Ecosig, prohibidas en México
Nuestro sistema electoral está diseñado para hacer trampas; no puede ser de otra manera cuando, quienes legislan, militan en partidos tramposos ¡Todos!…Si al candidato que hace trampa se le eliminara de la elección, lo pensarían dos veces antes de engañar, mentir o hacer trampa; si al partido tramposo, al reincidir le quitaran su registro, no habría trampas… Y ese es el “Quid”. Partidos y legisladores emanados de los partidos no quieren correr riesgo, por ello diseñan leyes que al ser violadas no pongan en riesgo su existencia… Y así el juego inicia y en las elecciones a la mexicana todos hacen trampa, todos compran votos, todos mienten y todos prometen sin la intención de cumplir. Y cuando son descubiertos; pues niegan, vuelven a mentir, patalean y rasgan sus vestiduras como plañideras ofendidas.Todos sabemos que en la campaña de Fox hubo financiamiento con dinero del extranjero, lo cual está prohibido. Si se hubiera descalificado a Fox por tramposo, México se hubiera ahorrado uno de los sexenios más vergonzantes, vacuos y denigrantes de su historia; pero no fue así, a Fox (PAN) se le puso una multa y la banda presidencial a sabiendas que el Presidente de la alternancia era un tramposo… En ese sexenio, los extranjeros (probables financiadores) hicieron su agosto y nos invadieron empresas de fuera y bancos españoles.Zedillo, el último presidente priísta (es un decir lo de priísta) del siglo XX, declaró: El proceso en el que fui elegido fue legal, pero inequitativo. Con ello aceptaba la disparidad de recursos y apoyos que recibía quien era candidato del partido en el poder. Desde entonces hemos hecho y modificado leyes para evitar las trampas e injusticias, siempre con la intención primera de que, si me cachan, no pase de una multa. Porque hoy, lo afirmo, no hay candidato ni partido que no haga trampas para ganar una elección… Con un agravante ético: a los tramposos no se les señala, castiga, ni excluye… Se les premia como eficaces operadores electorales.De Felipe Calderón se dice que ganó con el 0.56% de ventaja; aún dando por buena la cifra, el mismito Tribunal Electoral aceptó la ilegal injerencia de factores como: el ex presidente Fox y el sector empresarial incidiendo en forma incorrecta en la elección. Y así, después de aceptar la trampa, dictaminaron que no fue suficiente para alterar el pinche 0.56% que dio la ventaja a Felipe, es decir; ¡Si hubo trampa!, pero no suficiente trampa para cambiar el pírrico 0.56% ¡De locos!… ¿El costo?, 60,000 muertos, un país hecho pedazos, confrontado, el mayor deterioro histórico de sus instituciones de seguridad y de su ejército, instigado desde Los Pinos, y una dependencia vergonzante de los gringos.Hoy la elección del 2012 está impugnada, con las patas. Quienes impugnan, obvio los perdedores, han cambiado su versión en repetidas ocasiones: primero fue por trampa en las casillas, pidieron conteos de voto X voto y ¡Oh sorpresa!, les iba peor. Después argumentaron trampas de los funcionarios en las casillas, resulta que muchos eran de ellos y nada pudieron probar, las actas coincidían con el resultado. Finalmente se inclinaron por denunciar la compra de votos masiva, misma que sin argumentos ni pruebas, tasaron en cinco millones de votos ¿Por qué cinco millones y no tres?, fácil, porque si impugnan tres millones de votos y les dan la razón, aún así pierden, pero se quedan sin argumentos ¡Por eso tienen que ser cinco!,… aunque matemáticamente sea imposible probar que se compraron cinco millones de votos, por una sencilla razón, los votos en las casillas no tienen color diferente, ni marca, cuando son comprados… Y aún si la tuvieran, habría que descontar del número de votos comprados por el PRI, los votos comprados por los izquierdosos y por los azules, porque lo que es una realidad es que todas las prácticas tramposas, en esta elección, las realizaron todos los partidos ¡Todos compraron votos!; por eso es de risa escuchar a AMLO y sus comparsas el quejarse de que les hicieron trampa con un argumento que bien podría ser: Señores del IFE venimos a denunciar que los del PRI fueron más listos, hábiles y organizados para hacer trampas y eso no se vale, debieron, para no romper con la premisa de equidad, ser igual de estúpidos que nosotros al hacer sus trampas.A puñaladas iguales llorar es de cobardes, reza el dicho. Hoy el PRD con la tibia voz de Felipe Calderón como comparsa, reclaman compra de votos del PRI, a sabiendas que sus candidatos y sus partidos cometieron las mismas faltas… ¡Llorones!¿La solución?, sencilla, no permitir dinero de particulares bajo ninguna modalidad y quitar el registro a quién haga trampa, cualquier trampa… Aunque, ojo, corremos el riesgo de quedarnos sin elecciones porque en México: ¡Todos los partidos son tramposos!Santiago Heyser BeltránEscritor y soñador