La opción
A un año de la pesadilla
(La Abogada del Diablo)
Para quienes esperan que el movimiento de los 43 derribará a EPN del poder, tendrán que esperar largo rato sentados. A menos que sucediera cosa extraordinaria, el presidente se mantendrá en la Presidencia por lo que resta de su mandato, el gabinete se mantendrá inamovible desde su último ajuste y difícilmente habrá más gente en prisión, aún con la recomendación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Creo que el caso de Iguala ha quedado en un Impase. Y no es que sea pesimista o “agachona, bebedora de frutsis, comedora de tortas, vende patrias y tele-adicta a Televisa y Tv Azteca” (como me dicen algunos que piensan distinto a mi) pero… no veo de dónde más salga esa cosa extraordinaria que le dé un vuelco a las investigaciones.
Ciertamente el tema despierta muchas pasiones y sentimientos encontrados que en las redes sociales suelen contrapuntearse de manera casi de abierto enfrentamiento. Por un lado quienes afirman que se trataba de chicos en lucha por… educación gratuita (que ya se tiene desde hace más de un siglo), por la democracia, por mayores oportunidades para los normalistas, para conmemorar el 2 de octubre, no sé. Y por otro lado, quienes afirman que solo se trataba de uno de tantos actos vandálicos de estudiantes que se topó con el lugar, momento y gente equivocada.
Dicen muchos que el gobierno actuaría de diferente manera si se hubiera tratado de los hijos del presidente y… tienen razón. Me imagino que de tratarse de la familia presidencial, hasta el director, profesores y todos y cada uno de los normalistas de Ayotzinapa habrían sido llamados a cuentas, pero en este caso no pasó nada. Todos se volcaron contra el gobierno pero nadie le preguntó a los Ayotzinapos por sus compañeros, ni quién los mandó y por qué los mandó.
Por estos actos tan aberrantes, hoy hay más de 110 personas encarceladas, desde el alcalde de Iguala, su esposa, altos mandos de seguridad pública y elementos policiacos, hasta la renuncia del gobernador en turno de Guerrero. Me imagino que hasta gente inocente debe haber en prisión, pues igual que los chicos normalistas, debieron haber estado en el lugar, momento y con la gente equivocada.
Ahora el movimiento ha ido más allá de su legítima demanda de justicia; ahora el deseo es el desquite, “que caigan más”, como altos mandos del Ejército, por ejemplo, que según Proceso y hasta La Jornada, tenían a uno de sus miembros infiltrado en ese grupo de muchachos. Así, la lógica de algunos que claman justicia, es que el propio Ejército asesinó a su soldado.
Ahora entonces es culpar al Estado “¡Fue el Estado!” gritan en sus consignas. Lo cierto es que el Estado fue tomado por sorpresa, como en los granadazos de Morelia en 2008, en lo que se considera el peor y más artero ataque terrorista del que se tenga memoria contra la sociedad indefensa. Todos coincidieron en que fueron terroristas pero no el Estado, pese a que no hay un solo responsable en prisión.
Hoy, a un año de la masacre de 49 estudiantes, el movimiento sigue, y yo me pregunto:
¿Será difícil pedir el apoyo estadounidense para obtener imágenes satelitales que confirmen o descarten un incendio en el basurero de Cocula?
¿No resulta irresponsable de parte de los “especialistas” que den opiniones y diagnósticos en temas que no son de su especialidad como la hipótesis de la quema de los cuerpos?
¿Por qué los líderes normalistas no dan la cara? ¿O me van a decir que en esos movimientos no hay líderes?
¿Por qué el director y profesores de la normal de Ayotzinapa no dan la cara?
Dicen que ahora con tantas y diferentes versiones se busca distraer la realidad de lo que pasó, pero… tampoco hay razones del por qué los chicos se encontraban en Iguala (dos horas y media de camino de su lugar de estudio) y no en la capital, Chilpancingo (a solo unos cuantos minutos), que es donde regularmente hacen sus manifestaciones. Es como si un día los normalistas de Tiripetío van a Zitácuaro a robar autobuses para llevarlos de regreso a su escuela ¿No les resultaría extraño? A mí sí, pero todos podemos cuestionar al gobierno, podemos reprocharle su tardanza, su tibieza y nula acción ante los hechos, pero no podemos hacer este tipo de cuestionamientos para los normalistas, ahí sí que no se puede porque automáticamente nos convertimos en comedores de tortas y bebedores de frutsis.
EL RETO DEL PASESITO
O sea… primero vi el reto de la cubeta con hielos, que consistía en arrojarse sobre sí un balde con agua y hielos y, tras comprometer equis cantidad de dinero, se le manda un mensaje vía redes sociales a otra persona para que hiciera lo mismo y juntar billetes para una buena causa.
Pues ahora está el “reto del pasesito”, que consiste en que algunas chicas se echan a las narices un pericazo de cocaína y en las mismas redes sociales retan a otra chica para hacer lo mismo ¿Que no tendrán a su padre ahí cerca que les arrime una buena desgreñada?
…y hablando de retos, cuándo veremos un desafío de exgobernantes decirle a sus sucesores: “Miren ca…nijos, ahí les dejó el estado con finanzas limpias, con seguridad, empleo, servicios excelentes, y reto al del estado de México a que haga lo mismo o mejor” …y ¡pum! Cuando el del estado de México concluya su mandato, que le mande el reto al de… al del estado de Michoacán y… bueno al del estado de Jalisco y le diga lo mismo. A ver ¿cuándo? ¿Cuándo veremos esos retos? Pero tal parece que aquí el reto es dejar a los estados caóticos y decirle a los sucesores “a ver si puedes superarlo ñaca ñaca ñaca”.
y… pus así no pinchis pues se puede.
TAMPOCO EXAGEREN
…ya había mal olor y basura en Finanzas y Casa de Gobierno, es solo que los recolectores les llevaron un poco más y la dejaron afuera.
¡¡¡Excelente lunes para todoooooooooooos!!!