Michoacán, en quiebra: Martínez Nateras a Sheinbaum
¿Procurador o fiscal?
Por donde quiera que le busque, el retorno de quien fuera procurador de Michoacán, Martín Godoy Castro, es un asunto harto raro.
Godoy Castro renunció “con carácter de irrevocable” al cargo tras un año y cuatro meses de un servicio cuestionado porque encabezaría la Fiscalía General de Jalisco, que en ese entonces ostentaba Luis Carlos Nájera Gutiérrez.
Ayer lunes, muchos amanecimos con la extraña noticia de que el todavía gobernador, Salvador Jara, había propuesto nuevamente al Congreso michoacano que Godoy Castro regresara al cargo que abandonó en el mes de junio, y las especulaciones nuevamente comenzaron a rolar. Incluso se mencionó que Jara no habría consultado al gobernador electo, Silvano Aureoles sobre esta decisión, puesto que de ser nombrado fiscal, este cargo podría lucirlo por nueve años, incluso después de concluido el mandado del perredista.
Tanto las dirigencias del PAN como del PRD hicieron público su rechazo por el arribo de este polémico personaje, que si no dio mayores explicaciones por su salida, el mismo hermetismo existe con su retorno (estilo característico de Jara, que regularmente es de actividad nula, pero cuando hace, no informa).
El tema del procurador ha comenzado a dividir opiniones al interior del congreso, pero a estas alturas del partido, en que a solo unas cuantas semanas de concluir los trabajos de la actual legislatura, el asunto de la vergüenza no es cosa que a los todavía legisladores michoacanos les preocupe. El nombramiento de este extraño personaje parece inminente.
Antes de avalar ciegamente la propuesta gubernamental, deberían los diputados buscar y encontrar las respuestas de algunas preguntas: ¿Por qué renunció Castro? Y aunque la respuesta podría estar en que él ocuparía la titularidad de la Fiscalía General de Jalisco, esto no cuajó. Entonces… ¿Por qué no se concretó su nombramiento en el estado de Jalisco? ¿Reprobó algún examen de confianza? ¿No agradó al Congreso de Jalisco? ¿El gobernador de esa entidad, Aristóteles Sandoval, se habría rajado de último minuto por los tristes resultados en Michoacán?
Una vez resueltos estos cuestionamientos, entonces sí, a votar con razonamiento.
LOS MICHOACANOS MERECÍAMOS MÁS.
Si los gobernados tenemos el gobierno que merecemos, entonces cuando el gobernante es electo de manera unipersonal, podríamos decir que los michoacanos merecíamos algo mejor, pero el relumbrón de un personaje académico apantalló a muchos en el parlamento local y avalaron en automático la propuesta del entonces comisionado, Alfredo Castillo. ¿Tendríamos que culparlo a él por proponer a un gobernador pasivo? ¿Al Congreso por avalar a una figurilla de adorno?
Estamos a solo un mes y 13 días de que concluya el actual mandato de facto y les confieso que aún estoy impresionada. Si antes teníamos gobiernos francamente coludidos con el crimen organizado, hoy contamos con un gobierno que no existe en los actos. Y ya no sé qué resulta peor ¿un gobierno criminal o un gobierno que simplemente no hace nada y por eso se convierte en cómplice de la criminalidad?
Reitero: si los ciudadanos eligen un mal gobierno, esto es culpa de los ciudadanos, pero, si éste es electo por uno y avalado por un grupúsculo perverso y faccioso, entonces la culpa no es de los ciudadanos. Alguien debería de pagar por este desastre político.
¡¡¡Excelente martes para todooooooooos!!!