Libros de ayer y hoy
Maestros Michoacanos, en Voz Alta
En el sistema educativo nacional hay una gran cantidad de discusiones inconclusas, persistiendo múltiples y atávicos rezagos en las comunidades de aprendizaje, herencia funesta de la corrupción y omisión del Estado mexicano, que se preocupó por lograr independencia política, pero soslayó hacer esfuerzos igualmente profundos por emancipar las conciencias de sus gobernados.Esta problemática se ha visto potenciada por fenómenos como la discriminación, el clasismo, el colonialismo y corporativismo político y sindical.Específicamente, en Michoacán debe brindarse respuesta institucional a la problemática educativa mediante el Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021, cuyo plazo legal para ser presentado está a escasas dos semanas de fenecer y deberá contener íntegramente los Diez Compromisos por la Educación Michoacana, con Inclusión y Calidad, que suscribió el Ing. Silvano Aureoles, gobernador del estado.
Mientras tanto, de buena fe o simulados, en la nación se han realizado múltiples esfuerzos por tomar en cuenta y recabar la opinión de los actores del sistema educativo para resolver la complejísima problemática.Sin embargo, al final prevalecen opiniones de los dueños de la educación nacional, de los políticos, de la comentocracia y de los confeccionadores de planes y programas de gobierno sobre la de las bases magisteriales, sociedad civil o el estudiantado. Especialmente, respecto a las condiciones imperantes del sistema educativo en el marco de las reconfiguraciones que se están dando en materia normativa, administrativa y evaluativa, ¿qué dicen los maestros?
Esta pregunta la retoma a nivel nacional Mexicanos Primero con el programa “En Voz Alta”, que constituye un espacio de análisis, reflexión y discusión respecto al pensar y sentir de los profesores, quienes constituyen la savia de nuestro sistema educativo. Especialmente, tuve la oportunidad de vivir esta experiencia el pasado sábado 25 de febrero, cuando Mexicanos Primero Jalisco fue anfitrión de más de dos centenares de trabajadores de la educación en Guadalajara, quienes a pesar de ser día inhábil respondieron por voluntad propia a la convocatoria de la sociedad civil organizada en la capital jalisciense. Imposible un contraste más intenso respecto a la realidad que se vivía simultáneamente en Morelia, en donde continuaba la inercia de un paro de labores político-electoral propiciado por las cúpulas de la Sección XVIII CNTE para realizar a sus anchas su autodenominado “VII Congreso Seccional de Bases”, que ni logró congregar a las bases ni mucho menos representarlas debidamente, imperando la diatriba, las descalificaciones y triquiñuelas electoreras. No olvidemos que hoy Jalisco constituye ya un auténtico vecino distante para Michoacán en múltiples indicadores de desarrollo humano. A menos que emprendamos las acciones y consensos que han permanecido pendientes desde hace décadas, seguirán siendo una realidad completamente diferente a la estatal.
Por las razones anteriormente descritas, determiné permanecer durante la realización del foro en la mesa cuyo tema fue“¿Qué significa ser un maestro democrático?”, en calidad de observador. Las reflexiones y comentarios de más de cincuenta docentes que pasaron por la mesa fueron reveladoras.
Para los maestros jaliscienses, autonombrarse democrático significa un cambio muy importante en la actitud y manera de conducirse del docente. Asimismo, ser un docente democrático implica tener la capacidad de autorregularse, dejar de ser autócratas y convertirse en demócratas en los hechos, porque quien no está en paz con uno mismo, está en guerra con los demás; un maestro que no tiene equilibrio interior difícilmente puede ser un maestro democrático. También señalaron que un maestro democrático siempre da participación a todos sus alumnos por igual y a todos les equilibra y conduce en sus acciones. Hubo quien señaló que “nunca los maestros nos hemos pensado como sujetos democráticos, nos pensamos como docentes, pero no como ciudadanos y deberíamos de partir de ahí”, lo cual ciertamente implica una actitud responsable ante la situación actual, partiendo del entorno próximo y no de incriminar de manera determinista y por ende antidialéctica a la realidad.Hubo un directivo que comentó que “muchos docentes no se cuestionan qué tan buenos ciudadanos son y ni tampoco qué tan democráticos son. La democracia es una cuestión de ser, y de cómo asimilar el concepto de democracia y con todo el cambio de actitud que implica vivirlo a fondo”, por lo que propuso debatir la serie de implicaciones de autodenominarse maestro democrático.
Por otra parte, hubo quien definió que “ser un maestro democrático implica lograr visibilizar y el derecho a aprender, para que éste sea viviente; en equilibrio y sin colisión con el derecho a profesar la docencia en plenitud de condiciones”. Ahondó al respecto que “un profesor es un maestro en el ejercicio de los valores. Un maestro debe vivir la democracia y debe de desarrollar la cultura democrática partiendo de que cada acción que realiza impone un ejemplo latente, susceptible de ser multiplicado y perpetuado por los estudiantes a su encargo”. Reflexiones profundas, introspectivas, autocríticas y dignas de tomarse en cuenta.
El Mtro. David Calderón, Director General de Mexicanos Primero, propuso objetivos importantes para los maestros, tales como luchar por una mejor sociedad, formando ciudadanos críticos y conscientes que busquen construir la transformación de su entorno, recordándoles que los ellos son los agentes sociales designados por la comunidad para impulsar el derecho a aprender de la generación joven. Señaló el Mtro. Calderón que “el profesional del aprendizaje de otros no puede ser un improvisado en el aprendizaje propio; se requiere aprendizaje profesional de los profesionales del aprendizaje”. Basado en los resultados del reporte “Prof”, señaló que la formación inicial docente está actualmente desenfocada del aprendizaje, resulta impertinente y aisladora, vertical y simuladora, genérica y sin proyecto e individualista. Continuó mencionando que los maestros son una multitud contradictoriamente solitaria, cuya formación docente es ciega y sorda a sus necesidades, aspiraciones y propuestas, impartiendolicenciaturas de calidad no asegurada y cursos a granel, que son realmente ajenos a la escuela y al colectivo, con planes y programas de estudio impuestos desde arriba y desde afuera. Ejemplificó el absurdo pero común caso de que mediante la promoción docente puede darse el caso de que se pierda un gran maestro y se gane un pésimo director. ¿Por qué no puede seguir siendo un gran maestro y hacer carrera magisterial en donde su talento y vocación docente sea el único límite? Éstas y muchas otras reflexiones se dieron en el foro y está en las manos de las autoridades brindar el seguimiento respectivo en Jalisco.
“En Voz Alta”, a la vez, foro, ejercicio y acto de justicia, se replicará en Michoacán en 2016. Si se toma en cuenta a los maestros michoacanos, la distancia entre querer transformar el sistema educativo y lograrlo será mucho más corta, breve y recta.
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