Teléfono rojo
La visita del presidente chino, Xi Jinping, a nuestro país ha sido gestionada por la prensa como una gran noticia y como la “solución” que México buscó por largo tiempo para hacerse de un socio comercial poderoso distinto a los Estados Unidos.
El panorama económico que enfrenta nuestro país en la actualidad no es el mejor, como hemos apuntado en anteriores colaboraciones, la actividad económica en México ha caído notoriamente, el desempleo se ha incrementado, la inflación ha aumentado y la inversión ha caído. Los cuatro indicadores más sensibles que dan cuenta del rumbo que tiene un país en materia de bienestar económico se han modificado negativamente para México en los últimos meses.
Mediáticamente, la visita del presidente chino ha traído consigo más protocolo, fanfarrias y escenografías que noticias concretas sobre el fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambos países. Las declaraciones de cortesía entre los dos presidentes han sobrado: “fortaleceremos las relaciones entre los dos países”, “seremos aliados en materia económica”; sin embargo, noticias de acciones concretas que ayuden a dilucidar el fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambos países, solamente han sido tres: a) China permitirá la apertura de sus fronteras al ingreso del Tequila, cabe señalar que en China hacen “tequila chino” el cual exportan a varios países del mundo; b) China permitirá la apertura de sus fronteras al ingreso de carde de cerdo mexicana; c) China otorgará un crédito a PEMEX para fortalecer la modernización y el desarrollo tecnológico de la empresa.
Es claro que exportando más tequila y cerdo a china México no va a encontrar soluciones a los problemas y desafíos económicos a los que se está enfrentando. Ningún análisis serio sobre la materia puede echar campanas al vuelo por este tipo de noticias, que verdaderamente son marginales. Por otra parte, con respecto al crédito que otorgará el gobierno chino a PEMEX, pues habría que informar sobre las condiciones de dicho crédito ya que, al no hacerlas públicas el gobierno federal, podría pensarse que es más bien un negocio para los chinos en vez de ser una oportunidad para nosotros. ¿Cómo saber si el crédito chino cuenta con mejores condiciones (tasa de interés, tiempo, etc) que los que se ofrecen en el mercado financiero mundial?
Una buena noticia habría sido, en el contexto de la información que acaba de hacer pública el INEGI: la inversión fija bruta retrocedió en México 5.5 por ciento en marzo pasado, que los chinos decidieron invertir en México 10, 15 o 20 mil millones de pesos en la industria automotriz mexicana, esa sí que sería una buena noticia, pero no es así. No podemos olvidar que México y China más que aliados son competidores, son economías en desarrollo que buscan las mejores oportunidades en el mundo para lograrlo. Con el tiempo, ya veremos qué más se desprende de este acercamiento entre ambos países, ojalá algo bueno para México.
Finalmente, parece que el régimen priista en México vuelve a su cauce tradicional: opacidad, circo y promesas sin sustento con tal de no reconocer que las cosas no van bien.