Teléfono rojo
Con lentitud avanzan los orgánicos en Michoacán
La falta de una Ley de Producción Orgánica y una estructura de comercialización que apoye a los productores michoacanos, los mantiene aún alejados de la posibilidad de certificarse y con ello lograr mejores precios en la venta de sus productos. Los mismos intermediarios se han convertido en enemigos de la certificación al pagar al mismo precio las cosechas de orgánicos y convencionales.
Campesinos y ejidatarios de las regiones de la tierra caliente que producen la Jamaica casi de manera silvestre sin utilizar insumos químicos, señalan que para ellos resulta igual trabajar con certificados de orgánico que sin ellos, ello debido a que quienes les compran sus cosechas pagan lo mismo por la Jamaica orgánica o convencional.
En tanto el Congreso del Estado no resuelva positivamente la iniciativa de la Ley de Producción Orgánica, que fue presentada ante el Pleno de la LXXII Legislatura por la diputada Rosa María Molina Rojas, el pasado nueve de julio y arropada por un buen número de legisladores, el avance de este proyecto será lento y seguiremos consumiendo alimentos saturados de químicos que dañan la salud de los consumidores.
Con este proyecto, se establecen las directrices de desarrollo, regulación y promoción, implementando criterios y requisitos de trazabilidad para la conversión, producción, transformación, almacenamiento, identificación, empaque, etiquetado, distribución, transporte, comercialización, verificación y certificación de productos orgánicos.
Así como la definición de los procesos de la Certificación Participativa, impulsando la producción familiar y de traspatio, que el productor comercializa directamente en el mercado, además de registrar y dar seguimiento al desempeño de los Organismos Certificadores. Asimismo, promueve el cumplimiento de la normatividad aplicable en los países destino, propiciando las bases para la homologación de las Normas con Europa, Estados Unidos y Asia, principalmente.
Las oportunidades que ofrece la comercialización de los productos michoacanos certificados como orgánicos, permitirán además un mejor precio al llegar a mercados internacionales que buscan alimentos libres de químicos. Tan solo en Michoacán la región de la sierra costa ofrece una vasta zona que ya fue certificada como orgánica, pero ante la falta de interés del sector gubernamental se perdió el registro por falta de pagos anuales, pero es un área adecuada para la producción orgánica certificada.
En los últimos diez años, los productores orgánicos del Estado, han desarrollado el potencial productivo para abastecer el consumo local y de exportación en productos como aguacate, coco, mango y Jamaica, contando con un gran prestigio en el mundo, siendo relevante destacar que existen factores que contribuyen al éxito de este método de producción. Solo nos falta una Ley de Producción Orgánica que apoye a quienes ya cuidan la salud humana al producir alimentos sanos y libres de insumos de síntesis química.