La segunda sesión del Sínodo
¿Última o primera llamada?
La manifestación del pasado sábado hay que dibujarla y entenderla en todo su tamaño. Primero, hay que reconocer que no fueron pocos los participantes, y hay que aceptar también el peso de quienes encabezaron el evento y más aún, la claridad de sus posturas. Cinco líneas quedaron perfectamente marcadas: el poder de la convocatoria, los protagonistas, los reclamos, las advertencias y a quien fueron dirigidas. ¿Quién es la organización Paz y Dignidad por Michoacán? A su cabeza está el arquitecto Tito Emilio Fernández, como fundador y dirigente estatal. El personaje puede decir poco o mucho, eso depende de lo que entiendan quienes lo conocen más de cerca. Es decir, que de su influencia y peso lo saben mejor los destinatarios de sus reclamos lanzados de manera pública. No se puede ignorar ni minimizar las advertencias. A juicio de varios de los asistentes al mega evento sabatino, el alcalde de este puerto se llevó la mayor dedicatoria. No hay ninguna novedad en lo dicho por el dirigente de los trabajadores municipales, Eloy Sánchez, no hay novedades tampoco en lo dicho por el dirigente pesquero, Casto García, tampoco es novedad lo que dijo la señora Ana María Zaragoza y tampoco es novedad el reclamo del mismo dirigente estatal de Paz y Dignidad para Michoacán. ¿En dónde pues está lo novedad del evento? En eso, en la facilidad de aglutinar a por lo menos dos mil almas en una marcha a la que se sumaron la mayoría sin saber bien a bien el fondo de la convocatoria. Ahí se demuestra la molestia interior que cargan muchos ciudadanos para reclamar el mal proceder de sus autoridades. El sábado prácticamente hubo un paro del transporte público en sus dos modalidades. Tuvieron que venir dirigentes foráneos para despertar el sentir de muchos cardenenses que no tienen aprecio por quienes les gobiernan y si no hay aprecio es por dos cosas: lo perdieron o nunca lo tuvieron. Los tres niveles de gobierno fueron señalados textualmente de sus fallas, los tres niveles de gobiernos fueron emplazados a tomar en cuenta a la sociedad o de lo contrario quedaron advertidos de que la inconformidad va en ascenso y pueden perder su control los que se han aprovechado de los cargos públicos. ¿Qué reprocharles a los dirigentes que acudieron a esta marcha? Nada dijeron de más, nada dijeron de mentiras, nada dijeron de provocaciones sin razón. Tito Fernández, un desconocido en la región, vino al puerto y en minutos levantó ámpulas con precisión bien dirigidas a sus destinatarios. Improvisada su presencia, pero nada imprecisada su participación que fue aplaudida como se aplaude a quien conquista voluntades sin importar su andar. No es desconocido el reclamo social contra las supuestas “Guardias Comunitarias”, no es desconocido que se acusa al gobierno estatal y federal de tolerar esos grupos que suplantan la responsabilidad legal de las autoridades. “No importa la talla y tamaño de criminales, a todos debe combatir el gobierno, pero lo reprobable es que a unos los ataca y a otros los tolera y hasta los impulsa”, dijo tajante Tito Fernández. Reta pues al gobierno a poner orden en la aplicación de la legalidad y a facilitar las inversiones y la tranquilidad de las familias, además que reprueba a los partidos políticos, a todos por igual, el que ponen en los cargos públicos a verdaderos pillos y dio nombres y apellidos. Lo cierto es que después del sábado y de ayer domingo, la sociedad del puerto se mueve en una dinámica más proclive a la exigencia de que sus autoridades respondan y respondan pronto a la sociedad por su quehacer en los cargos que detentan. Y vaya que hubo respuestas en minutos, incluso antes de que terminara el mismo evento. El alcalde concertó reunión con el sector pesquero y ayer domingo se despejaron dudas y se precisaron acuerdos y con el mismo sector, de parte del gobernador Jesús Reyna surgió el compromiso de evitar crecer conflictos en el puerto. Esto no solo demostró el efecto de la marcha, sino que también legitima la voz y reclamos de quienes la propiciaron. Los protagonistas ahora tienen la alfombra para crecer y trascender, desde luego si no pierden piso como los políticos que están al centro de sus críticas. HASTA LA VISTA