El presidente Enrique Peña Nieto tiene el nivel de aprobación “más bajo que el de cualquier otro presidente mexicano en tiempos recientes”, principalmente por las reformas y por los magros resultados que los mexicanos consideran han dado. Estas son las palabras e ideas que fueron publicadas hace unos días por el diario estadounidense The New York Times. Son casi 20 puntos los que ha bajado en popularidad Peña Nieto desde que inició el sexenio y a la fecha la tendencia no ha cambiado. 

En el reportaje de NYT pueden leerse testimonios del sentir de los mexicanos sobre el estado actual de la economía nacional y de la economía en sus hogares: “Al principio, parecía que había mucho cambio. Vea nada más estas leyes nuevas. Pero después, a lo que llevó eso nos hizo abrir los ojos. La realidad es que para la clase media y los de abajo, la vida es peor”, así lo declaró al diario el señor Martín Moreno de 60 años y que trabaja en la plaza central de Guadalajara, Jalisco, boleando zapatos.

No obstante, la declaración del señor Moreno es una declaración que comparten millones de mexicanos que en estos casi 2 años de gobierno de Peña Nieto han encontrado más decepciones que satisfacciones. Los últimos 18 meses hemos tenido un crecimiento económico muy mediocre que no ha servido para activar el empleo y mejorar las condiciones de la economía familiar. Peor, aún, las decisiones y políticas del actual gobierno han sido las culpables de esta situación ya que no estamos atravesando por una situación de crisis económica externa, tal como sucedió en 2008-2009 con la crisis económica mundial. Ha sido error tras error en la actual administración, en primer lugar ha sido un desacierto frenar el gasto público, cayendo en enormes subejercicios y deteniendo el impulso de la economía nacional, posteriormente con una reforma hacendaria recesiva que ha afectado el dinamismo económico y el consumo interno y, finalmente, una incapacidad ya probada para atraer capitales de inversión al país.

A este conjunto de hechos se suman factores como la inflación, que afecta directamente a los hogares, y la violencia que, por mucho que se diga, no ha cesado en todo el país. Asimismo, ahí siguen millones de jóvenes sin obtener un lugar para ingresar a una universidad y sin tener oportunidad de acceder a un empleo digno. México, es ahora una gran paradoja, un país de jóvenes que no tiene oportunidades para sus jóvenes.

Este año, 2014, volverá a ser una decepción. Mientras que el gobierno prometió un crecimiento de 3.9 por ciento, hoy sabemos que al primer semestre del año solamente crecimos 1.1 por ciento. Volveremos a quedar muy lejos de la meta, volveremos a tener una decepción más, una decepción a las que ya estamos acostumbrados.

El PRI prometió un cambio para México y, hay que decirlo, han cumplido: hoy México está peor que ayer, México cambió. Definitivamente no podemos quedarnos con esta idea de la derrota, es necesario que los ciudadanos levantemos la cabeza y miremos el horizonte para decidir en dónde vamos a construir nuestro futuro. Ya sabemos que el gobierno no puede hacerlo, ha mostrado su incapacidad; entonces, es momento de nosotros, salgamos a la calle a hacer ciudadanía, a mejorar nuestra calidad de vida, a participar de la vida pública, esa vida pública que tanto ha olvidado nuestro actual gobierno.