¿Qué nos jugamos?
CARRILLO Y LA CRISIS DE FONDO. El alcalde electo, Armando Carrillo, dio en el clavo de la verdadera crisis en la administración municipal que se manifiesta de distintas maneras y requiere de todos para enfrentarla y superarla. Ante empresarios de la construcción, el nuevo alcalde tocó las fibras y vibras del sector.
“VAMOS A BUSCAR CERTIFICAR LA ADMINISTRACIÓN”, lanzó Carrillo Barragán justamente en un evento en el que siete compañías constructoras fueron Certificadas con la Norma internacional ISO 9001 y 14 más fueron Diplomadas en nuevas reglas de calidad. Lo dicho por el presidente que entrará en funciones el primero de septiembre tiene amplio sentido y toca el fondo de la problemática de la administración que habrá de encabezar. La sociedad está desencantada de los políticos y de los gobiernos y la domina amplia desconfianza del quehacer oficial. La sociedad casi toda ve en los funcionarios de todos los niveles la ambición de servirse de los recursos públicos, los menos, de tener altos sueldos sin mayor esfuerzo. Los ciudadanos no tendrán los elementos de prueba, pero es un sentir casi colectivo generado por los grandes rezagos que padecen, las pocas obras que se ejecutan, la baja calidad de los servicios que recibe y sobre todo, porque no dan crédito en la transparencia que pregonan los gobernantes. Justo todo esto tiene que ver en la Certificación que se propone lograr para el próximo año el presidente electo. Un trato humano y justo a los ciudadanos, reducir la tramitología en oficinas públicas, transparentar el manejo y destino de los dineros públicos y mejorar los servicios que presta el gobierno, son solo una parte de la dureza que impone pasar las pruebas de una empresa Certificadora. Habrá quienes anticipen que se puede comprar un certificado. La respuesta sería simple: con los escépticos por consigna y los adversarios por sistema, no se debe detener el intento. Pero hay mucho más en el proyecto y Carrillo Barragán lo explicó a los constructores el pasado sábado. La certificación de la administración hará bajar costos para la obra pública. Uno de los factores por los que el municipio no aprovecha los tantos recursos estatales y de la federación es precisamente por la falta de proyectos que por sí mismos son de alto costo. Puso un ejemplo: el proyecto para una nueva potabilizadora, que se pretende sea distribuir el agua por gravedad desde lo más alto de Las Guacamayas, tiene un costo de casi cuatro millones de pesos. La federación pone el 80 por ciento y 20 por ciento el municipio. Si el gobierno tuviera la Certificación ISO 9001, solo cubriría el 5 por ciento del proyecto. Con el nuevo impuesto a la Minería, del que se supone este municipio será el de más altos montos a favor, serán recursos para financiar proyectos de obra, es decir, no serán recursos efectivos que ingresen a las arcas municipales. Teniendo la certificación, más proyectos se podrán tener porque será también más barata su elaboración. Esa es la apuesta y el reto que se propone alcanzar el nuevo alcalde Armando Carrillo. Hasta ahí no creo que exista una alma que se oponga, pero es el caso que requiere y obliga la participación de casi todos los sectores cardenenses.
ROMPER LAS INERCIAS. El reto enfrenta las costumbres y los muchos vicios que se han enraizado en nuestra sociedad. Lograr la certificación impone que la autoridad no debe ni puede negociar la aplicación de la ley. La rectitud es parte importante de los requisitos. El respeto a los derechos de empresas y de ciudadanos es parte de lo mismo. No podrá la administración municipal negociar los derechos de terceros por la presión de grupos o intereses políticos o de particulares. “La globalización nos lleva a tomar medidas para ser mejores y rendir mejores resultados”, dijo el nuevo presidente ante los constructores. Irrefutable realidad que debe aceptar y regirse con esas reglas el nuevo gobierno.
PROBLEMAS EN PUERTA: Algo de este reto ya está en puerta para el nuevo gobierno. El pasado viernes, dirigentes del sindicato de trabajadores municipales, alentados por líderes del sector tablajero, se quejaron por la llegada de una empresa que comercializará productos cárnicos en mayoreo. Demandan que el gobierno municipal niegue que se asiente esta comercializadora. ¿Razones? La venta a la baja en las carnicerías por la crisis económica, baja la matanza en el rastro municipal y se arriesga la plantilla de trabajadores y la nueva empresa afectará a unos y otros por igual. Advertencias por demás ciertas. Es decir, tiene razón los quejosos. Pero no veo como un alcalde sustente legalmente la negativa a la apertura del mercado. No hay propuestas novedosas en los inconformes. Solo que se impida abra sus puertas una empresa que les hará competencia desigual, desde luego. Cuando llegaron las primeras grandes tiendas a la ciudad el pequeño comercio y locatarios de los mercados advertían airadamente su desaparición. El resultado está a la vista. En lugar de exigir que la autoridad impida nuevos negocios, debieran proponer como asociarse para ser más fuertes y mejores. En gastronomía, carecemos de una Central de Abastos, no tenemos mercado de antojitos, bueno, no tenemos ni mercados en forma que atiendan a una población en constante crecimiento. Y en otros asuntos se puede aplicar el mismo ejemplo de las resistencias a los cambios, a la legalidad y al desarrollo. La venta de áreas propiedad del municipio es otro caso al que le meten mano cuantos quieran. Cierto, no debe haber ese tipo de negocios turbios desde la administración. Por ello el de normar y reglamentar eso y muchas más funciones de los funcionarios. Otra paradoja vista como un problema grave es la oposición de ciudadanos a la operación de antenas de empresas telefónicas. Mientras unos protestan, otros las piden en sus comunidades que urgen para la comunicación y educación satelital. Ahí está de ejemplo Chuquiapan y buena parte de la costa michoacana que carece de esos sistemas y están marginados de los escasos avances tecnológicos. ¿Cuántos más ejemplos riñen con lo que debe hacer el municipio para obtener la Certificación? Habrá sin duda muchos más, pero son muchos más los beneficios que además, son pensados para beneficio de la mayoría. O le tomamos la palabra al nuevo alcalde, o dejamos a que el tiempo nos traiga nuevas mentes con la visión de cambiar y dar resultados. [email protected] HASTA LA VISTA