La opción
Derechos Humanos, el dilema
Por Camila Cienfuegos (La que llora con Cinema Paradiso)
Eran de los momentos más álgidos de la lucha entre los grupos de Autodefensas contra los Templarios, y la gente de Taretan, acosados, fustigados y lastimados por los criminales, también se organizaron para contrarrestar los ataques de los infames delincuentes. Es así que a principios del 2014, la gente de esta comunidad se integra como grupo de Autodefensas, pero poco les dura el gusto, ya que el 26 de marzo de ese mismo año, durante una reunión convocada y realizada en esa comunidad, son acorralados y detenidos por el Ejército Mexicano y fuerzas federales. La gente miraba horroriza y frustrada cómo sus esposos e hijos eran sometidos por quienes se supone, deberían protegerlos.
Solo un milagro hizo que entre tanto temperamento encontrado no se haya accionado un arma porque la matanza habría sido tristemente recordada como ha sucedido en otras regiones de la entidad.
Los malogrados Autodefensas tuvieron que aceptar someterse a las fuerzas armadas y ser llevados como delincuentes hacia la ciudad de Morelia. Pero para su fortuna, un joven abogado de 38 años de nombre Salvador Molina Navarro, decidió con todos los riesgos que trae consigo su oficio para estos casos, y las posibles represalias del entonces encomendero, Alfredo Castillo, asumir la nada fácil defensa de los vecinos de Taretan.
La primera lucha fue evitar que los 11 Autodefensas detenidos fueran trasladados a un penal fuera de Michoacán. Las gestiones de Molina hicieron que finalmente quedaran en la prisión de Apatzingán, de donde fueron liberados el 10 de mayo del 2014, y no solo con el desestimiento de la autoridad, sino con el retiro de todos los cargos.
Hoy, este joven abogado de muchas anécdotas compite para convertirse en el Ombudsman michoacano, para presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Antes de las 10 de la mañana, se registraría en el Congreso del Estado como se supone que lo harán otros personajes, en espera de que los diputados se comporten a la altura de su encomienda y decidan por lo mejor y no por el compromiso político.
8.5 PARA QUE QUEDE EN 8.00
Es la clásica propuesta mamerta de los transportistas: pedir mucho para tener un margen de negociación. Así, hoy le dicen a la autoridad que quieren aumentar a ocho pesos con cincuenta centavos la tarifa del transporte público para que quede en ocho pesos cerrados.
Yo entiendo que no todas la calles de Morelia son ideales para implantar un sistema de transporte de grandes dimensiones, pero también es cierto que el parque vehicular, especialmente de los micros, es una suerte de ruleta rusa, en la que al pagar la tarifa, uno corre varios riesgos:
1. Rasparse con algún fierro oxidado y agarrar infección.
Pero todo eso, señoras y señores, no es digno de los morelianos. No puede ni debe haber aumento al transporte si estos no mejoran no solo su parque vehicular, sino sus actitudes; y lo segundo es lo que veo casi imposible.
¡¡¡Excelente miércoles para todooooooooooooooos!!!