Después de llegar a Madrid, en un amanecer radiante de sol, las horas del viaje atravesando el Atlántico llegaron a su término.
A las 9: 30 de la noche del 23 de abril, Día Internacional del Libro, en el marco de las actividades organizadas y auspiciadas por el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid, dentro del Cafè Comercial (fundado a fines del siglo XIX en el centro de la capital española), en un recinto en el que aún resuenan letras y controversias de tres siglos, se presenta mi más reciente libro de poesía Hora temprana, publicado por Lord Byron Ediciones en esta capital de la historia y la cultura.
Hora temprana, único libro de autor mexicano que se presenta en el marco de las actividades de la Feria del Libro de Madrid, es elogiado por los comentaristas de la noche (Leo Zelada, editor, y Luis Alberto Ambroggio, poeta argentino-estadunidense) como “una obra de una escritura sencilla, mesurada, transparente y luminosa, que hace del mar un lenguaje fuera de la palabra tiempo y con metáforas de exquisita sonoridad marina juega a encantar el agua”.
La presentación de Hora temprana ocupó un lugar estelar y destacado en las actividades de la Feria del Libro de Madrid, no sólo por ser el primer libro en ser presentado y comentado dentro del programa “La noche de los libros”, sino por el interés que despertó en libreros, críticos de literatura y público en general.
Al día siguiente, el 24 de abril, a invitación de un grupo de académicos que preparaba el evento, participé con unas palabras y una lectura de su propia obra en el homenaje a Jaime Gil de Biedma, un poeta barcelonés que ha dejado una singular huella de luz matinal en la poesía española en particular e hispanoamericana en general, sobre todo porque nombra los seres y las cosas de la vida de un modo nuevo y diferente, como si recién acabaran de nacer o como si nadie más los hubiese nombrado antes de él.
Este evento se desarrolló en el Paraninfo Manuel García Morente, de la Facultad de Filosofía y Filología de la prestigiada Universidad Complutense de Madrid, con la presencia de filósofos, intelectuales, escritores y poetas importantes de España, entre los que se encontraban Ramón Irigoyen, Miguel Lozada y, desde luego, Pepe García-Albi Gil de Biedma, sobrino del poeta fallecido en Madrid en 1990, quien casualmente es funcionario académico de la propia Universidad Complutense de Madrid.
Por estos días, España vive una crisis económica sumamente severa, originada en las onerosas cargas impositivas que afectan a las actividades productivas, en la corrupción gubernamental y en el histórico incremento del desempleo abierto. De hecho, una crisis moral recorre las calles de Madrid y de buena parte de España, y la misma se puede advertir en el semblante y en la mirada a veces triste de los madrileños.
Pese a lo anterior, que configura un estado de cosas que invita al desaliento, “La noche de los libros” en Madrid lució con mucho entusiasmo y esplendor y como uno de los mejores eventos en diez años, tanto por algunos de los títulos presentado como por el nivel de los autores y poetas (excepción hecha, claro está, del que escribe) que asistieron a los múltiples eventos.
En Madrid y Barcelona, la lluvia con frío y el sol son los dos extremos más recurrentes del clima, pero no hay letra ni poema que no puedan tenderle una celada a los desafiantes cambios meteorológicos de estos días.