La segunda sesión del Sínodo
Uruapan, Michoacán, 19 de octubre del 2013
En mi opinión, por transparencia, delante de la mayoría de las curules debería decir: “Se vende”.
Con un cinismo que rebasa mi paciencia, Gustavo Madero, presidente de Acción Nacional, salió en televisión para aclarar que la Reforma Fiscal no salió del Pacto por México, es decir: Ni él, “hombre integro”, ni su partido el PAN, “los buenos de la película”, se prestan para dañar al pueblo con una reforma fiscal que lesiona el interés económico de las clases medias, su mercado electoral natural. Es percepción que el PRD va con los jodidos, estridentes y borregos por definición y que el PRI está para servir a los extremos del espectro electoral, a los poderosos que viven como sanguijuelas de las concesiones y negocios que oferta la nación y a los muertos de hambre que atiende clientelarmente con programas de mendicidad.
Por eso hoy vemos como, un Madero, un Villarreal y una oportunista Josefina Vázquez Mota, saltan a la palestra de una manera infantil, colgándose de la bandera oposicionista de Ernesto Cordero, para llamar la atención polarizando a la sociedad en contra del gobierno, lo que comprueba que en México para la clase “política” todo es electoral; y que para seguir en la repartición del pastel, siendo lo mismo todos los partidos en cuanto a oportunismo electoral, corrupción, abuso, inmoralidad, indecencia y falta de veracidad, cínicamente juegan el mismo juego; el de engañar al pueblo presentándose algunas veces como los malos de la película (arriesgando su capital político –como si lo tuvieran- en aras de servir a la Patria) y en otras como los salvadores de la Patria. No es de extrañar y sin duda así adquiere sentido, que el “PRI malo” vaya con el “PAN bueno” en la Reforma Energética mientras, como plañideras, los azules se rasgan las vestiduras por la Reforma Fiscal, donde la comparsa fue el PRD.
Policía bueno y policía malo es un juego o estrategia en donde, ante un delincuente, uno lo amedrenta y lo convierte en enemigo, mientras el otro lo apapacha y lo hace su cuate; ¿el objetivo?, engañar al delincuente, presionarlo emocionalmente para que suelte la sopa… Este es el juego que presencié de parte del “PAN bueno” que no acepta la carga impositiva que trae la Reforma Fiscal, propuesta por el “PRI malo”, y por ello vota en contra,… pero, al mismo tiempo, fue en alianza con ese “PRI malo” en la Reforma “Educativa” y en la Reforma Laboral, con lo que dio vida y fuerza política al “PRI malo” que dice combatir y valida a un gobierno que consideró que había ganado con trampas… Y peor aún en la Reforma Energética, donde ese “PAN bueno” juega el papel de esquirol y en un afán de quedar bien con los señores del capital, propone una Reforma tan, tan, tan, pero tan modernizadora, que oferta una apertura del sector, cuyo eje es ponerlo a disposición del capital extranjero. En mi opinión es tan entreguista la propuesta azul, que el mismo “PRI malo” presenta una contrapropuesta con tintes más nacionalistas y se apoya en la imagen del Tata Lázaro en un esfuerzo desesperado por distorsionar la verdad, a través de conceptos y discursos nebulosos que buscan impedir que se conozca el fondo y el objetivo de la citada reforma: el cumplir compromisos con “amigous”, quedar bien con el Imperio apoyando sus políticas expansionistas y llenarse las bolsas de inmediato, aunque en el mediano y el largo plazo México pierda.
¡No Santiago, estás mal! ¿No has escuchado que Pemex no se va a privatizar?, dirán algunos… –Si lo he escuchado, contesto, pero es mentira, la prueba es que uno de los objetivos de los “inversionistas extranjeros”, para obtener financiamiento, y de ahí el interés del cambio constitucional, es poder presentar en sus estados financieros las reservas probadas de hidrocarburos en México, es decir, poder expresar financieramente, que el petróleo de México, aún antes de extraerlo, es de “ellos”.
Del PRI presidencialista que hoy tenemos, nada espero; para mí es el viejo PRI con copete nuevo, el que va a lucrar aún en contra del interés nacional y va a proteger a quienes les son útiles, como Romero Deschamps. Del PRD nada espero, salvo honrosas excepciones, no está en su capacidad ni en sus orígenes priístas el servir a México. Solo queda el PAN, pero no el PAN comparsa o mentiroso que dirige Madero, tampoco el PAN que eligió a Calderón o a Fox, serviles ambos a los gringos. En mi opinión, el único contrapeso y esperanza está en el PAN congruente, el de la decencia, el de la verdad, el de la honestidad y el compromiso nacional, un PAN en el que identifico a un Maquío en el pasado o a un Chelis y a un Medina Plasencia en el presente, pero sin Josefina. En una palabra, un PAN congruente con su plataforma, su ética y sus valores, no un PAN bueno y comparsa… ¡Así de sencillo!
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador