Itinerario político
El idioma castellano,/ es de riqueza tal,/ que no puede quedar igual/ quien sus palabras entona,/ aunque sufra de una mona/ de tamaño colosal… Hace algunos años se me ocurrió, como padrino de generación en la telesecundaria de Guáscuaro, en Michoacán, la peregrina idea de regalarles a mis “ahijados” un diccionario; con la intención de que: si estudiaban 5 palabras diarias, al cabo de 10 años sabrían 15,000 palabras o más, suficientes para ser eruditos, maestros, locutores, etc. Es decir ¡Para tener la vida resuelta! Con esa idea, la de mostrar la riqueza del lenguaje, hoy les comparto; EL IDIOMA CASTELLANO:“El idioma castellano/ tiene mucho que arreglar/ Señores: Un servidor,/ Pedro Pérez Paticola,/ cual la Academia Española/ “Limpia, Fija y da Esplendor”./ Pero yo lo hago mejor/ y no por ganas de hablar,/ pues les voy a demostrar/ que es preciso meter mano/ al Idioma castellano,/ donde hay mucho que arreglar.¿Me quieren decir por qué,/ en tamaño y en esencia,/ hay esa gran diferencia/ entre un buque y un buqué?¿Por el acento? Pues yo,/ por esa insignificancia,/ no concibo la distancia/ de presidio a presidió/ ni de tomas a Tomás,/ ni de topo al que topó,/ de un paleto a un paletó,/ ni de colas a Colás.Mas dejemos el acento,/ que convierte, como ves,/ las ingles en un inglés,/ y pasemos a otro cuento.¿A ustedes no les asombra/ que diciendo rico y rica,/ majo y maja, chico y chica,/ no digamos hombre y hombra?Y la frase tan oída/ del marido y la mujer,/ ¿por qué no tiene que ser/ el marido y la marida?Por eso, no encuentro mal/ si alguno me dice cuala,/ como decimos Pascuala,/ femenino de Pascual.El sexo a hablar nos obliga/ a cada cual como digo:/ si es hombre, me voy contigo;/ si es mujer, me voy contiga.¿Puede darse, en general,/ al pasar del masculino/ a su nombre femenino/ nada más irracional?La hembra del cazo es caza,/ la del velo es una vela,/ la del suelo es una suela/ y la del plazo, una plaza;/ la del correo, correa;/ del mus, musa;/ del can, cana;/ del mes, mesa;/ del pan, pana/ y del jaleo, jalea.¿Por qué llamamos tortero/ al que elabora una torta/ y al sastre, que ternos corta,/ no le llamamos ternero?¿Por qué las Josefas son/ por Pepitas conocidas,/ como si fuesen salidas/ de las tripas de un melón?¿Por qué el de Cuenca no es cuenco,/ bodoque el que va de boda,/ y a los que árboles podan/ no se les llama podencos?¡Y no habrá quien no conciba/ que llamarle firmamento/ al cielo, es un esperpento!/ ¿Quién va a firmar allá arriba?¿Es posible que persona/ alguna acepte el criterio/ de llamarle Monasterio/ donde no hay ninguna mona?¿Y no es tremenda gansada/ en los teatros, que sea/ denominada “platea”/ donde no platea nada?Si el que bebe es bebedor/ y el sitio es el bebedero,/ a lo que hoy es comedor/ hay que llamar comedero.Comedor será quien coma,/ como bebedor quien bebe;/ de esta manera se debe/ modificar el idioma.¿A vuestro oído no admira,/ lo mismo que yo lo admiro,/ que quien descerraja un tiro,/ dispara, pero no tira?Este verbo y otros mil/ en nuestro idioma son barro;/ tira, el que tira de un carro,/ no el que dispara un fusil.De largo sacan largueza/ en lugar de larguedad,/ y de corto, cortedad/ en vez de sacar corteza.De igual manera me aquejo/ de ver que un libro es un tomo;/ será tomo, si lo tomo,/ y si no lo tomo, es un dejo.Si se le llama mirón/ al que está mirando mucho,/ cuando mucho ladre un chucho/ se le llamará ladrón.Y, por la misma razón,/ si los que estáis escuchando/ un gran rato estáis pasando,/ estáis pasando un ratón.Y sobra para quedar/ convencido el más profano,/ que el idioma castellano/ tiene mucho que arreglar.Con que basta ya de historias/ y, si al terminar me dais/ dos palmadas, no temáis/ porque os llame palmatorias”… de Pablo Parellada MolasSantiago Heyser Beltrán