“De Carácuaro salió el cura que construyó los Sentimientos de la Nación. En Carácuaro se inspiró José María Morelos y Pavón”.

Silvano Aureoles en su discurso de toma de posesión como Gobernador de Michoacán.

 

José María Morelos y Pavón, fue designado cura de San Agustín Carácuaro, luego de la solicitud que hizo al Obispo de Michoacán Fray Antonio de San Miguel por lo malsano del clima de Churumuco. Su madre, a quien había llevado a vivir con él a esta última población de la Tierra Caliente había enfermado allí, murió en el traslado a Valladolid, al pasar por Pátzcuaro.

Morelos llegó a Carácuaro en marzo de 1799. Fue un párroco activo.No se llevó bien con los caracuarenses, quienes le pidieron al Obispo les permitiera cubrir por tasación y no por arancel los servicios del cura, por “nuestra pobresa, insorvencia y miseria [sic]” afirmaban no poder pagar los 24 pesos y 3 reales que tenían que dar al sacerdote cada mes.

Los caracuarenses se quejaron de Morelos: “nuestro párroco nos copele, é instimula […] nos regaña y se enoja con nosotros y aún nos maltrata”.

Morelos respondió con una carta al Obispo San Miguel, señalando que “en cuanto a los regaños, enojos y maltratamientos por causa de tasasión, han producido los de Carácuaro una superlativa falsedad, pues aunque han dado motivo bastante; pero toda la reaprehensión no ha pasado de advertirles como a ignorantes lo que deben hacer con sus respectivos superiores, instruirlos y darles consejos paternales con el fin de reducirlos por amor, en cuanto dieren de si la paciencia y solercia.”

Morelos escribió de los de Carácuaro: “ser ellos notoriamente malos, cavilosos y altaneros”. El historiador Antonio Arriaga Ochoa afirma que Morelos “muchas veces perdió la paciencia por aquella sorda resistencia de sus taimados y ladinos feligreses.”

En apoyo a la defensa que hizo Morelos frente a la acusación de los caracuarenses, el cura Eugenio Reyes Arrollo, quien recibió del vallisoletano el curato de Churumuco y antes había atendido Carácuaro, señaló: “Si los indios de Carácuaro no pueden llevar las cargas de las obvenciones, no es por su corto número sino por su mucha morosidad y desidia. Que por aquel país misma la tierra produce un tinte llamado cascalote y que aun pagándoles no pude conseguir que lo beneficiaran, con lo cual podrían vivir, mantener a sus familias, y pagar sus obvenciones; igualmente que con el beneficio de la sal, quedándoles tiempo en uno y otro caso, disponible para otros arbitrios. Que lo poco que consiguen es para dedicarlo a la embriaguez”.

Morelos estableció su residencia en Nocupétaro, con la colaboración de los vecinos y aportando de su propio peculio la mayor parte del costo, levantó la Iglesia, la que él mismo describió como “la mejor de la tierra caliente, después de la de Cutzamala”. Morelos escribió que los vecinos de Nocupétaro, pese a no tener río de agua como los de Carácuaro, sí cumplían escrupulosamente con sus contribuciones al párroco.

En una carta firmada por Morelos el 1º de abril de 1803, dirigida al secretario del obispado, Santiago Camiña, solicitó un sacerdote auxiliar para Carácuaro: “Muy Sor mio: de mi primera atencion: sirvase ud de mandar librar voleta pa la entrega de los Stos Oleos pa este Curato de Caraquaro. Para el mismo necesito un compañero, y espero me tenga ud presente con el primero de satisfaccion de ud q se proporcione” [sic]. Fue el primero de una serie de documentos emitidos en la vecina población,la mayor parte de la correspondencia que elaboró Morelos en adelante se firmó y fechó en Nocupétaro.

Aparece una carta fechada en Carácuaro el 14 de octubre de 1810, dirigida por Morelos a su cuñado Miguel Cervantes, en la que le encargó a su hermana Antonia y a su sobrina, Morelos apuntó en ese escrito: “Todas las obvenciones las tengo fiadas, sin poderlas cobrar por el hambre que hubo aquí este año. Yo hubo un día que comí con solo elotes; pero cuando mediecito me cae estoy comprando mays para no pasar otra” [sic].

Desde Valladolid dirigió un oficio al secretario de la Mitra, Ramón de Aguilar para solicitar licencia el 21 de octubre de 1810: “Por comision del Exmo Sor D Miguel Hidalgo, fha ayer tarde en Indaparapeo me paso con violencia a correr los Tierracalientes del Sud, y haviendo cita yo con el Sor Conde [de Sierra Gorda] pa qe se me ponga coadjutor qe administre mi Curato de Caraquaro me dixo su Sría, lo pidiese a ud a quien no hallandole hasta las nueve de la mañana y siendome preciso no perder minuto lo participo pa qe a letra vista se sirva Ud despachar el que halle oportuno advirtiendole me ha de contribuir con la tercia parte de las obvenciones” [sic].

Al incorporarse a la lucha por la Independencia, Morelos partió de Nocupétaro, al llegar a Huetamo el 1º de Noviembre de 1810, el cura dirigió una carta a su compadre Francisco Díaz de Velazco, expresándole: “Anteayer llegué a esta con 16 indígenas armados de Nocupétaro y hoy me encuentro con doscientos noventa y cuatro de a pie y cincuenta de a caballo”.

Morelos regresó a la sede de su curato, luego de su estancia en Chilpancingo en 1813, siguió la margen derecha del río Mezcala, pasó por Huetamo, estuvo presente en los festejos a la virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de ese año en Carácuaro, antes de dirigirse a Valladolid; duró tres días en la población de la que fue párroco, hubo festejos, el insurgente hasta ese momento estaba invicto. Fue su última visita.

Fuentes:

Arriaga Ochoa, Antonio. Imágenes y Paisajes. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Arriaga Ochoa, Antonio. “José María Morelos y la política del gobierno americano”, Revista de la Universidad de México, Núm. 418-419.

Benítez, José R. Morelos, su casa y su casta en Valladolid (Morelia), Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Morelos y Pavón, José María. Documentos.Recopilación de Antonio Arriaga Ochoa, Gobierno del Estado de Michoacán.

Autógrafos de Morelos y Otros Documentos,Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.