Indicador político
David vs Goliat
Por Camila Cienfuegos (Marchantita)
A propósito de la llega de los gendarmes a tierras michoacanas, hay una popular frase que versa:
“Si son muchos, le corremos.
Si son pocos, nos escondemos.
…y si no hay naiden…pos a luchar mis valientes que pa´morir nacimos”.
El legítimo uso de la fuerza que ostenta el Estado mexicano suele emplearse de manera errónea, y en el peor de los casos, en contra de los ciudadanos libres. Hoy, la anunciada llegada de la Gendarmería Nacional causa revuelo en los medios y mucha controversia en las redes pero… yo me pregunto ¿a qué vinieron? ¿A finiquitar los despojos de los Templarios? ¿A evitar que otros cárteles sienten sus reales en Michoacán? ¿A aniquilar el secuestro y la todavía persistente extorsión? Si es el caso, bienvenidos, pero si las intensiones son solo para “farolear” y de amedrentamiento a profesores disidentes y normalistas ladinos, quiero decirles que la estrategia es (nuevamente) errónea y van a perder, y no voy a decir que soy la generala Cienfuegos y que soy súper conocedora de estrategias militares y esas cosas. Digamos que es simple sentido común, puesto que en otros lugares ya se ha demostrado lo fútil que resulta arrear a toda la caballería con sus lustrosos uniformes y blandiendo armas de quinta generación para que al final de cuentas no puedan accionarlas.
Quienes viven del presupuesto (y no solo los políticos), vía salarios automáticos para la educación, lo saben bien, con los años han aprendido que toda la artillería que guarda el Estado no puede ser accionada contra ellos; saben que pueden asaltar, robar y luego quemar material electoral frente a las narices mismas de los soldados que, frustrados y encabritados, deben replegarse ante una multitud que los insulta, los escupe, los apedrea y maltrata. Una manera muy simple de desgastar a las todavía prestigiadas tropas.
Es por eso que me pregunto ¿a qué viene tanto gendarme? ¿A intimidar a la CNTE y normalistas? No sé quién les haya dado la orden pero, no van a ganar. Esta es la lucha de David y Goliat.
Lo malo de tener un buen Ejército es que las órdenes que reciben de los civiles (que no conocen la vida castrense) suelen ser equivocadas.
¡¡¡Excelente miércoles para todoooooooooooos!!!