Libros de ayer y hoy
Solo a los irresponsables y serviles del gobierno federal les da por ofrecer protección a ilegales que no deberían estar aquí…No lo niego, vivo una dualidad de sentimientos cada vez que un ser humano se para en un crucero poniendo su mano en la boca para pedir comida (o dinero); por un lado siento piedad, tristeza, angustia por esa pobre gente,… por el otro siento incomodidad, molestia, irritación y eventualmente encabronamiento cuando detecto que el mismo pseudomigrante que ayer estaba en una esquina, hoy está en otra pretendiendo sorprender a la gente de buen corazón para robarle, con la permisividad de las autoridades.La primera vez que vi este fenómeno fue en Celaya hace 5 años, la explicación, el cruce de trenes que permite a los centroamericanos que viajan a la frontera hacer escala en Celaya,… pero hace quince días que fui a Guadalajara a visitar a mi madre (si tengo), me encontré con sorpresa que los migrantes y pseudomigrantes ya ocupaban los cruceros de la Perla Tapatía, con los mismo gestos y muecas de llevarse la mano a la boca o el trillado truco de mostrarte un billete centroamericano como prueba de que no son defraudadores, sino que son migrantes originales en busca del sueño americano.¡No!, no es mi intención cerrar los ojos ante la problemática de los ciudadanos de las naciones centroamericanas que con gobiernos corruptos, entreguistas e ineficaces (no, de momento no estoy hablando de México, aunque lo parezca), son incapaces de brindar las mínimas condiciones socioeconómicas para que la gente pueda vivir o sobrevivir en su país de origen, lo que les obliga a migrar; pero no puedo dejar de ver que ello no es justificación para que mi gobierno incumpla el mandato que tiene de respetar y hacer cumplir la ley salvaguardando las fronteras mexicanas; la norte para que los pinches gringos no metan armas de contrabando para surtir a los narcos; la sur para que junto con migrantes ilegales, no pasen Maras Salvatruchas, Kaibiles y todo tipo de armamento ilegal, incluidas bazukas y misiles.Soy un ferviente creyente del Estado Soberano y un nacionalista empedernido y estoy convencido de que, con respeto a los vecinos, México debe ser para los mexicanos. Por eso me irrita que el gobierno federal este entregando la minería a los canadienses, el Itsmo de Tehuantepec a los españoles y la frontera norte a los gringos, por eso estoy en contra de los políticos y gobernantes corruptos que usan banderitas de buena vecindad para permitir que los gringos se metan hasta la cocina y de derechos humanos para permitir que ilegales entren sin control al País, generando uno y mil problemas entre los que destaco: la incorporación de migrantes ilegales a las bandas del crimen organizado en todas sus variantes, desde traficantes de personas, hasta sicarios y traficantes de drogas, pasando por extorsionadores, simples ladrones, la promoción de la trata de personas, la prostitución ilegal, el fraude mediante el engaño y todo tipo de delitos, como el robo a transeúntes, automóviles y casa habitación.¡No!, tampoco estoy diciendo que la condición de migrante convierte a las personas en delincuentes, lo que si estoy señalando es que la condición de migrante sin rostro, sin identificación, sin control, es caldo de cultivo, al igual que la pobreza, para ser carne de cañón de bandas criminales y para que la gente delinca, ya sea porque es cooptada o amenazada por las bandas criminales, ya sea por la necesidad de sobrevivir, ya sea porque es más fácil robar que trabajar,… y más lucrativo.Me queda claro el vergonzante papel que juega el gobierno federal en este criminal negocio de traficar con migrantes, con el descuido intencional de nuestras fronteras, permitiendo el paso por territorio nacional a migrantes ilegales, para nutrir el sistema de esclavitud disfrazada que requiere el modelo económico norteamericano y así surtirse de mano de obra barata. Menudo problema en el que meteríamos a los gringos si impidiéramos el paso de migrantes y entonces ellos tuvieran que ponerse a trabajar de mozos y jardineros, albañiles, meseros, lavaplatos y pinches. El problema es que ese “servicio” de diplomacia y servilismo lo realiza nuestro gobierno en forma ilegal, en contra de las leyes mexicanas, sin que los ciudadanos digamos nada,… y peor aún, con asignación presupuestal para “cuidar” a los ilegales, mientras el INM se hace tarugo y voltea para otro lado, cuando no exclusivamente se dedica a extorsionar a los migrantes ilegales.¡Bien por el padre Solalinde y otros que se dedican a tratar humanitariamente a los migrantes!, mejor aún si en lugar de darles refugio a los ilegales, se fueran a sus países de origen a organizarlos y ayudarles con proyectos productivos a generar empleos para cambiar sus condiciones de miseria, evitar la migración y la desintegración familiar y de pasadita dejar de usar de tapete a la república mexicana en una costumbrita que ya no está costando sangre, tranquilidad, control social y control territorial… ¡Así de sencillo!Santiago Heyser BeltránEscritor y soñador