Carolina Viggiano /Quadratín
Los niños son el recurso más importante del mundo.
John F. Kennedy
Recientemente, los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama sostuvieron una conversación telefónica en la que acordaron trabajar de manera conjunta para crear una estrategia que atienda y proteja a los migrantes menores de edad en su paso por México y su llegada a los Estados Unidos. Por tal motivo quiero compartir con ustedes algunos datos y reflexiones sobre el tema.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, cada año, alrededor de 40 mil menores de edad que migran son repatriados de Estados Unidos a México y aproximadamente 18 mil de ellos viajan solos, esta cifra sin contar a niños y niñas provenientes de Guatemala y otros países de Centroamérica, de la que no hay cifras oficiales, esta situación evidencia la vulnerabilidad de nuestra frontera sur. Por ello, resulta muy atinada la visita que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, realizó el pasado viernes a Guatemala con el propósito de articular acciones que disminuyan este fenómeno y que protejan a niñas, niños y adolescentes en su tránsito por nuestro país.
Si bien este fenómeno se ha agravado, en gran medida, debido a la falta de oportunidades que hay en el mundo, también las falsas promesas que los coyotes hacen a los padres a quienes convencen argumentando que una vez en Estados Unidos, podrán adquirir la nacionalidad norteamericana. Por ello un punto importante es hacer que los padres actúen con responsabilidad y tengan consciencia sobre los graves peligros que deben enfrentar sus hijos e hijas.
La migración infantil, considerada como una “crisis humanitaria”, ha demostrado tener resultados negativos en el desarrollo de los niños y las niñas, en virtud de que las condiciones en las que viajan los colocan en una situación de vulnerabilidad que los expone a situaciones de abuso, violencia, secuestro, trata de personas, incluso a perder la vida.
El acceso a la educación, salud, alimentación, vestido y esparcimiento durante la niñez y adolescencia debe ser un derecho garantizado por la sociedad incluso a veces de la cooperación internacional para lograrlo, pues este fenómeno exige un mayor grado de responsabilidad de cada país.
Muestra de ello es el reciente anuncio hecho por el gobierno de los Estados Unidos sobre la asignación de 40 millones de dólares a Guatemala para programas de prevención y 18 millones para fortalecer la labor de la policía y los centros de atención para la juventud en Honduras.
Este recurso constituye una inversión necesaria, toda vez que de no revertir las condiciones sociales que hacen que una persona decida migrar con sus hijos o enviarlos solos en busca de mejores oportunidades, la inversión en albergues, seguridad fronteriza y mecanismos de repatriación será mucho mayor.
Por lo anterior, este compromiso de los presidentes de México y Estados Unidos y Guatemala son indispensables y son una gran oportunidad para que los niños y niñas sean protegidos con una visión integral en la que el respeto a sus derechos humanos, sea el principal motor en las acciones de cooperación de nuestros respectivos países.