar sus argumentaciones (justificaciones) o eres corrupto al seguirle el juego; y un diputado, como representante del pueblo no tiene derecho a ser ninguno de los dos, por lo que los argumentos esgrimidos por el Gobierno Federal para justificar cambios a la Constitución se descalifican solos y son inaceptables, simplemente porque parten de un mentiroso.
Con esto en mente y mi derecho ciudadano para mandatar a mi diputado, fue que me reuní con Felipe Camarena, para que, como mi representante: Vote en contra de cualquier cambio constitucional en energía, pero si vote a favor de combatir la corrupción en Pemex en todas sus variantes, incluidas la corrupción sindical, política y administrativa… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.