El noviazgo entre adolescentes, en mi opinión, es una soberana tontería y me explico:

            Así me enseñaron y así lo creo: el noviazgo es el compromiso o pacto que establecen dos personas solteras con la intención de conocerse en forma más cercana y completa para poder decidir si forman una pareja ¡Bien!, si hasta aquí estamos de acuerdo, entonces valdría la pena hacer una reflexión respecto a las condiciones adecuadas para establecer una relación con el objetivo de formar pareja: Una de ellas, sin duda debe ser la madurez de las personas para asumir el compromiso. Pregunto: ¿Cuándo se está preparado, maduro o listo para formar una familia? Para contestar esto, un factor o indicador es la edad; si bien cada persona madura de forma diferente y cada individuo es único y crece diferente en función de su naturaleza, inteligencia, dieta, carácter y entorno, en términos generales podemos decir que una persona, antes de los 25 años, no está madura o preparada para entender y asumir el compromiso que implica formar pareja. Con esto en mente, si no se tiene la edad y la madurez adecuada para el compromiso que se asume, iniciar una relación de “noviazgo” es una tontería porque: 1.- No se entiende la naturaleza del compromiso, o peor aún 2.- Se va camino a concretar una relación de pareja o a formar una familia, sin estar preparados para ello;… lo que generalmente termina en desastre, agresiones, frustración, divorcio, resentimientos e hijos abandonados.

Lo interesante de esto, es que la mayoría de los adolescentes conocen y entienden lo explicado ¡Entonces! ¿Por qué se “hacen” novios?; hay muchas razones, las más de ellas tontas. Una razón es para apartar pareja, es decir, si eres mi novia ya no puedes andar con otros. Habría que entender que las personas no somos cosas, que no nos pueden apartar como lo hacemos con un juguete navideño,… aunque muchos adolescentes egoístas lo intentan. No es raro ver entonces pleitos porque el joven o la muchacha decidieron tratar, platicar o salir con más amigos; esto es tan grave, que no pocas veces el pleito termina en acoso o amenazas, cuando no con actos violentos ¿Qué les pasa a estos tontines?, pues simplemente que al “ser” novios, se consideran propietarios de la otra persona; lo cual, obviamente, es una injusticia, un despropósito y una estupidez. Otra razón sin sentido para “hacerse” novios, es adquirir derechos; los adolescentes que acuerdan un noviazgo, consideran que lleva implícito el derecho a la caricia, al beso y eventualmente a la sexualidad; las implicaciones también son dañinas y tienen su origen en la estupidez social y familiar al seguir tratando de negar la realidad y presentar el sexo como tabú, en lugar de hablar abiertamente de lo que bulle dentro del cuerpo de cada adolescente y de un don del Creador que se manifiesta con la fuerza de la naturaleza… Asunto que hay que tratar de frente; no hacerlo lleva a la frustración y al desengaño, lleva a la mentira y a la desconexión entre padres e hijos que cancela el diálogo y en consecuencia la posibilidad de ayudar y orientar al joven; lo que en muchas ocasiones les conduce a cometer errores que se pagan con un embarazo no deseado, con una enfermedad o peor, con un mal matrimonio que pretende componer lo descompuesto: una mala relación entre adolescentes muchas veces incompatibles.

Otros factores que inciden en el éxito o fracaso de una pareja o de la fundación de una familia son: 1.- El económico. “Matrimonio de pobres, fábrica de mendigos”, decía mi abuela y es cierto: si no se tiene la solvencia económica para enfrentar las responsabilidades asociadas a fundar una familia, pues simplemente el “encanto” va a desaparecer una vez pasada la “novedad” sexual, para dar paso al martirio de vivir con angustia por no tener forma de enfrentar con solvencia los compromisos. 2.- La madurez para entender lo que es el compromiso y el amor. ¡Hoy afirmo!: a los jóvenes no se les enseña a amar. La mayoría de los padres, de las parejas o de las novelas y literatura sobre el tema, nos enseña a poseer. Y pretender ser dueño de una persona, es por definición, el principal veneno del amor…

Podemos seguir disertando sobre la tontería de “hacerse” novios de adolescentes, pero se acabó el espacio y prefiero terminar con algunas conclusiones: 1.- No iniciar un noviazgo cuando no se busca formalizar la pareja o formar una familia. La relación ideal en este contexto y la que recomiendo a los jóvenes es tener muchos amigos y amigas ¡No novios! 2.- No iniciar un noviazgo cuando los planes de formar pareja exceden de dos años. En otras palabras, pretender un noviazgo desde la prepa hasta terminar la carrera, es una estupidez; ya que compromete a los supuestos “novios” y les impide ser libres para disfrutar su adolescencia y juventud en una de las épocas más lindas de la vida. 3.- Ser responsables con su sexualidad, la que ojo, no es sinónimo de amor. La sexualidad se debe vivir con conciencia, cuidando salud, embarazos no deseados y daño emocional. La sexualidad no es la forma de “pescar” pareja, ni el camino para retener a alguien o ser aceptado(a), no es objeto de intercambio por “amor” y por supuesto, no es la razón para formar una pareja. Jóvenes: ¡Vívanla en el momento adecuado y con responsabilidad!¡Así de sencillo!