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Poder y dinero
“El divorcio”
Uruapan, Michoacán, 22 de julio del 2015
Casi de risa la demanda: tú no puedes salir con otro cuando esté presente mi hijo, yo tampoco saldré con otra enfrente de el…
S- Una costumbre muy mexicana y estúpida, es pretender controlar la vida del ex después del divorcio, se argumenta que por los hijos, pero ello convierte a un padre o madre en juzgador del otro, cuando cada uno es en sí y por sí, es padre o madre con todo el derecho para educar como considere conveniente, si se equivoca, ni modos, así le tocó a ese niño, un padre o una madre tonta.
R- Guarraguauuu, mi Santias, tocas hoy un tema que a los perritos nos causa extrañeza: el del divorcio entre los humanos y peor, el del control de vidas y personas a través de una institución, el matrimonio, que pretende ser la base de una sociedad que se deshace a pedazos entre el deterioro moral, espiritual, social, estructural y económico de sus integrantes.
S- ¡Chinche perro!, ni que alegar, en un párrafo describiste la terrible realidad social que hoy vivimos en México y en muchos otros países.
R- Guarf, guarf, es que como ladré, llama mi perruna atención el hecho de que siendo todos los seres vivos, seres libres en esencia, los humanos inventen instituciones que van en contra de su propia naturaleza de seres libres. Me explico: todos los animales, incluidos los perritos, buscamos vivir en libertad (que Uds. los humanos no nos dejen es otro asunto), en esa aspiración de libertad, lo que buscamos cada uno en su especie, es alcanzar su propia plenitud, es decir, ser un buen pez o un buen gato, o un buen perro, para ello y para continuidad de la especie, casi todos los seres vivos somos seres sexuales, lo que obliga a vivir sexualmente una vez alcanzada la madurez biológica.
S- Visto así, suena fácil, perro, siendo animal, cuando alcanzas tu madurez biológica te dedicas a vivir tu sexualidad instintivamente y fin de la historia, a tener perritos a lo pendejo sin ninguna responsabilidad.
R- Grrr, eso es mentira, los seres vivos del reino animal, no nos desentendemos de nuestros cachorros; los cuidamos y alimentamos, los enseñamos a cazar y a cuidarse de depredadores, en una palabra, los preparamos amorosamente para enfrentar exitosamente sus vidas. Es más, muchas especies, aves incluidas, cuidamos de nuestras hembras cuando están frágiles por la maternidad o el parto.
S- Ahora si cierro la boca ¡Tienes razón!, mi Rufo… La naturaleza es sabia y ella indica instintivamente a cada especie, no solo como vivir, sino como sobrevivir y perpetuarse exitosamente.
R- Auuu, lo que deriva en un manejo responsable de nuestra sexualidad y una vida social que incluye la vida sexual y el cuidado entre nosotros; las especies desarrolladas viven comunitariamente y exitosamente trabajamos en equipo.
S- Visto así ya empiezo a ver como una tontería el matrimonio entre humanos, mi Rufo, ya que el mismo se sustenta en el compromiso y el control del uno sobre el otro, es decir, se adquieren derechos y obligaciones, cuando el reino natural funciona más por lazos de instinto, ternura y compromiso libre.
R- Grrr, es impresión me dan los humanos, que en un afán de inventar formas “elevadas” de convivencia, se salieron de lo natural y la regaron, de ahí los divorcios y la inercia de querer controlar al ex cónyuge en lo que vive o quiere vivir. Dan la impresión de que en su mediocridad, su autoestima sube si controlan a alguien más.
S- Vuelvo a darte la razón, mi Rufo; reconociendo que el ser humano en su esencia aspira a ser libre, es un contrasentido construir instituciones que te privan de la libertad y peor, que cuando la institución se diluye o desaparece con un divorcio, sigamos pretendiendo controlar al otro(a) mediante acuerdos o convenios de divorcio, o un pretendido interés por los hijos.
R- Mi Santias, un perrito de la cuadra, famoso por su ingenio dice que: La causa de los divorcios entre humanos, es el matrimonio.
S- ¡Tiene razón tu amigo!, mi Rufo, si no hubieran matrimonios, no habría divorcios y viviríamos más de acuerdo a nuestra naturaleza projimal que instintivamente se sustenta en la colaboración mutua y la ternura,
Cierro el presente artículo con la reflexión inicial como reflexión final, después del divorcio el o la ex, es nadie como para opinar o influir sobre la vida del otro(a) y los hijos tendrán buena o mala suerte en función de la inteligencia y capacidad de amarlos sin egoísmos que tengan cada uno de sus padres… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador