Teatro Mariano Matamoros

(La que siempre era borreguita en las obras de teatro)

 

El Teatro Mariano Matamoros resulta ser la obra que corona la desfachatez, la corrupción, el despilfarro, la opacidad y la suciedad en la administración pública Estatal. Si en el DF tuvieron su Estela de Luz, en Michoacán tenemos nuestro Teatro.

Los trabajos de su remodelación se proyectaron desde el 2008 con la adquisición del antiguo Cine Colonial y en el 2009 se conformaron los Comités que estarían al pendiente de los trabajos, porque la obra se tenía que concluir para los festejos del Bicentenario de la Independencia en el 2010. Debo de aclarar que el edificio ya estaba construido y que solo se trataría de remodelarlo y equiparlo con lo mejor de lo mejor pero…algo pasó y hasta la fecha no sabemos qué.

Cuando vi la noticia de que el ahora expresidente del Comité Técnico del Fideicomiso para la remodelación del Teatro, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, había demandado al Gobierno del Estado por más de dos millones de pesos por salarios devengados y prestaciones que no se le dieron desde que lo tumbaron de ese cómodo cargo, tuve que releer la noticia dos veces para constatar que los datos estaban bien o que no se trataba de una nota de “ElDeforma” ¿o sea?

Resulta que Cárdenas Batel no demandó porque le hayan retenido el dinero para concluir esa rezagada obra, no denunció corrupción o algún posible contubernio de las constructoras y los gobiernos de su partido que estuvieron en el poder, primero con su hermano Lázaro, luego con Leonel Godoy y después con el priísta Fausto; el junior demandó porque considera que le deben dinero, a decir de la nota principal de La Voz de Michoacán publicada ayer: “a razón de 90 mil pesos al mes” más vacaciones y aguinaldos. Me parece mucho dinero solo por prestar su caciquil apellido y asumir una perezosa y comodina postura durante la todavía inconclusa obra. Se dejó ver muy lángaro –dijera mi madre-.

Pero el hijo del tres veces candidato presidencial, que hoy demanda ser generosamente retribuido por una ociosa labor “intelectual”,  nunca se caracterizó por rendir informe alguno ni por transparentar el gasto de los millones recibidos, aunque tampoco es el único que debería rendir cuentas, pues en la era de Fausto Vallejo, en el Fideicomiso aparecen los nombres del exalcalde Wilfrido Lázaro, quien fuera fideicomitente y fideicomisario en segunda instancia (luego del gobernador Vallejo); Alfonso Miguel Álvarez Miaja, como vicepresidente; como secretario técnico aparece Jorge Luis González Gómez, y como comisario, Carlos Agustín Ochoa León, que en su tiempo era contralor.

Entre otras personas que integraban el comité, figuraban también el fallecido director de La Voz (diario que dio la primicia), Miguel Medina Robles, Octavio Aparicio Mendoza, Luis Miranda Contreras y Marco Antonio Aguilar Cortés, en su carácter de secretario de Cultura.

Obviamente, el Fideicomiso fue integrado por otras personas tiempo atrás, desde que se instauró, y que también deberían ser llamados a rendir cuentas.

La configuración de esta burda obra de teatro, comenzó en el 2008, siendo alcalde Fausto Vallejo. Con el apoyo de Lázaro Cárdenas se hizo la compra del antiguo cine Colonial y ya con Leonel Godoy en la gubernatura, se formalizó la instalación del Comité Técnico el 29 de abril del 2009, en el que figuraban Rosa María Gutiérrez Cárdenas, Isidro Ruíz Argáiz y Jaime Hernández. (Ivonne Monreal, Cambio de Michoacán, 2013). Desde entonces, esa obra se convirtió en un barril sin fondo (Aquí el link para conocer los antecedentes: http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-196998 ).

 

OIGA…POS SI SOLAMENTE LO IBAN A REMODELAR ¿NO?

Ni si quiera hay una cifra exacta de lo gastado, y eso que a Cárdenas Batel se le cuestionó repetidas veces sobre el tema. Cálculos conservadores apuntan de 220 a 300 millones de pesos (repito: cálculos conservadores), aunque podrían ser más, cifra suficiente para construir (que no remodelar) al menos dos o tres teatros más.

Lamentablemente, la experiencia michoacana de impunidad para quienes gastan mal el dinero ya tiene amargos antecedentes, por eso creo firmemente que a Cuauhtémoc Cárdenas Jr. –como a los de su calaña- le va a hacer justicia la Revolución: se le va a pagar hasta el último quinto del dinero que hoy demanda, no rendirá cuentas de ningún tipo y mucho menos se le sancionará, y si nos descuidamos, hasta una disculpa pública le tendremos que dar. Son los privilegios de ser nieto del “Tata”, hijo del “Tatita” y hermano del “Tatitita”.

Pero la culpa la tenemos nosotros, los ciudadanos, porque cuando nos dijeron que se trataba de un “TEATRO”, quizá no comprendimos que nos hablaban en sentido figurado, que todo ese argüende era precisamente UN BURDO Y GROTESCO TEATRO para desaparecer dinero frente a las narices de todo el público ¿ahora debemos de aplaudir? ¡Ash!

 

LA INDUSTRIA DE LA ADULACIÓN

Aunque usted no lo crea, pero a menos de 10 días de que rindió protesta como alcalde de Morelia, el joven Alfonso Martínez Alcázar ya se hizo acreedor al “Premio Mejores Prácticas de Gobierno Locales”. Se trata de un reconocimiento en la categoría “Innovación por su aprovechamiento de talento humano y las TIC” (y quién sabe qué carambas sean las TIC) que otorga la organización “Alcaldes de México”, que a su vez, cuentan con una portal y revista periódica.

Aunque el “Premio” está auspiciado por dicha organización y publicación, no deja de ser extraño que se pretenda reconocer a alguien que apenas tiene horas en el cargo. Suena como esos premios patito del Tlatoani, o más en lo local, el Génesis. Espero que nuestro nuevo alcalde tome con cautela estas adulaciones que a cualquiera le pueden hacer perder el piso, como el flamante diputado Ernesto Núñez, que fue capaz de comprar un premio para ser catalogado como “el mejor diputado del año” ¡¡Waaaaaa!!.

 

¡¡¡Excelente viernes tepachero para todoooooooooooos!!!