Libros de ayer y hoy
Lo trascendente de la sentencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el amparo en revisión 237/2014 sobre el uso lúdico de la mariguana, es que se declararon inválidos cinco artículos de la Ley General de Salud y ello obligará a una revisión del marco legal. El Congreso tendrá que ponerse a trabajar en el tema, ésto significa que se abre un nuevo camino para enfrentar el problema que ha flagelado al país en las últimas décadas: el crecimiento de la violencia asociada con el narcotráfico tiene que ver mucho con la prohibición.
En la parte medular de su determinación la Corte señala: “son inconstitucionales los artículos 235, último párrafo, 237, 245, fracción I, 247, último párrafo, y 248, todos de la Ley General de Salud, por los motivos expresados a lo largo de la presente sentencia, debiéndose tener en consideración que dicha declaratoria de inconstitucionalidad se circunscribe exclusivamente a las porciones normativas que se refieren al estupefaciente cannabis”.
Los ministros consideraron que esos artículos de la Ley General de Salud ocasionan una afectación muy intensa al derecho al libre desarrollo de la personalidad en comparación el grado mínimo de protección a la salud y al orden público. La prohibición es innecesaria y desproporcionada —señala la Corte—, “constituye una intervención en el libre desarrollo de la personalidad porque conlleva una interferencia en la autonomía personal”. La forma en la que un individuo desea recrearse pertenece a su esfera más íntima y privada, ya que sólo él puede decidir de qué manera quiere vivir su vida es lo que llevó a la Corte a aprobar el uso lúdico de la mariguana. Si alguien quiere hacerse daño a sí mismo, ésta en su derecho, no está afectando a terceros.
Lo significativo no estriba en que a cuatro personas se les vaya a permitir el cultivo, cosecha, procesamiento y consumo de la mariguana. Quienes presentaron la demanda de amparo ni siquiera son consumidores de la yerba, sino integrantes de la asociación “México Unido Contra la Delincuencia”, mexicanos interesados en que se termine la estela criminal que ha dejado la política de control seguida hasta ahora.
Como en la época de la prohibición de alcohol en Estados Unidos, el comercio y consumo de bebidas etílicas siguió, la prohibición lo único que hizo fue beneficiar a las mafias que se apropiaron de la producción y de la distribución.
Es necesario un nuevo enfoque como lo ha venido sosteniendo el expresidente de otro país latinoamericano castigado severamente por la violencia de los narcotraficantes: Colombia. César Gaviria ha insistido en que la “guerra contra las drogas” ha producido muchas más muertes que el propio consumo de las sustancias prohibidas.
Uruguay, bajo el mandato de José Mujica fue más allá de la legalización, el Estado controla la comercialización, producción y distribución de la mariguana, permitiendo también el cultivo reducido a un número mínimo de plantas en casas y a asociaciones. Autoriza a productores que venden su cosecha al gobierno y un instituto estatal fija el precio. Se lleva un registro confidencial de consumidores y de productores. Está prohibido el cultivo, producción y venta no autorizada ni registrada ante dicho instituto.
La política persecutoria de la mariguanafue promovida por Estados Unidos desde fines de la década de los veinte de la pasada centuria y se intensificó a partir de 1969 durante el gobierno de Richard Nixon, quien hizo del combate al cultivo de estupefacientes una de sus principales banderas, aunque en Vietnam las tropas estadounidenses recibían dotaciones de mariguana. Como resultado de las políticas de Nixon en México se efectuó la “Operación Cóndor”, aviones fumigadores atacaron los cultivos en la sierra de Sinaloa. En Estados Unidos varios medios publicaron que se estaba envenenando más a la juventud con la droga contaminada, que además del daño psicológico ocasionaba daños físicos por contener pesticidas, lo que favoreció el crecimiento del mercado de la cocaína.
Legalizar la mariguana no significa permitir su consumo indiscriminado sino regularlo, someterlo a reglamentaciones, establecer edades y límites a los consumidores. El tabaco y el alcohol están legalizados pero ello implica que su consumo sea totalmente libre. Legalizar es determinar qué personas, de qué edades puedan hacerlo y que se establezcan condiciones de cultivo, lugares de consumo, etc.
La legalización tampoco representará el final del crimen organizado, tienen otras formas de exprimir a la sociedad: la extorsión, el secuestro, el cobro de piso, el tráficos de personas; en eso no hay que hacerse ilusiones. Sin embargo, uno de los filones más rentables, que permitió un crecimiento exponencial de la actividad criminal fue la alta demanda de mariguana mexicana en Estados Unidos, lo que les generó un gran poder económico. Esto ha venido cambiando, México no puede seguir como ha venido, máxime que en la propia Unión Americana, varios estados han optado por legalizar este enervante.