Libros de ayer y hoy
Las gracias a quienes, cumpliendo su palabra y compromiso, me hicieron llegar boletos para la misa papal. Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con Mons. J. Benjamín Castillo, Obispo de Celaya. Inicie la charla diciéndole:– Me cuesta trabajo dirigirme a Ud., no sé cómo llamarlo.– Porque, preguntó el Obispo.– Porque a partir de que todos somos hijos de Dios y en consecuencia hermanos ¿Cómo hablarnos de “Usted”?– ¡Tienes razón!, háblame de “tu”, así me siento más cómodo… Y así, hablándonos de “tu”, Benjamín y su servidor charlamos como hermanos.Esto viene a colación por la separación de lugares en la misa papal para católicos VIP (Very Important People –Gente Muy Importante-), que incluyen a los candidatos presidenciales, políticos, prohombres y empresarios ricachones, y los lugares para los católicos del montón, la “prole” como llamó la hija de Peña Nieto a la “perrada”. No logro entender como, siendo todos hijos de Dios, hay unos que son más hijos que otros. Es por ello que respetuosamente me permito sugerir: algo en lo que debe meditar mi Iglesia es en la congruencia, y así, recordar vivencialmente a los fieles virtudes como la caridad y su complemento, la humildad. En un descuido, con la congruencia como eje y soporte, retomamos el camino de la projimidad y el amor filial quienes profesamos la religión católica.Hace algunos años, estando como gobernador de Michoacán el perredista Lázaro Cárdenas Batel, quién inició el endeudamiento del estado con un crédito de mil quinientos millones de pesos negociado con los panistas, a cambio de avalarles un endeudamiento de sesenta millones para el municipio de Uruapan, gobernado entonces por Mary Doddoli, de sangre azul, se dio un evento presidido por la entonces Secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Zavala. En el evento, como es común, incongruente e idiota, se reservaron las filas del frente para los invitados “especiales”, léase cuatachos y políticos. Al iniciar el evento, ya con la Secretaria Zavala y el Gobernador Lázaro Cárdenas presentes, pero con muchos lugares vacios en las filas reservadas, me permití hacer uso de la voz para señalar la incongruencia de: hacer un evento para el pueblo que como eje tenía el desarrollo social y dejar al pueblo de pie y al fondo. Gentilmente la Secretaria Zavala aceptó la reflexión e invitó a los obreros y campesinos presentes a ocupar las sillas de enfrente, dejando a los políticos y prohombres impuntuales, al fondo del salón.Hoy, en estos tiempos en el que el amor escasea, en que los mexicanos, todos, debemos unirnos para luchar juntos para resolver nuestros problemas; tiempos en los que el mundo, bajo un modelo socio económico deshumanizado y depredador como lo es el modelo Neoliberal, se autodestruye; respetuosamente me permito sugerir el unirnos en la igualdad y hablarnos de tu los unos a los otros para construir lazos de projimidad sustentados en la caridad, tratándonos como hermanos (Ámense unos a otros como yo los he amado -Juan 15, 12-).Estaremos de acuerdo en que esto se dificulta si existen católicos de primera y de segunda. Como estaremos de acuerdo en que dar trato especial a quienes son solo candidatos, sin investidura ni representación, tiene un tufo de política terrenal futurista manejada desde la Iglesia. Mala señal de quienes dicen representar a quién declaró: Mi reino no es de este mundo… Juan 18,36.En mi opinión, los candidatos a la presidencia, debieron, si son creyentes, asistir en forma discreta y en la zona de la “prole”. Al hacerlo con “bombo y platillo” comprometen su laicismo y hacen uso electoral de mi religión, lo que me encaborona, diría Catón. Por eso, cabe destacar la decisión de un político guanajuatense, a quién no menciono por la veda electoral, de no aceptar un lugar VIP y si asistir, como creyente, al espacio que se asignó a los del “montón” ¡Bien por ello!No quisiera dejar pasar el momento, derivado de la visita del Papa, para compartir otra reflexión: Me parece incorrecto, que una Iglesia que predica la verdad y clama por justicia, cierre los ojos y simule no saber; cito al Arzobispo de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes: “La jerarquía católica mexicana desconoce que existen víctimas de abusos sexuales del sacerdote Marcial Maciel y de otros curas, por ello no programó una reunión entre éstas y el Papa Benedicto XVI durante su visita de tres días al país.” Recordemos que “La jerarquía católica”, representada por el Cardenal Norberto Rivera, fue emplazada a juicio por “encubrir” a curas pederastas ¿De verdad no saben quienes fueron víctimas de Marcial Maciel? ¡No lo creo!, como si creo que por respeto a la justicia y a la verdad, debió programarse una reunión de conciliación para pedir perdón desde la Iglesia, encabezada por el Papa, a la víctimas mexicanas de curas pederastas.No olvidemos el mensaje mientras veneramos al mensajero: “La verdad os hará libres”: Juan 8:32.Santiago Heyser BeltránEscritor y soñador