Libros de ayer y hoy
Desde la enfermedad que incapacitó a Fausto Vallejo para ejercer el mandato constitucional que los institutos electorales le otorgaron en 2011, la gente sabe que el mandatario interino Jesús Reyna en Michoacán… pero nadie sabe a ciencia cierta quién gobierna.
La maquinaria económica del gobierno estatal se encuentra virtualmente paralizada por los presuntos desfalcos –nunca comprobados- de la administración previa, sigue creciendo la deuda estatal, los recursos nunca acaban de llegar a los municipios y, por si fuera poco, las dependencias del Ejecutivo dan muestras de una crónica incapacidad para ejercer –cuando menos honestamente- los recursos federales que reciben.
En efecto, un rápido cotejo del Anexo de Obras y Acciones del I Informe de Gobierno de la presente administración con el Presupuesto de Egresos 2012 revela que tan sólo cinco secretarías acumularon un subejercicio ligeramente superior a los 2 mil 436 millones de pesos en ese año.
Una revisión exhaustiva seguramente ampliaría ese subejercicio, pues del Ejecutivo depende un total de 63 entidades -25 dependencias y 38 paraestatales- y en el I Informe sólo reportan 34 con una inversión de 7 mil 534 millones 527 mil 81 pesos, cuando el presupuesto para ese año superó los 40 mil millones.
Esa incapacidad crónica ha deprimido a la inversión pública esperada, ésta a los flujos de capital privado y ambos factores han golpeado fuertemente a crecientes sectores de la población que ven perder sus oportunidades laborales, sus ingresos y, por tanto, su calidad de vida.
Pero no sólo es la pérdida del empleo, la cuestión de la seguridad es un factor de mayores proporciones, pues no sólo se trata de la delincuencia organizada, sino de los atracos a casas habitación, a transeúntes, robo de vehículos, asesinatos, feminicidios, etcétera, que se han salido de control.
Frente a ello, los gobernadores del estado: el interino, el constitucional y el militar, apenas atinan a declarar que la crisis es otro “mito genial” de los medios de comunicación, como si estos estuvieran constituidos por una caterva de contumaces mentirosos.
Mientras declaran, sin embargo, los alcaldes constitucionalmente electos de Buena Vista y Tepalcatepec andan a salto de mata porque ahí mandan las bandas –de comunitarios, de templarios-, aunque esté el ejército. Mientras ellos declaran, los vecinos de las colonias de Morelia cierran calles, se organizan y piden auxilio ¡al Legislativo¡ -como si no hubiera leyes que hacer cumplir. Mientras hablan de los inventos de la prensa, las comunidades indígenas se organizan e imponen sus usos y costumbres. Y mientras declaran, todos ellos se enriquecen…
Tiene razón The New York Times al asegurar que “el sistema judicial de México se ha derrumbado. Gobernadores de los estados, algunos de ellos bajo el control voluntario o involuntario de los grupos delictivos, tienen pleno poder sobre el nombramiento de jueces y fiscales y el lanzamiento de investigaciones de la policía, lo que garantiza la impunidad de sus partidarios políticos y empresariales”.