De ser culpable, autodefensas no defenderán a Hipólito
En el momento que Papá Pitufo se afilió a la policía rural, los autodefensas perdieron; en los hechos aceptaron quedar bajo el mando de funcionarios corruptos.
¡No dejaremos las armas hasta que no desarmen a los Templarios!, argüían los Autodefensas y con razón, sus cabezas tenían precio, estaban en las listas de los que estorbaban a los Templarios, los que su vez habían crecido y se habían consolidado al amparo de un poder político, policíaco y militar, cuando no abiertamente corrupto, si convenientemente conde$cendiente con los criminales.
Las “autoridades” jugaron el juego que conocen, hicieron como que hacían, después de matar inocentes en Antúnez y de ver que el pueblo se amotinaba, recularon, desarmaron a algunos Templarios, encarcelaron a otros, mataron a los que, por saber demasiado no convenía que vivieran y dejaron intocables a los inservibles de Fausto Vallejo y Reyna, con lo que protegieron el gobierno corrupto del PRI, heredado del corrupto gobierno del PRD, con el aval y complicidad del corrupto gobierno federal del PAN encabezado por Calderón y dejaron intocadas las relaciones del poder putrefacto con los malandros. Hoy, el Presidente Peña Nieto, ante una bola de babosos, supuestos aguacateros, que en complicidad y actuando como comparsas, callan, afirma que es Fausto quién gobierna y dirige la operaciones en el estado, como si el gobierno alterno, encabezado por Osorio Chong y apoyado con funcionarios federales, incluido el Comisionado Alfredo Castillo, no fueran en los hechos un gobierno paralelo que da al traste con la soberanía constitucional que nuestras leyes otorgan a los estados.
Hoy está en la cárcel Hipólito Mora, no lo conozco, pero si sé que le tendieron una trampa, si los Autodefensas estaban armados, es porque podían matar con el aval de gobierno y autoridades, porque lo que se vivía y vive en Michoacán no es un juego de niños, es una guerra de supervivencia en donde los Autodefensas se equivocaron de enemigo y por eso están perdiendo. Los enemigos nunca fueron ni La Familia, ni Los Templarios, que no son nada, los enemigos siempre fueron los funcionarios, políticos y gobernantes corruptos que dejaron que La Familia y Los Templarios operaran a sus anchas robando, cobrando piso, secuestrando y matando a quienes no obedecían ¿Cómo entender las operaciones con tráileres y barcos completos cargados de minerales sin que aduanas, federales, militares y gobernantes de los tres niveles estuvieran enterados? ¡A otro perro con ese hueso!, nomás de no creerse; por eso reitero, los Autodefensas equivocaron el enemigo y hoy pagan las consecuencias al dejar intocadas las estructuras de poder corrupto, con sus alianzas con instituciones de seguridad y con el cinismo que caracteriza a nuestra clase política. Así, simplemente aceptaron quedar bajo las órdenes de los mismos de siempre, por ello es fácil entender porque Hipólito Mora está en la cárcel y el Doctor Mireles borrado; porque de siempre, desde levantarse en rebeldía, armarse y defenderse, es delito en nuestro México, cuyas leyes están hechas a modo para proteger a políticos y/o ladrones y mantener el control sobre una ciudadanía que es masa, ya que los mexicanos estamos absortos en tonterías como el fútbol, novelas para idiotas, dramas con la Srita. Laura, los moches a diputados, Moreira libre, el precio del limón y chismes de famosos. Por ello, al aceptar las reglas y afiliarse a los “rurales”, los autodefensas perdieron autonomía, ya que ello les convirtió en criminales si no obedecen, lo que les deja bajo el control de poder político que “legalmente” les puede encarcelar y juzgar según convenga a los intereses de quienes cobran por desgobernar, muchos de ellos en contubernio con los malandros.
Por eso no entiendo: ¿en qué cabeza cabe el aceptar la autoridad de quienes, bien sabían los Autodefensas que como funcionarios de los gobiernos y/o responsables de las instituciones de seguridad, eran parte del problema y de ninguna manera la solución?… Michoacán pudo ser parteaguas en la historia de México, con una ciudadanía harta y dispuesta a matar y morir por defender su derecho a vivir tranquilamente y en libertad. Ciudadanía que pudo sacudir las estructuras de poder para meter a la cárcel a quienes desde los gobiernos de los tres niveles y desde las instituciones de seguridad, se corrompieron para explotar con miedo y muerte, a quienes cometen el pecado de trabajar honestamente. Al equivocar el enemigo y aceptar a las autoridades políticas sin antes haberlas depurado, perdieron y con ellos, perdió todo México que vuelve a quedar bajo el control de corruptos a las órdenes de intereses ajenos al nacional, para, con el aval de los partidos políticos y el Congreso, depredar lo que son las riquezas nacionales de todos los mexicanos, bajo el formato jurídico de Reformas constitucionales. Es decir, vender, entregar o regalar por cacahuates lo que no les pertenece… Vaya, creo que ahora ya entendí… ¡Así de sencillo!