Miscelánea, salud y política
Hablando en serioTener gobernantes honestos, comprometidos y generosos ¡No es suficiente!, necesitamos adicionalmente que tengan sensibilidad y una visión humanista innovadora……Lo que tampoco es suficiente, ya que para cumplir con sus objetivos y aspiraciones, el gobierno debe apoyarse en instituciones que trasciendan los tiempos de gobierno (3 y 6 años) y den rumbo a los municipios, a los estados y a México… ¡Las debemos construir!Ya hablamos de que el buen gobernante establece políticas públicas para que el pueblo, en primer lugar ¡Se alimente bien!… También propusimos que un buen gobernante se preocuparía de que mediante la educación se formaran ciudadanos libres y presentamos la conclusión de que, educar al pueblo para ser empleado, reconociendo que hoy el trabajo subordinado es una forma moderna de esclavitud, era un contrasentido al arte de gobernar bien.Después propusimos el proyecto de Agroindustrias Estatales, que enuncia el constituir una empresa agroindustrial en cada estado, sólida, organizada, con enfoque cooperativista (controlado), orientada al mercado, con la participación de liderazgos regionales, bajo la dirección y con el apoyo del gobierno estatal y en coordinación con el gobierno federal… Ya que “El arte de gobernar”, insistimos, para ser eficaz debe sustentarse, entre otras cosas, en la creación y apoyo de instituciones y programas que respalden el combate a las pandemias, anticipen soluciones a los riesgos que nos trae la globalización y soporten el desarrollo socioeconómico de los pueblos y las regiones en un entorno de paz y tranquilidad.Buena alimentación es la premisa básica para tener la materia prima de cualquier estructura social: ¡Gente sana! Hablar de educación, capacitación o formación ciudadana a partir de un pueblo mal alimentado, es como esperar un buen rendimiento de un auto que tiene las bujías defectuosas; es por ello que en cada gobierno, en cada estado, debe haber una institución cuya responsabilidad primera sea garantizar una alimentación sana para el pueblo. Lo que implica un programa de alimentación con enfoque social, accesible a todos, con énfasis en zonas marginadas y/o con índices de pobreza: barato y de buena calidad. Mismo que se debe implementar de manera integral, desde la producción, distribución y abasto para que cumpla con el objetivo de hacerlo accesible a todos los ciudadanos. En otras palabras, un programa de alimentación social, debe sustentarse en una política pública que privilegie la autosuficiencia alimentaria, en mi opinión, bajo la responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Social, coordinando los esfuerzos del gobierno en su totalidad, con énfasis en la conexión con las secretarías de desarrollo agropecuario, de desarrollo económico, del DIF y de educación.Bien alimentados pero mal educados no funciona, de ahí la importancia de sanear el sistema educativo, primero respecto a la conducción y toma de decisiones, segundo, respecto a la calidad de los maestros y tercero, respecto a los contenidos para que el aprendizaje, a cualquier nivel, deje en el alumno una capacidad para autoemplearse o ser autosuficiente en su entorno aprovechando los recursos regionales. Te recuerdo, estimado lector, los objetivos propuestos: a.- El objetivo de generar autoempleo, b.- El objetivo de producir alimento suficiente y de buena calidad, c.- La construcción de la cultura del trabajo comunitario, bajo la figura de cooperativismo controlado, d.- El desarrollo de un modelo educativo paralelo al modelo de producción que desarrolle a las personas en forma individual, familiar y comunitaria para producir ciudadanos libres, integrados, productivos y felices como semilla del desarrollo de las regiones.Para ello, mi propuesta, dada la realidad de la educación que hoy tenemos, sería implementar un modelo paralelo de formación ciudadana al que podríamos llamar “Centros escolares comunitarios”, cuyo eje sería regionalizar la educación para la explotación racional y el aprovechamiento de los recursos y vocaciones de cada pueblo o región.Si se establecen las políticas públicas para que el pueblo esté bien alimentado y si se educa y capacita para que cada ciudadano sea útil, digno, productivo y autosuficiente, la propuesta se complementaría con una institución orientada a la producción y a la generación de riqueza y empleo en cada región; eso es Agroindustrias Estatales: empresas que ponen los medios de producción y la innovación al servicio de todos los productores, y que, mediante alianzas estratégicas, el manejo de tecnología de punta, una organización orientada al mercado, al servicio y la generación de beneficios justos para todos los integrantes de la cadena de producción y comercialización; integre a la sociedad y al gobierno para el despegue económico de cada región en función de sus vocaciones productivas, sus tradiciones y sus hábitos de vida… ¡Así de sencillo!*Escritor y soñador