La segunda sesión del Sínodo
En un mundo de tecnócratas, la técnica se impone a las ciencias del espíritu y las relega. La manda al vacío y mutila al pensamiento humano. Este vacío ha desequilibrado el progreso del hombre volviéndolo desigual, parcial, el avance no ha sido parejo. De los brazos del hombre, la técnica ha crecido desmesuradamente, la sabiduría se ha quedado diminuta y atrofiada, en muchos casos caduca.En los centros de formación ya no estudian filosofía y ya no saben pensar, las mentes no están armadas para raciocinar y discernir la verdad. Las ideas que se expresan, muchas veces no tienen rigor lógico, coherencia, consistencia. Las mentes que las reciben se tragan todo, ya no saben distinguir el puñado de granos en las toneladas de paja, no tienen el criterio formado para distinguir la verdad de la falacia, de la mentira.Por eso, en los discursos públicos, se miente aparentando decir verdad, las personas se contradicen en sus afirmaciones pasadas y presentes. La gente recibe indiscriminadamente las mentiras, se encuentra desarmada para distinguir la verdad y amarla. Gil Gamés piensa que “el uso y abuso de la palabra ocasiona severos desastres de la lógica y no pocos incedios de la demagogia. Un ejemplo de la falta de rigor lógico es la guerra contra el narco, dicen algunos que es de Felipe Calderón, que debe terminarse, que no haya ni un muerto más. Hay muchos sofismas en las afirmaciones: la guerra no la hace Felipe Calderón, la hace el narco con la Nación y contra el Estado mexicano. Las hostilidades vienen de los narcos, los muertos los hacen ellos, por lo general, en su guerra fratricida de cárteles, hieren al cuerpo social, matan a inocentes. El ejecutivo, que manda el ejército, actúa en defensa propia y en defensa de la ciudadanía. Los muertos que hace el ejército son por accidente o por limitación de los militares que son seres humanos. Muchos claman que ya no quieren más muertos, afirman implícitamente que dejen en paz a los criminales, esa campaña muchas veces la orquestan los cárteles. No se pueden dejar libres a los asesinos. No van a dejar su negocio millonario ilícito ni van a deponer las armas por el hecho de que el Estado no les aplique la justicia. La víbora no va dejar su veneno ni su peligro si se la deja libre en el jardín. Quienes gritan las proclamas mencionadas sólo atacan al Estado, quieren que se acabe la guerra, pero no dicen qué hacer con los transgresores del orden y los asesinos, no ofrecen alternativas válidas que nos libren de las redes y los ataques mortales y el poder del crimen organizado. Una alternativa es que los sicarios y sus jefes se conviertan y vuelvan al camino del bien. La razón es que el poder, la fama, el dinero no están ahí en los enervantes y sus armas poderosas, los pueden obtener de otra manera, haciendo el bien, porque su Padre Dios los espera con los brazos abiertos para darles su bondad y su amor, perdonarlos y hacer criaturas nuevas. Para rescatar los valores, como está proponiendo el Secretario de Educación, se necesita estudiar nuevamente civismo en las escuelas, moral o los grandes principios absolutos y universales, las leyes divinas, naturales y positivas. Hay que volver a las ciencias del espíritu. Junto con los valores hay que rescatar el edificio de la filosofía. Quienes tenemos la suerte de creer en la Revelación de Dios, quienes tenemos fe, podemos tener una visión clara, estructurada del mundo, con el bien como imperativo categórico, con el crimen como un mal que hay que evitar de manera absoluta. No somos libres para hacer el mal, somos libres para hacer el bien, lo mejor. Quien sabe pensar sabe distinguir la verdad de la mentira, podrá detectar y condenar el caudal de mentiras que se vierten en los noticieros y discursos, muchas veces con gran habilidad y apariencia de verdad. “La verdad los hará libres”, afirma el más grande de los maestros. Para vivir en la verdad, una opción es seguir al Maestro, conocer su sabiduría eterna e imitarlo en su coherencia. El entregó su vida para ser testigos de la verdad como lo recordaremos en la semana [email protected]