Política gourmet
¿Cómo ves tú: la corrupción ha alcanzado a toda la sociedad, particularmente a la clase política? Pareciera que no quedan ya ni diez justos, ni cinco, ni uno como en Sodoma y Gomorra.Berengo, personaje de Ionesco, en su obra Rinoceronte se entera de que todo mundo en su alrededor se está convirtiendo en rinoceronte. La tentación es muy fuerte. El decide permanecer hombre, a pesar de todo. En nuestro medio, vemos que la corrupción va ganando a todos, muchos han caído en la tentación y se vuelven corruptos. Es el mal que domina en todas partes. La sociedad manifiesta su desconfianza, entre los grupos menos creíbles están los policías y los legisladores. La clase política ha caído mucho de la gracia de los comentaristas y del pueblo en general. Es posible resistir a la corrupción y permanecer honrados, fieles a los principios, a la manera de un cisne purísimo que nada sobre el lodazal inmundo de Cuitzeo o de Pátzcuaro sin mancharse?Navegamos en las aguas negras de la corrupción. Si todos caemos en la tentación y nos volvemos corruptos, vamos a perecer en una vida nauseabunda, moralmente asquerosa. La descomposición social nos gana y la civilización se ahoga. El enemigo está dentro, es un cáncer o un SIDA.Una forma específica de corrupción es la política. La clase política la ha desnaturalizado, la ha convertido en un juego de poder y de riqueza, al que se llega utilizando cualquier medio, los más inmorales y bajos, a cualquier precio.Elverdadero ideal del poder ha desaparecido. Se busca el poder como un botín, para unos cuantos. Se ha olvidado el ideal de servicio, junto con todos los valores universales: Dios, la ley divina, el derecho natural, la dignidad de la persona humana, el sentido de gratuidad, el heroísmo buscando la grandeza de la nación.Hay que conservarse puro (¡!), fiel a sus principios inmutables. El espíritu humano sí puede sobrevolar el lodazal de la iniquidad, falsedad, soberbia sin contaminarse. Tiene un poder que le viene de su libertad y su origen divino. Esta verdad no es una locura, son los hombres honestos, de principios los que cambiarán el país y el mundo. Necesitamos no derrotarnos, permanecer firmes aunque todos se vuelvan corruptos. Solos contra el mundo, ¿por qué no? Una de las miserias de nuestra sociedad es que no tiene hombres de esperanza, movidos por una utopía, que creen en el progreso, la superación, el triunfo del bien sobre el mal.Hay que sacar las reservas espirituales de una cultura rica y noble como la mexicana. Hay que sacar la fe creyente y cristiana. En la Revelación de Dios encontramos un ideal muy alto de la autoridad. En el medio Oriente era el rey, entre nosotros es el gobernador, el presidente. Su imagen es sublime, divina, su misión trascendente, lejos de las luchas cortesanas por el poder y del afán de dominar con prepotencia y de servirse con la cuchara grande, en lugar de servir. Como consta en numerosos textos de la Biblia, “el Rey era elegido por Yahvé y por él consagrado, será visto como su hijo y de deberá hacer visible su señoría y su plan de salvación. Deberá hacerse defensor de los débiles y asegurar al pueblo la justicia”(Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 377). Esto último ha sido recuperado por las izquierdas, que lo predican sin convicción y sin el sustento de la sabiduría y sin llevarlo a la práctica. Pero la realeza en Israel es un fracaso, los reyes cometen toda suerte de atropellos, arbitrariedades, injusticias. Los profetas se lo echan en cara: “han vendido al pobre por dinero, al justo por un par de huaraches”, les reprocha Amós. “Escuchen, Jefes de Jacob, magistrados de la casa de Israel: ¿No debieran ustedes conocer el derecho, ustedes que odian el bien y aman el mal, que arrancan la piel de sobre la gente y la carne de sobre sus huesos?” Es el grito de Miqueas. Como el mencionado Berengo, hay que resistir y no claudicar, no perder el ideal ni los principios culturales y religiosos. Es la resistencia que salvará a México. Nos quejamos de las mentiras y la corrupción, de que el cambio no viene ni vendrá, pues bien, el cambio sí lo podemos realizar en nosotros mismos y empezar a hacer que mejoren las cosas y las crisis sean [email protected]