México Elige sigue dando ventaja a Claudia Sheinbaum
Cada ciudadano es observador de la gestión de sus autoridades, es corresponsable de su avance hacia sus metas y destino definitivo.Hay un perfil de gobernante con cualidades que sólo los sabios perciben, no los hombres de acción, pragmáticos, arrastrados en su actividad vertiginosa, vacía de reflexión. Hay una sabiduría que nos viene de un más allá más amplio y profundo, del más allá de un Ser eterno, que todo lo sabe porque creó el universo y formó al hombre. La revelación de Dios, para quien tiene el don precioso de la fe nos permite conocer a fondo las personas, más allá del tono de voz, la pose, el discurso. Nos permite valorar su gestiónEn esta revelación, el gobernante aparece con una misión que el Ser supremo le confiere: debe cuidar y proteger a los débiles y a los pobres.Son rasgos múltiples y preciosos. Mencionamos los que se destacan en la gran aparición del Mesías en su venida que celebramos en estas fiestas de navidad.Su Misión es velar por todo el pueblo, principalmente los débiles, los pobres, los que sufren. Que la bonanza de la macroeconomía llegue hasta ellos, que los programas promuevan su dignidad y grandeza de personas humanas. Es mandatario, es decir debe obedecer y cumplir el mandato: establecer la justicia y el derecho, el respeto a los principios universales, aplicar la ley absolutamente, sencillamente sin torcerla, sin venderla para proteger a los poderosos. Debe extender la paz verdadera de mar a mar y de frontera a frontera. La paz que nace de las justicia, de la igualdad social, del desarrollo, de la reconciliación y unidad, de la tranquilidad y seguridad.Signos de triunfalismo de los gobernantes y adulación de conductores de noticieros.Alguien proclamó recientemente en materia de lucha contra el crimen: basta de improvisaciones”. Una observación y una pregunta. La primera debió decir también basta de colusión con el crimen, de gobernadores y otras autoridades. ¿A las improvisaciones de qué tiempo se refiere, a todos los sexenios pasados desde los gobiernos surgidos de la revolución? Los observadores finos advierten el peligro de autoritarismo. Signos de maniqueísmo parcial, solo mi programa es bueno, los del pasado y de mis adversarios no sirven para nada. Dejos de soberbia: todo lo hago bien, cumplo mis compromisos. Somos la última maravilla. Como psicólogos naturales debemos saber leer el tono de la voz, el tenor del discurso.Para ser lo que debe ser, lo que pretende ser el hombre tiene mucho que aprender para no repetir una historia de limitaciones, errores, injusticia y retraso. Sobre todo los que tienen responsabilidad social deben crecer en sabiduría y aprender la humildad, la sencillez, la autocrítica, el desprendimiento de su ego para atender a los demás.Entonces sí podrán construir el México ideal que ahora sueñan, traerán un era de paz que es confluencia de la riqueza, el bienestar, la fraternidad, el amor y todos los bienes del cielo y de la tierra.Entonces no sentirán más el deseo de ser prepotentes, admirados, superiores a sus adversarios y al populo barbaro, no se creerán los únicos.¿Y el ciudadano de a pie, el soberano, qué tiene aprender y hacer?